Davis estaba tan furioso que arrojó al niño contra la pared, provocando que cayera sobre un cuerpo muerto. Lo que más odiaba Davis era ser comparado con Rex. ¿Cómo se atrevían el padre y el hijo a verlo como a un debilucho?! Tomó la pistola del único guardia que vino con él y la apuntó hacia Valen.
—Tu boca te metió en problemas. Culpa a ti mismo por tus desgracias—.
—¡No te atrevas! —Maverick intentaba levantarse, pero su herida no se lo permitía.