Orpal desató su Hechizo de Grado de Cuchilla, Luna Destrozada, al mismo momento en que Manohar lanzó el suyo, Sol Pícaro.
La explosión plateada de Espina y el destello dorado de Cirujano, la espada de Manohar, chocaron en el aire, liberando un pulso de luz visible no solo a kilómetros de distancia, sino incluso desde el espacio.
—Eso es interesante, Nero. —dijo Inxialot el Rey Lich mientras miraba el origen del brillo desde el jardín de su laboratorio secreto, ubicado en la superficie de la luna.
—En efecto. —El gato negro observaba la pelea a través de un telescopio, ya que carecía de la asombrosa visión de su maestro.
—¡Ja, ja, ja! Debe ser el aislamiento, pero a veces juro que tus maullidos suenan casi como palabras. —Inxialot rió.
—¡Absurdo! —Nero rió con él.
Sin embargo, la Reina no encontró el fenómeno divertido. Al contrario, le envió escalofríos por la espalda.