"Michael le había dicho que usara el dinero prudentemente para que le durara a Zen hasta el nacimiento de su hijo. Wendy sintió ganas de rodar los ojos hacia él. ¡Doscientos mil serían suficientes para que una familia normal pasara al menos diez años! Michael había nacido en una familia acaudalada y obviamente no tenía noción del dinero.
—Buen trabajo, has pensado en todo —alabó Wendy con una sonrisa, dándole una palmada en el hombro a Michael.
Wendy cerró el maletín y se lo pasó a Zen. Doscientos mil en billetes eran bastante pesados después de todo. —Llévate esto contigo —dijo, colocando el maletín junto a Zen.
—No puedo aceptar... —empezó Zen queriendo rechazar el dinero. Estaba demasiado avergonzada para aceptar dinero de Michael y Wendy.
—¿Tienes dinero contigo? —preguntó Wendy.
—Sí, no te preocupes —respondió Zen.
—Sácalo y muéstralo —insistió Wendy.
—Yo... —Zen en realidad no tenía dinero. Sus movimientos habían sido restringidos por Christian y no tenía ni un centavo.