章 164: 160)Follando a Tonks
Andromeda estaba en la cocina preparando el desayuno para su hija, que se encontraba en la sala de estar, pero un repentino grito de Tonks llamó su atención junto al sonido de un caminar a gran velocidad. Quiso saber qué sucedía, pero lo único que pudo ver fue cómo un borrón rojo pareció pasar rápidamente hacia los cuartos, llevándose a su hija. Dejó lo que estaba haciendo y los persiguió.
...
Abriendo la puerta de una patada y cerrándola de otra, ahora ambos estábamos solos. Antes de que Tonks pudiera tener tiempo de preguntar, la arrojé sobre la cama y pudo ver cómo me arrancaba la ropa de forma brusca.
Tonks estaba entre asustada y sorprendida. Que su novio apareciera hoy en su casa con su verdadero aspecto luego de desaparecer la noche anterior sin ningún aviso fue algo, pero que sin decir una palabra la cargara y la llevara hacia su habitación como un loco era otra cosa. Estaba segura de que podía ver la expresión de una bestia en mis ojos, y eso la hacía temblar.
"¿Qué está pasan...?" Preguntó ahora sintiéndose más segura en su habitación y lejos de su madre, pero aún estaba un poco preocupada por mi forma de actuar.
"¡¡¡FOLLAR YA!!!" Respondí de forma gutural.
"¡¿Qué...?!" preguntó por la respuesta repentina, pero sus pantalones ya tenían la entrepierna con una gran abertura luego de ser desgarrados por mis manos, y ni hablar de su ropa interior, que fue arrancada de un tirón.
"Follar!!!" Repetí mientras mi cuerpo empezaba a crecer, así como mi pene debido a que estaba usando [Ira].
"...Bien," terminó diciendo mientras abría sus piernas a los lados para dejar a la vista su hermoso coño con ese vello rosa.
Tonks tenía preguntas, pero viendo mi impaciencia y ansia, decidió esperar a que me calmara para preguntar. Esperaba que después de vaciar mis bolas pudiéramos hablar más claramente, además de que no le molestaba en absoluto tener un rato de intimidad; para eso éramos novios, y a ella también le vendría bien una buena sacudida matutina... pero no sabía en lo que se había metido.
No me contuve, y de una embestida, mi ahora enorme pene había entrado hasta las bolas dentro de Tonks, quien gritó por el impacto repentino en sus entrañas, pero no tuvo tiempo para tomar aliento, pues ya comencé con las repetidas embestidas.
Ella colocó sus manos sobre mi cuello para sostenerse y tratar de equilibrar su cuerpo mientras soportaba el castigo en sus caderas. Lo sentía rico, más de lo usual, pero le tomó un segundo adaptarse a la agresividad actual.
Ya más estable, empezó también a poner de su parte y moverse activamente para hacerle frente a ese novio que parecía querer romperla, no sería presa fácil. Quería dejar en claro que si quería su coño, tendría que pelear duramente por él.
'Chica ingenua'
...
Cuando Andromeda llegó frente a la habitación de su hija, el sonido del interior ya era inconfundiblemente el de animales apareandose. Además, la voz de su hija no estaba siendo particularmente contenida, y le era fácil escuchar cosas como...
"¿Por qué estás tan rudo? ¡¿Quieres romperme el coño?!... ¡¿Por qué te detienes?!... MÁS RÁPIDO"
"Suelta mis pezones, maldito animal, si quieres jugar con ellos chupa mis tetas como es debido... Sí, así, exprímelos... succiónalos hasta que no quede nada..."
"¡Quita ese dedo de mi culo o te prometo que no importa que explote otra vez, te volveré mi perra!"
Andromeda ya estaba sonrojada y completamente incómoda. No esperaba que lo que sucediera fuera que su yerno y su hija estaban teniendo un tiempo de calidad juntos.
Además, se avergonzó de lo que podía llegar a gritar su hija, mientras que de su yerno solo escuchaba gemidos. Se dio cuenta de que hoy parecían muy apasionados. Incluso desde el otro lado de la puerta, podía escuchar el golpeteo constante y la tortura que estaba sufriendo esa cama.
Sabiendo que ese par estaba muy concentrado en lo suyo como para considerar sus sentimientos, ella misma se encargó de colocar encantamientos silenciadores y se fue a cocinar nuevamente. Seguramente, con la intensidad con la que los escuchó, pensó que estarían hambrientos. Fue caminando hacia la cocina con una sonrisa falsa en su rostro y ojos vidriosos al recordar a su recientemente difunto marido.
...
Luego de una hora de intensa actividad, Tonks estaba completamente sudada y jadeando como un perro en un día de extremo calor. Miraba el techo con las mejillas sonrojadas, pensando que fue uno de los mejores revolcones que tuvieron hasta ahora.
Quiso mirar al hombre/niño que la había llevado al éxtasis tantas veces en una hora, pero se sorprendió cuando él no tenía una mirada de complacencia y satisfacción como la de ella, sino una que seguía siendo la de una bestia. Fue girada boca abajo en la cama antes de volver a ser asaltada por detrás.
Tonks mordió las sábanas mientras su coño recibía mas de lo que podía tragar y decidió que hoy solo sería un día para follar. Su novio parecía estar extremadamente intenso y luego de la hora anterior esperaba con ansias ese placer que casi la llevó al desmayo... aunque ya empezó a sentir su garganta un poco seca.
Emocionada, Tonks disfruto cada segundo de esas siguientes dos horas. Su coño estaba rojo y palpitante, además de ser una fuente de semen; sus caderas adoloridas, su estómago vacío y estaba completamente sedienta, pero aun así, una sonrisa llenó su rostro... por lo menos hasta que sintió que era levantada y su maltratado coño volvía a ser empalado sin su permiso.
"Espera, ya es suficiente", dijo rápidamente,sentía que fue suficiente por ahora. Aunque lo disfrutó mucho y querría hacerlo durante el resto de su vida, hizo todo este ejercicio con el estómago vacío y sentía que si no comía algo el rugido de su estómago sería el de un dragón.
"No, aún queda mucho mas aquí para ti"(Red)
"¡Espera! Por lo menos comamos algo antes de seguir, y necesito agua, perdí mucho líquido" dijo sin un toque de vergüenza mientras empujaba con sus manos mi pecho, separando su coño de mi pene y manchando el piso con el semen que caía de dentro de ella "También una poción para curar lo que le hiciste a mi coño y entrañas"
"Yo me encargo de eso", dije mientras volvía a empujarla hacia abajo y empalandola.
Tonks quería seguir protestando, pero empezó a sentir una corriente de energía invadiendo su cuerpo, recuperándola poco a poco. Sabía bien lo que era, era la curación de la magia de sangre.
La habían usado anteriormente para el mismo motivo. No era la primera vez que tenían una sesión larga de sexo, solo que esta vez fue mucho más intensa de lo que acostumbraban. Pensando en eso, Tonks tembló un poco, si de ahora en adelante cada vez que lo hicieran sería así, tendrían que usar esa curación más seguido.
El dolor, el hambre y la sed se fueron atenuando poco a poco. Aunque todavía le incomodaban, sabía que con el tiempo ya no serían una molestia tan grande. Al mirarme, notó que no parecía haber pensado en parar esto, y presenciando cómo ignoré sus súplicas para que nos detuviéramos, frunció los labios y comenzó a usar su poder de metamorfomaga para apretar su coño.
Estaba un poco enojada de que no le tuviera consideración y sabiendo que usaría mi poder para alimentarla y poder seguir, decidió que se aseguraría de hacerme sufrir por estar tan cachondo.
Planeaba hacerlo hasta que fuera yo quien pidiera clemencia y mi pene ya no pudiera ponerse duro... aunque le sería difícil si seguía corriéndose con la misma frecuencia e intensidad con la que venía hasta ahora.
Aún con eso, sin perder el impulso, se concentró lo más que pudo ahora que podía, y sus tetas crecieron varias tallas. Su lengua se alargó e invadió mi boca y, por último, dentro de su coño aparecieron varias protuberancias carnosas pero suaves que apretaban mi pene, succionándolo a su interior... además de que sus labios parecieron volverse ventosas aferrándose a él.
Así continuó la lucha, pero Tonks no sabía que estaba destinada a perder, y no solo eso, estaba destinada a sufrir.
...
Sin verlos durante toda la mañana, había llegado el mediodía y su hija y yerno aún no habían salido de la habitación, así que pensó que lo hicieron tan intensamente que se quedaron dormidos. Envidiando la energía de los jóvenes, se dirigió al cuarto para llevarles el almuerzo que había preparado.
"Deberían estar hambrientos", pensó.
Pero el problema fue que cuando retiró el encantamiento silenciador para llamar a la puerta, volvió a escuchar el incesante sonido de la lujuria. Esto la sorprendió un poco, pero rápidamente frunció el ceño arrepentida.
Se había esforzado por hacer una comida nutritiva para ellos, y lo único que recibió fue que le restregaran en la cara lo que parecía el sexo más salvaje de la historia. Estaba segura de que el sonido ya era tan fuerte que casi podía crear la imagen mental completa.
Andromeda no se dio cuenta de lo irracional que era su enojo. Era la segunda vez que los gemidos de su hija la sobresaltaban, pero no estaba de ánimos para ser considerada. Durante la mañana ya se había ahogado en la tristeza, pero ahora volvieron a recordárselo y no estaba contenta.
*TOC**TOC**TOC*
"Aquí les dejo la comida", gritó hacia el interior antes de dejar los platos en el suelo y bajar nuevamente llena de celos por la vida feliz que perdió.
...
Andromeda ni siquiera puso los encantamientos silenciadores, esperando escuchar cuando se detendrían para buscar la comida, pero se arrepintió cuando nunca los escuchó parar. Tuvo que volver a subir y gritarles un poco enojada mientras volvía a poner los encantamientos.
Estaba un poco frustrada, pero también feliz de que su hija tuviera una pareja tan enérgica.
...
Era por la tarde, y Andromeda volvió a subir para ver cómo estaban esos dos, pero se sobresaltó cuando vio los platos fuera de la puerta, ya fríos y sin señales de haber sido tocados en lo más mínimo. Retiró el encantamiento nuevamente y volvió a escuchar a las bestias apareándose antes de volverlos a colocar.
Si la primera vez se fue triste y la segunda celosa, entonces ahora estaba sorprendida. No sabía si hacían entretiempos, pero tenía que reconocer que se esforzaban mucho en la cama. Estaba segura de que si no se usaban hechizos anticonceptivos, el año siguiente sería abuela.
...
Volvió por la noche, aunque preparó la cena, no la subió y fue con curiosidad a ver si por fin se habían detenido. Este día fue uno de los que menos se acercó a su propia habitación con tal de no pasar por la de su hija y sentir las vibraciones del suelo.
"Oh, Merlin," exclamó al volver a presenciar la escena, preocupándose un poco. "¿Están bien ustedes dos? No creen que es un poco mucho, se van a lastimar," dijo preocupada desde el otro lado de la puerta.
"OH, DIOSSSsssss...!!! Estamos bien, ¡Súper bien! y recién empezamos."(Red)
Andromeda se avergonzó al escuchar a su yerno viniéndose, probablemente dentro de su hija, pero entendió que estaban bien, para su sorpresa. Solo pudo callarse y volver a escuchar cómo empezaban a machacar otra vez a su hija.
Esta vez ya no puso los encantamientos y se quedó escuchando un rato para asegurarse de que todo estuviera bien... o más bien, si de verdad pasaban las cosas dentro de la habitación como lo imaginaba.
Luego de unos minutos bajó a comer, aún escuchándolos desde su planta baja. Cenó con un sonrojo antinatural en su rostro y luego volvió a su habitación.
Llegadas las 22:00 de la noche y sin ver señales de que se detuvieran, pensó en volver a colocar los encantamientos silenciadores. A las 23 ya estaba en una bata fuera de la puerta de la habitación de su hija con la varita en la mano pero sin hacer nada.
En algún momento se sentó contra la pared y así escuchó lo que sucedía dentro de la habitación para "comprobar qué es lo que estaba pasando dentro", o por lo menos esa fue la excusa que se dio para justificarse.
Los constantes gemidos llegaron a excitarla luego de tanto tiempo, y sus piernas se frotaban entre sí. Líquido corría entre sus piernas y sin darse cuenta había empezado a frotar su clítoris con sus dedos.
Quizás por sincronizarse intuitivamente, el ritmo de su mano coordinó con el de los golpeteos de la habitación. Incluso su liberación luego de tanto tiempo sola fue casi a la par con su hija y yerno. Cuando se dio cuenta de ello, se avergonzó, pero también asustó porque sabía lo intenso que fue seguirles el ritmo y lo que implicaba.
Pensó en irse y tratar de buscar un modo de ahogar esa vergüenza por masturbarse con los sonidos de su hija y yerno cogiendo, pero al escucharlos seguir también pensó que quizás podía hacerlo una vez más. Desde que murió su marido, había tenido poco amor, e incluso antes de su muerte había tenido un par de meses débiles en ese aspecto.
Sabiendo que ya no podría mirarlos a la cara por lo que había hecho, decidió darse un gusto más para aprovechar que ya la había cagado. Volvió a meter su mano entre sus piernas y poco después volvió a tomar su varita del suelo para usar algunos trucos que había aprendido con el tiempo.
Para cuando quiso acordarse, no fue solo una segunda vez, sino una tercera... una cuarta... una...
Terminó quedándose dormida contra la pared luego de haber dejado gran parte del agua de su cuerpo en el suelo. Se sintió exhausta pero aliviada.
Despertó a la mañana siguiente con el sonido de la habitación aún presente. Quería morir en ese momento que estaba más lúcida. Se levantó rápidamente para huir y evitar ser encontrada, pero resbaló en el suelo y el deseo de morir creció.
Limpió el lugar con magia y trató de actuar como que nada pasó, pero era imposible, estaba paranoica pensando que la habían descubierto. Luego se dio cuenta de que no debía preocuparse porque la pareja de animales cachondos de su casa aún no salían, y deseó con fuerza que estuvieran tan concentrados en lo suyo que no descubrieran lo puta que resultó ser.
El resto del día, aunque no salieron en lo absoluto, no mejoró para Andromeda. Ya no puso el encantamiento silenciador y los escuchó hora tras hora. Estaba enojada, avergonzada, frustrada y cachonda. Se resistió a volver a tocarse como una puta otra vez, pero terminó cediendo varias veces en el día luego de aguantar algunas horas cada vez.
Para cuando su hija y su yerno al fin terminaron por la noche del segundo día y por fin bajaron, Andromeda tenía un aspecto algo desalineado. De tantas veces que arremangó su ropa o se tuvo que cambiar, su vestido estaba muy arrugado, además de que ya no usaba ropa interior. Su cabello estaba arreglado, pero se veía que fue algo hecho a las apuradas porque aún quedaban marcas de lo alborotado que estuvo.
Cuando presenció cómo bajaban las escaleras tenía una mirada de odio, pero también de alivio. No sabe qué pasaría si siguieran; ya sentía que cayó lo más bajo que podía caer como madre, y los pensamientos que tuvo ... (//O∇O//)
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