POV SAMANTHA
Era la hora del descanso y yo estaba en la biblioteca esperando a que llegase Tylor. No es que tuviera muchas ganas de hablar, y menos de lo de esta mañana, pero sé que ella vendrá y me preguntará cosas de las cuales no tengo ni la menor idea de porque pasan.
Cuando veo que Tylor entra en la biblioteca, llevo las mangas de mi sudadera hasta las manos para evitar que vea algún posible corte considerablemente reciente, no quiero que me dé una lectura del por qué no es bueno que los tenga.
- ¿Has escuchado hablar del chico nuevo?
- ¿De qué hablas?
-Vale… supongo que no. Te cuento…
Realmente no tengo ni la menor idea de que es lo que ha estado hablando ni por cuanto tiempo. No tenía cabeza para escuchar cosas que no me interesan, sobre todo si tenemos en cuenta que probablemente acabaría por ser una de las personas que me golpeasen y me insultasen todos los días en este instituto.
-Sam, ¿Qué es lo que te pasa?
-A mi nada, ¿por?
-Porque no has escuchado nada de lo que he dicho en los últimos diez minutos.
-Es que sabes de sobra que no me interesa escuchar esas cosas, menos de alguien nuevo que viene al instituto.
- ¿Es que acaso no te da pena saber que no tiene amigos?
-Pronto los hará. Además ¿Qué quieres que haga yo con eso? Yo tampoco los tengo.
- ¿Entonces yo soy invisible?
-Claro que no Ty, pero realmente no sé qué quieres que haga que el chico no tenga amigos, no tardará mucho en conseguirlos.
-Debo decir que el chico es mono, pero no solo eso y esto te interesará.
-Lo dudo, pero dilo.
-Es el nuevo capitán del equipo de fútbol.
- ¿QUÉ?
-Lo que escuchaste, pero baja la voz.
Esto no podía estar pasando. ¿Por qué mierda era el nuevo capitán del equipo? Esto solo empeorará haciendo que Jackson me dé más palizas las cuales no quiero que pasen.
-Eh, ¿segura que estás bien?
-Te he dicho que sí.
-Pues no es lo que parece. ¿Por qué estás temblando?
-Por nada, y de verdad te agradecería que me dejases sola.
-No lo voy a hacer.
-Pues vale, quédate.
Me levanté y salí de la biblioteca. Puede ser que en este momento me estuviese comportando como una zorra con la única amiga que tenía, pero realmente necesitaba salir de aquí y respirar, porque es como si no tuviese aire a mi alrededor, lo que era un signo de ataque de ansiedad y estoy completamente segura de que en caso de que Tylor se diese cuenta de que los tengo, se lo diría a mi madre lo que haría que se preocupase más de lo que ya estaba por sí misma.
Choqué con un par de personas en mi escapada hacia el exterior y escuché como me decían de todo, pero antes de que pudiese salir, alguien me empuja hacia la pared de al lado y acabo en el suelo.
- ¿Pero mirad a quién tenemos aquí? ¿Acaso te estabas escondiendo de mí, estúpida? Sabes que eso no me gusta, y menos ahora que dejo de ser capitán por el estúpido ese.
Ya no tuve tiempo de levantarme ni decir nada porque me empieza a golpear y a darme patadas. Antes de que pueda golpearme la cara, me cubro con mis brazos hasta que escucho a alguien gritando desde el otro lado del pasillo y realmente no tengo ni la menor idea de lo que pasa después de todo eso porque todo se vuelve negro.
POV ANDRÉ
Estaba andando por los pasillos intentando conocer el instituto y no perderme en él mañana. Durante el día estuve buscando a Samantha, pero no pude encontrarla por ningún lado, asique supongo que era posible que se fuese de clases o que estaba en algún otro lugar.
No sé que es lo que me pasaba con esa chica exactamente, solo sé que algo dentro de mí me decía que tenía que protegerla, pero no sé de qué, y me parecía hermosa. Realmente hermosa, creo que nunca había visto a alguien así en mi vida. Su pelo ondulado y castaño oscuro, me recuerda al de mi madre, y los ojos azules, al cielo cuando está despejado.
La cuestión es que estuve toda la mañana sin hacer demasiado, hablando con algunas personas, pero más que nada escuchando que hablaban de una chica a la cual al parecer todo el mundo odiaba. Todo lo que escuché de esa chica eran cosas sin sentido, y no porque fuesen ideas descabelladas, sino porque me daba la sensación de que decían esas cosas porque lo decían los populares de instituto, y si algo odio son las personas que hacen bullying, porque estoy más que seguro que eso es lo que estaba pasando. Lo único que quería hacer era encontrar a esa chica y ayudarla.
Al fin había llegado la hora de salir del instituto cuando veo un montón de personas juntas y diciendo que golpeasen a no sé qué, o al menos hasta que veo a alguien en el suelo con los brazos sobre su cabeza y una chica intentando llegar a la persona del suelo de no ser porque la están aguantando para que no vayan.
- ¡¡¡¡Hey!!!!
Empecé a correr a donde estaban todos, y como pude me colé en medio de toda la gente. Me puse delante de la persona que estaba en el suelo y la chica a la cual estaba agarrando no tarda nada en arrodillarse junto a la persona detrás de mí.
-Apártate si no quieres recibir tú también.
-No.
- ¿Acaso te crees guay por ser el nuevo capitán del equipo? ¿Piensas que por eso no te golpearé?
-Me da exactamente igual ser el capitán del equipo, pero ¿no crees que es caer bajo golpear a alguien que está indefenso?
-Es una inútil. Tú no la conoces como lo hacemos nosotros.
-Puede ser que no conozca a esta persona detrás de mí, pero eso no implica que os vaya a dejar golpearla así como si nada.
-Eres un estúpido si te piensas que eso me va a detener.
-Entonces yo te reto a que intentes golpearme a mí en vez de a ella.
-Estás loco, en serio te lo digo. ¿Realmente crees que puedes conmigo?
Escuché como todos los que estaban detrás de él se reían, pero la verdad es que a mí ni gracia me hacía. No sé qué es lo que le veían a golpear a personas por placer, era estúpido, pero este iba a aprender a no meterse con nadie.
Este iba a lanzarse a por mí hasta que escucho como alguien dice que un profesor viene hacia aquí lo cual hace que se largue todo el mundo, no sin antes decirme que esto no quedaría así.
En cuanto todos se fueron, me agaché para asegurarme que estaba bien, pero estoy bastante sorprendido cuando veo a la chica de esta mañana en el suelo inconsciente con la otra chica que estaba tratando de llegar a ella.
-Mierda, Sam.
-Debemos ir a la enfermería.
-Yo no puedo con ella.
-Yo la llevo. Tu guíame hacía allí.
Cogí a Samantha en mis brazos mientras su amiga se dirigía a lo que supongo que era la enfermería. Nada más entrar dentro, aparece la doctora que al parecer no tarda demasiado en darse cuenta que es lo que ha pasado con ella.
- ¿Qué le ha pasado esta vez Tylor? ¿Se ha caído por las escaleras?
-Yo… Em… No sé…
-Sé lo que está pasando con Samantha, y por mucho que ella se empeñe a no decirle nada a nadie, los profesores lo deben saber.
-No van a hacer nada, nunca lo hacen.
-Eso no es cierto.
-Yo no voy a hacer nada que ella no quiera.
-Sé que quieres que tu amiga mejore, pero esta no es la manera.
-Ella es lo que cree.
-Pero es ella quien no tiene razón. Piénsalo bien Tylor, porque ambas sabemos que esto no va a mejorar.
-Lo sé.
-Pues piénsatelo, porque si no seré yo quién se lo diga. Y ahora tendré que llamar a su madre.
-No lo hagas… por favor…
-Lo siento Tylor, pero tengo que hacerlo. Ya es mucho que no lo haya hecho durante todo este tiempo.
Con eso, la doctora salió de la enfermería dejándonos solos a nosotros tres. La verdad es que no había entendido mucho, bueno sí, pero me costaba creer que alguien pudiese hacerle eso a otra persona, sobre todo a Samantha.
-Gracias por ayudarme a traerla aquí, ya te puedes ir si quieres.
-No.
En cuanto digo eso, la chica se gira en mi dirección mirándome sorprendida diría yo, lo cual no tiene sentido, al menos para mí.
- ¿Perdón?
-No me voy a ir, quiero asegurarme de que está bien.
- ¿Por qué te interesa Sam?
-Porque por lo poco que hablé con ella es maja y nadie se merece ser tratado como lo fue ella.
-Espera, espera, espera… ¿En qué momento hablaste con ella?
-Esta mañana. No tenía ni la menor idea de donde quedaba la clase de biología, y se lo pregunté.
- ¿Entonces no tienes intención de unirte al lado de los otros?
-No sé de qué bando me estás hablando realmente, pero si te refieres a que seré uno de esos estúpidos te puedo asegurar de que eso no va a pasar.
En nada, se levanta y me abraza, cosa que no me esperaba para nada, y en cuanto se aparta veo un par de lágrimas en sus ojos lo que hace que esté confundido.
-Lo siento… Es que me emociona saber que no todo el mundo es así.
- ¿Acaso en este instituto son todos así?
- ¿Con ella? Si.
- ¿Por qué?
En ese mismo momento, entra una señora corriendo y se acerca a la camilla en la que estaba Samantha y empieza a llorar. Tylor se acerca a ella y la abraza. Al parecer la señora se estaba echando la culpa de algo lo cual no acabo por captar, y Tylor hace que se siente en la silla que hay al lado de la camilla.
- Jessica, esto no es tu culpa. Ella estaba haciendo todo lo que podía para que no te enterases.
- ¿Tú lo sabías?
-Desgraciadamente sí, pero ella no quería decírtelo, no quería preocuparte más de lo que estás.
-Es mi hija, claro que me voy a preocupar. Deberías habérmelo dicho.
-Lo sé, y lo siento, pero hice todo lo que pude para que no le pasase.
-Tendré que cambiarla de nuevo de colegio. A este paso no va a acabar los estudios.
-No la cambies Jessica. Haré todo lo que esté en mis manos para que no vuelva a pasar, pero por favor, no la cambies de instituto.
-Ya es la cuarta vez que pasa, y sé qué haces todo lo que es posible para que no le pase, pero no es suficiente.
-Haré más, lo prometo, pero por favor…
Tylor había empezado a llorar en cuanto la mujer, la cual supongo que es la madre de Samantha no la cambiase de colegio, y la verdad es que yo tampoco quería que se marchase.
-No es necesario que se vaya, yo la puedo ayudar.
En eso, dos cabezas se giran en mi dirección, una siendo la primera vez que debió de notar que estaba en la habitación.
- ¿Qué?
-Yo puedo ayudar a Samantha, la protegeré y no dejaré que nada le pase. Es más, le puedo decir siempre que algo le pase a usted.
-Es cierto, él fue el chico que la sacó de allí. Gracias a él, Sam no está peor. Él puede detenerlos.
-Sam nunca me habló de un chico.
-Acabo de llegar hoy al instituto, y no hablamos más que para que me dijese donde estaba la clase de biología.
- ¿Y cómo harás para evitarlo?
-No sé realmente, pero le aseguro señora que no dejaré que le pase nada. Es más, puedo hablar con unos colegas para que me ayuden. Ellos llegan mañana al instituto.
- ¿Harías eso por mi hija?
-Claro, ella no se merece todo lo que le estén haciendo.
- ¿Ves? No hay razón para que la saques del instituto.
-Está bien, de momento no la sacaré, pero en el momento en el que vuelva a pasar algo así la saco.
-No pasará.
-Me voy a hablar con el director.
-No hará nada.
-¿Por qué?
-Sam habló una vez con él, y resulta que el tipo no cree nada de lo que dice, ya que dice y repito textualmente "mi hijo no haría una cosa así"
- ¿Entonces el bastardo que le está haciendo esto a mi niña es el hijo del director?
-Si.
-Esto no puede empeorar más.
-Lo sé, pero ahora no le pasará nada. Estamos yo y André.
-Y mis colegas.
-Y sus colegas, no le pasará nada.
-Está bien, yo mejor me la llevo a casa para que descanse. ¿Vienes más tarde a casa?
-Claro que sí.
-También estás invitado si quieres venir.
-Gracias señora, pero iré a hablar con mis colegas para que mañana su hija no esté sola ni un solo momento.
Pude ver como una pequeña sonrisa se formó en el rostro de la señora, y yo no dude en devolvérsela. Las ayudé a meter a Samantha en el coche, y luego se fue, dejándonos a mí y a Tylor solos.
-Ah, me llamo Tylor por cierto.
-André, encantado de conocerte.
-Igualmente. Ahora dime si es cierto lo que le dijiste a la madre de Sam.
- ¿El qué exactamente?
-El que la ayudarás y hablarás con unos colegas para ayudarme.
-Ayudarnos, y si, no mentí en eso, hoy mismo voy a hablar con ellos.
- ¿Por qué haces todo esto?
-Porque una, odio a ese tipo de personas que se meten con otras por el simple hecho de hacerse sentir superiores, y dos, porque como te dije antes, sé que es maja y hay algo que me hace querer protegerla.
- ¿Me estás diciendo que te gusta mi mejor amiga?
-Se podría decir algo así.
-No me lo puedo creer…
- ¿El qué?
-Que te guste ella. No me malinterpretes, sé que es guapa y todo eso, pero desde que la conozco nunca me habló de que alguien le dijese a ella que le gustase.
-Se me hace raro, pero no sé, algo me atrae de ella. No sé el qué.
-Bueno, pues creo que tú y yo podemos ser grandes amigos.
-Eso espero, pero ¿te puedo hacer una pregunta?
-Claro, dispara
- ¿A qué se refería su madre con que a este paso no acabará los estudios?
-No es la primera vez que algo así le pasa a Sam.
- ¿De qué hablas exactamente?
-A que no es la primera vez que sufre bullying. Realmente Jessica no sabe mucho, solo que se lo hacían, y de eso se enteró hace dos años.
- ¿Y tú sabes algo?
-No habla de eso, con nadie, por lo que no, no tengo ni la menor idea de nada, solo de lo que veo.
- ¿Cuántas veces cambió de colegio?
-Con esta es la cuarta, y realmente se está quedando si opciones. No quiero perder a mi mejor amiga por un par de estúpidos.
-No lo harás. Samantha no tendrá que cambiar más de colegio, te lo prometo. Haré todo lo que esté en mi mano para que eso no pase.
-Gracias André, de verdad.
-No es nada, ahora debo irme a mi casa para ver cómo está mi hermana y luego hablar con mis colegas.
-Está bien. Si te desocupas pronto, podrías venir a casa de Sam, estoy más que segura que Jessica te lo quiere agradecer, y podríamos darle algo así como una sorpresa a Sam con que tiene un nuevo amigo.
-Lo intentaré.
Con eso me dio un abrazo e intercambiamos números para poder hablar más tarde y me contase que tal estaba Samantha, porque estoy más que seguro que tendría que responder todas las preguntas de mis amigos en cuanto le pidiese ese favor a pesar de que entenderían mejor que nadie el porqué de lo haría. No dejaría que pasase lo mismo que le pasó a mi hermana, no si puedo evitarlo.