—Síganme. Quiero presentarles al resto de mi equipo. Estamos divididos en grupos de siete porque vamos a emplear una táctica similar a la que se usó contra ti en Verendi. —Dijo Faluel.
—¡Espera! ¿No sabes cómo regatear? —Crank saltó del banco de madera, corriendo para alcanzarlos.— ¿Qué hay de los hologramas? Enséñame lo básico y yo aprenderé el resto por mi cuenta.
—Eso está mejor, pero aún es demasiado. —Dijo la Hidra.— No tengo idea de lo que puedes hacer o cuán útil podrías ser en combate real. Retomaremos esta conversación después de la batalla, pero solo si has hecho algo que valga la pena para mí.
—¡Esto no es regatear! Esto es pura extorsión. Me estás obligando a seguirte en el campo de batalla y cubrir tu espalda. —El Hyperion estaba pasmado.
—Corrección. Nuestras espaldas. —Faluel señaló hacia ella misma y Lith.— Él es el único que puede enseñarte y yo soy la única que puede darle permiso para hacerlo. Él es mi aprendiz y tiene que hacer lo que le diga.