Empujó la puerta lentamente, lo justo para que Chloe no se lastimara accidentalmente.
Lamentablemente, su empujón lento fue demasiado poderoso para Chloe, quien no tenía ninguna oportunidad contra la monstruosa fuerza de Vernon.
—E—Espera, Vernon—¡DETENTE! ¡Ah! —Chloe perdió el equilibrio y cayó de espaldas.
La puerta estaba abierta, y Vernon se encontraba justo en frente de ella. Tenía una sonrisa maliciosa y sus ojos estaban tan oscuros y llenos de intención asesina.
Miró a Chloe y su sonrisa se hizo más amplia: —¿Estás bien, amor?
…
Chloe estaba tan impactada que su lengua se entumeció. Durante un breve instante, no veía a Vernon. Lo que veía era una versión más grande de Vicente.
Un monstruo que podría lastimar a cualquiera si estaba enfadado, y ella pensó que Vernon la lastimaría, igual que lo hizo Vicente.
—V—Vernon? —Chloe intentó llamar su nombre para asegurarse de que el hombre frente a ella era Vernon, no Vicente.