Al principio, Nora había pensado que, aunque era evidente que Ruth le estaba poniendo las cosas difíciles, en realidad estaba actuando de acuerdo con el reglamento.
Tras interrogar a los sospechosos y descubrir que el cerebro último de la misteriosa organización era Yvette, deberá interrogar a Nora. Pero Nora no era una persona cualquiera. Era personal interno del departamento especial.
Aunque quisieran interrogarla, deberían haber pedido permiso a Morris primero. Después de todo, era alguien a quien Morris había reclutado especialmente.