El coche de Lily no pudo entrar porque las puertas estaban completamente bloqueadas.
Sólo pudo aparcar el coche en el arcén. Con el informe de la prueba de ADN en la mano, rodeó a la multitud y se dirigió a Nora.
Nora seguía de pie a un lado y observando. Tras recibir el informe de Lily, las comisuras de sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba: ¡era tal y como había esperado!
Sin embargo, no dio un paso adelante para decir nada. En cambio, siguió observando la situación con una mirada que parecía tener toda la situación bajo control.
Lily susurró: —Anti, puedo finalmente...
Estiró dos dedos, hizo un gesto como si una figurita caminara, y preguntó alegremente: —... ¿Ya te vas a la cama?
—... Adelante —respondió Nora.
—¡Uf!