Jeslyn se despertó repentinamente con sudor por todo su cuerpo. Parecía casi sin aliento. Al ver dónde estaba, tomó una respiración profunda para calmar su acelerado corazón.
Solo había tenido una pesadilla en la que alguien cuyo rostro no podía ver desmoronó a su familia, mató a su esposo, a su hijo y se casó con ella. Tomó su teléfono y llamó a Amarillo, quien la aseguró que Valen estaba bien. Luego llamó a Rex, quien también estaba haciéndolo muy bien en el hotel.
Aunque le dijeron a Jeslyn que su familia estaba bien, aún no podía sentirse relajada o dormir nuevamente, por lo que bajó de la cama.
Un rato después, se la vio paseando por el jardín de Hwang, permitiendo que la brisa fresca se llevara su inquietud. El fresco olor de las flores la tranquilizó, era solo un sueño.
Perdida en sus pensamientos, se sobresaltó cuando se puso algo sobre los hombros. Lo tocó y al mismo tiempo miró hacia atrás. Era un abrigo de piel blanca el que se le había puesto.