Michael realmente no sabía qué más podía hacer. Solo deseaba que Wendy no se preocupara más por esto y volviera con él a la Ciudad del Lago.
—¿Creerte? —Wendy murmuró suavemente—. Sacudió la cabeza, riendo como si se estuviera burlando de sí misma. No necesito creerte. Tú no hiciste nada malo.
La persona que había cometido un error era Wendy, por lo que no tenía ninguna razón para hacer que Michael le diera una sensación de seguridad.
—Wendy, no seas así... —Michael agarró la mano de Wendy con fuerza mientras decía seriamente—. Realmente deseo que puedas dejar este incidente atrás. Y en el futuro, usaré mis acciones para mostrarte que me gustas, te amo y me preocupo por ti como persona. Así que, por favor, reconsidera seriamente lo que dijiste ahora. Leah y Jake merecen crecer en una familia completa y amorosa.
—Michael... —Al escuchar las palabras de Michael, Wendy levantó la cabeza y lo miró seriamente. Abrió la boca como si tuviera algo que decir.