Con esta frase, los dos oyeron el sonido de un teclado golpeando procedente de Solo.
Solo tecleó mientras decía: —Dame cinco minutos. Encontraré a esa persona.
Warren y Maureen no tuvieron más remedio que creer que era Solo. Al fin y al cabo, ¡todos los virus de la empresa habían sido reparados!
Warren se emocionó hasta las lágrimas.
—¡Gracias!
Solo respondió: —No me des las gracias. Debería ser yo quien te diera las gracias.
Estaba agradecido porque le habían dado una gran oportunidad de escapar de Anti. Cuando pensó en su futura libertad, se emocionó tanto que casi lloró.
Warren: —¿?
Maureen: —¿?
Los dos se miraron. Warren levantó las cejas. ¿Por qué era tan extraña la personalidad del Todopoderoso? Aceptó una cantidad tan pequeña de dinero y les ayudó tanto, ¿y aun así quiere darles las gracias? ¿Podría ser que se sintiera atraído por su encanto y quisiera trabajar con él?