Mia trató de reprimir su anhelo por Pete.
Pronto llegó a su casa. Entró en su estudio con tristeza, abrió sus papeles de práctica y comenzó a revisarlos.
Aunque no estuvieran destinados a serlo, ella seguía queriendo perseguirle y experimentar lo que él había vivido.
Mia empezó a estudiar en serio.
Para otros, tener un enamoramiento puede ser doloroso y puede hacer que uno se deprima. Sin embargo, para Mia, esta era su única motivación en la vida.
Después de estudiar durante un largo rato, Mia empezó a cabecear poco a poco.
Pronto se quedó dormida en su escritorio.
Sin embargo, fue en ese momento cuando su teléfono móvil sonó de repente. En la pantalla, la notificación mostraba que había recibido un mensaje de texto. El remitente era Pete.
-
En la cacería.
A medida que se hacía tarde, las personas que debían marcharse se iban, y las que debían descansar se iban a descansar por la noche.