Rex se burló. —Te estás escondiendo secretos míos, tu jefe, ¿verdad? No olvides que tengo el contacto de tu Gerente.
—¿Qué tal si le digo a mi futura cuñada que estás engañando con su ex-gerente? Jeslyn frunció los labios.
—¡Y– tú! Hermano, tu esposa quiere arruinar mi relación. ¿No vas a decir nada?
—Ella no necesita hacer nada. Maverick dejó la taza de Jeslyn y la cargó en sus brazos. —Ya terminamos de comer —dijo y dejó la mesa.
—¡Wooo! ¡Hermano, el sol todavía está arriba! ¡Habrá demasiado sudor corriendo por sus cuerpos! Rex se burló.
—Déjanos preocuparnos por eso —replicó Maverick—.
—¡Está embarazada! ¡No metas otro! Rex no se daría por vencido. Hay una alegría especial en burlarse de su hermano.
—No es una mala idea —agregó Maverick antes de salir del umbral del comedor—.
—¡Maldita sea! Tengo que ir a espiar a esos dos.
Justo cuando Rex estaba a punto de levantarse, Valen sostuvo sus pantalones y los bajó, lo que lo obligó a mirar hacia abajo.