章 341: ¡No estamos predestinados!

Un minuto atrás, Jordan todavía estaba a merced de los Howard. Pero en momento, las vidas de todos los Howard estaban bajo su control. 

Al ver que apuntaba con su pistola a Martin y que parecía querer matarlo, todos se pusieron muy nerviosos.

—¡Basta! Jordan, bastardo. ¡Si te atreves a poner un dedo sobre mi abuelo, te mataré! —Brad gritó impotente. 

Clarice gritó también: —¡Si te atreves a disparar y matar a alguno de nosotros, no podrás salir vivo de este patio!

Jordan se exasperó al escuchar las palabras de Brad, ¡porque llevaba mucho tiempo aguantándolo! Cuando él y Hailey estaban en la etapa más cariñosa de su relación, él se acostaba en secreto con su esposa mientras se dirigía al trabajo cada mañana. ¡Incluso dieron a luz a un hijo bastardo!