—¿Cómo puedes estar tan seguro? —preguntó Rex.
—Ya he mencionado antes que el asesino que entró en mi casa estaba buscando algo, una evidencia —explicó Escarlata, deteniéndose para tomar un profundo respiro—. No estoy segura de qué buscaban exactamente, pero sé que no encontraron nada.
Recordó vívidamente cómo su madre borró todo rastro de su presencia en la Isla B antes de fingir su propia muerte. Quizás su madre había previsto este giro de los acontecimientos, lo que la llevó a eliminar cualquier evidencia que Jude Withers pudiera estar buscando. Si todavía existía, la evidencia podría estar en posesión de su madre.
...
El silencio envolvió la sala de estar.
Escarlata y los demás permanecieron absortos en sus propios pensamientos, sus mentes consumidas por el misterio detrás de todo, las peleas entre los hermanos Withers.