El resto del viaje lo recorriendo en un silencio solo por el sonido de la bolsa de comida al ser vaciada rápidamente por su propietario.
Apenas se bajaron del automóvil fueron recibidos por un par de personas de forma apresurada.
"Señor Hoshino, lo que esperando" habló de la primera vez que se logró recuperar el aire por la caminata rápida desde la recepción.
"Señor, ¿tienes algún accidente?", exclamó el segundo, asustado de que le haya pasado algo al hijo de su jefe.
"¿Podemos hace algo por ustedes?", lo que se aplica al tercero, siguiendo la misma línea de pensamiento, si se han retrasado como algo importante que se ha pasado.
"Cálmense caballeros, solo pasamos una compra algo de comer en el camino", dijo el secretario Kim, al ver la cara de molestia de su jefe.
"Oh, con que es así" suspiró aliviado el segundo.
Hoshino les dirigió una última mirada antes de pasarlos caminando para entrar en el hotel. Asier lo siguió, dos pasos por detrás, mientras terminaba el último pastel y botaba la bolsa en un basurero cercano.
"Denme un pañuelo" Hoshino le habló a un miembro del personal del hotel que se acerca a darles la bienvenida.
"Por supuesto señor" y en menos de un minuto de aparición un pañuelo de un hermoso tono turquesa en sus manos, entregándoselo a Hoshino.
"Es para el chico detrás de mí" Hoshino apuntó con la cabeza a Asier mientras hablaba con lo personal.
La persona se acercó a Asier y se le entregó "Aquí tiene caballero".
"Oh, gracias" sonrió amablemente al señor, para luego desviar la mirada hacia Hoshino que no había dejado de observar todo este tiempo.
Como si viera la pregunta en sus ojos, le respondió "Estas llenos de migas de los pasteles, deberías aprender a comer".
Asier simplemente lo miró un momento antes de limpiar el rostro, sabía que estaba intentando hacer algo, pero no contaba con que no era un niño mentalmente, algo como migas de pasteles no le provocación nada, anteriormente era el estado más susceptible al mal humor por la falta de sueño y de comida, pero ahora que era con la barriga llena, podría volver a su estado de interés.
Hoshino al ver que no hubo reacción a su provocación se dio la vuelta frustrado por un momento, asombrado por sus emociones, el metió en lo más profundo de su cabeza, tiempo de trabajo, no debe estar jugando como un niño.
En la recepción les entregaron sus tarjetas de habitación, Hoshino subió hasta la 401, tenía una habitación para él solo, en cambio, Asier subió hasta un piso más abajo, a la 307, al entrar en la habitación vio una de las camas llena de las pertenencias de alguien, la persona no estaba presente, por un lado, no fue hasta que se acercó al baño que escuchó la ducha funcionando.
En caso de que la persona no haya tenido que hacer que él estaba antes de salir hizo la mayor cantidad de ruido y desempacaba sus cosas, incluso llamó por teléfono para que la otra persona escuchara su voz desde dentro.
"Hola Biel"
"¿Asier? ¿Por qué llamas? ¿No hay manera de estar trabajando?", un pesar de que su relación se había mejorado en el último tiempo, gracias a sus arduos esfuerzos aún sigue siendo incomodo mantener conversaciones largas, debido a que no tenían mucho de qué hablar.
"Estoy en el hotel en este momento, estamos libres hasta la hora del almuerzo"
"Oh, con que es así"
Silencio.
"Mmm… ¿y para que llamabas? ¿pasó algo?"
"No realmente, solo quería decir hola" murmuro Asier un tanto avergonzado, realmente no tenía una razón para llamarlo.
Silencio.
"Entonces supongo que ¿hola?" Biel preguntó dubitativo.
"Nos vemos cuando vuelva, llegó mi compañero de cuarto" no era del todo cierto, la persona aún no salía del baño, pero la ducha había acabado hace un minuto, por lo que debe estar a punto de salir.
"Está bien, nos vemos" pausa "mmm… ya sabes… esto…" Biel comenzó a divagar avergonzado.
"¿Qué sucede?" preguntó Asier curioso.
"Llámame antes de tomar el vuelo de vuelta, de iré a buscar al aeropuerto" soltó Biel rápidamente con el rostro rojo que no podía ser visto por nadie, antes de colgar sin esperar respuesta.
Asier miró por unos momentos la pantalla del teléfono que mostraba la finalización de la llamada, antes de soltar una leve risa sincera, su nuevo hermano era muy adorable cuando estaba avergonzado.
Justo en ese momento se abrió la puerta del baño y dejó paso a un muchacho de cabellos rojos y ojos del mismo color, con tez pálida y un cuerpo delgado sin ninguna marca de musculatura, era más pequeño que Asier, debería estar alrededor del metro setenta y dos, y tenía un rostro tan juvenil y lindo que parecía un niño de 12 años, aunque estaba seguro que esa no era su edad, porque él era el participante más pequeño en el programa.
El chico lo miró por unos momentos sin decir una sola palabra mientras lo analizaba con la mirada.
Asier frunció el ceño.
¿Qué pasaba con este chico?
¿Por qué solo lo miraba sin decir una palabra?
Finalmente decidió dar el primer paso, ¿tal vez el chico era tímido?
"Hola, mi nombre es Asier Ricci, seré tu compañero de cuarto esta vez, es un gusto conocerte" sonrió amablemente.
Silencio.
El chico solo continuó mirándolo.
¿Tal vez no entendía lo que estaba diciendo?
Estaba seguro que su pronunciación era bastante buena, solo de vez en cuenta se le soltaba el acento de su idioma original.
Entonces ¿Por qué parecía que no le entendía?
"Ejem, ejem, ¿niño?" carraspeó.
Finalmente, el chico abrió la boca para hablar.
"Yo… nombre es Zeref Omri… gusta conocerte" contestó el chico lentamente y con una pronunciación un poco deficiente.
"Tú…" pausa "este no es tu idioma natal ¿no?" preguntó Asier, aunque ya sabía la respuesta.
"No" murmuró el chico.
Asier: "¿Cuál es?".
Zeref: "Español, crecí hablando hasta los quince años, yo… llegué aquí dos años"
"Puedes hablarme en español" le contestó Asier en un fluido español con el acento de su país natal.
Zeref lo miró con los ojos abiertos "Oh, tu español es…"
Asier lo cortó "Puedo hablarlo perfecto, así que no te preocupes, con respecto al otro idioma ¿es muy difícil para ti?"
Zeref negó rápidamente con la cabeza "No, no, puedo entender todo lo que dicen los demás, también puedo leer y escribir, pero la pronunciación me sigue costando"
"Entiendo" Asier asintió.
"Tú..."
Asier lo cortó "Asier, mi nombre es Asier, puedes llamarme por mi nombre, eres mayor que yo de todas formas".
Mientras habían tenido la conversación Asier había recordado la información sobre este chico, su nombre era Zeref Omri, tenía 17 años y era el candidato principal para cantante de una banda de chicos que se había hecho popular últimamente y que se había quedado sin su vocalista principal.
Zeref asintió avergonzado "Asier, ¿quieres que bajemos juntos?".
¡Este chico era muy tímido!
¡Que adorable!
"Claro, espérame unos minutos, iré a tomar una ducha".
Asier se dio una ducha rápidamente y salió del baño aun mojado con una toalla alrededor de la cintura, el cabello había sido parcialmente secado con el frote de una toalla, por lo que los mechones saltaban por todos lados, dándole un aspecto juvenil y seductor, el rubor en sus mejillas debido a la ducha caliente, solo aumentaría el deseo de saltar encima de él si es que hubiera alguien en la habitación que pudiera mirarlo.
Se cambió a una camiseta negra de manga larga, un par de jeans azul oscuro y botas militares, junto a la cinta negra rodeando su cuello, era una costumbre que había adquirido en su vida anterior, no podía salir a ningún lado sin una cinta del color que fuera cubriéndole el cuello, no era por una razón estética ni de adorno, sino porque había tenido una cicatriz alrededor de todo su cuello, que podían notar las personas a simple vista, no le molestaba la cicatriz en sí misma, había tenido un montón en todo el cuerpo aún más feas que esa, pero le incomoda las miradas que le dirigían las otras personas, miradas llenas de lastima y curiosidad, lo peor era cuando comenzaban a hacer preguntas, simplemente no podía soportar que intentaran indagar en un pasado que no quería contarles.
Asier salió al pasillo del hotel donde lo estaba esperando Zeref apoyado en la pared.
De ahora en adelante todas las conversaciones que partan con ** significa que los personajes están hablando en español.
**
"Llegaste" Zeref sonrió.
"Vamos, ¿Cuánto queda para el almuerzo?" preguntó Asier mientras partían caminando.
"Mmm… déjame ver" sacó su teléfono "unos 35 minutos, ¿deberíamos ir a dar una vuelta por las instalaciones del hotel? Escuche que tienen una piscina, masajistas, un salón de belleza, entre otras cosas".
"Eso se escucha bien, no me molestaría recibir un masaje por unos minutos antes de ir a almorzar" sonrió soñadoramente.
"Entonces vamos" Zeref asintió, tampoco le vendría mal a él, últimamente había estado sobrecargado de trabajo.
**
El resto del camino lo recorrieron hablando solo la vida de cada uno, Zeref le contó cómo había llegado hace unos años al país debido a que su abuelo, quien era su cuidador, había fallecido de vejez y su única familia viva era su hermana mayor, quien se había casado hace años y tenía dos hijos de cinco años, ella vivía en el país, por lo que cuando se enteró de la muerte lo hizo venir a vivir a su casa, en donde se había quedado hasta ahora. Asier le contó algunas cosas que sabía sobre su nueva familia.
Apenas llegaron al lugar, todo el personal presente los trató amablemente y les prepararon una camilla, pidieron un masaje por veinte minutos para alcanzar a llegar a tiempo al restaurante de al frente. Asier estaba tan cansado en especial luego del baño caliente que a los cinco minutos se quedó profundamente dormido.
Soñó con la época en la que tenía diez años, estaba con su familia y su hermano menor en un parque de diversiones, era una representación de los días más felices de su niñez, antes de que ese mismo año comenzara el infierno que se había alargado por años. En el sueño caminaba tomado de la mano junto a su madre mientras le iban a comprar algodón de azúcar y palomitas de maíz, su hermano corría de un lado para el otro pidiendo subirse a los juegos, mientras lo instaba a que lo acompañara. Asier sintió la calidez del sueño al estar junto a sus seres queridos, lo que lo hizo dormir más profundamente, no quería despertarse de un sueño tan hermoso, pero al mismo tiempo tenía miedo de que el sueño continuara a lo que sucedería en unos días.
Cuando el tiempo se cumplió Zeref se levantó de su camilla y fue donde estaba Asier, encontrándose con la vista del masajista intentando despertarlo suavemente sin resultado. Zeref sintió que toda la ansiedad que había estado acumulando a lo largo de esta semana y en el viaje hasta aquí por ser mirado en menos y no lograr cumplir las expectativas de la compañía y de los televidentes desaparecían, ver a un niño más pequeño que él durmiendo tan profunda y relajadamente le hizo sentir que todas sus preocupaciones eran innecesarias y que todo estaría bien.
Mientras tanto, escondido en un rincón estaba uno de los camarógrafos asignados, grabando toda la escena, estos participantes se habían olvidado que serían grabados en todo momento y eran ajenos a lo que ocurría. A través del lente se veía el rostro de Asier murmurando en sueños con un rostro relajado y juvenil, mientras gruñía como un gatito cada vez que alguien lo movía suavemente o lo tocaba para despertarlo, el camarógrafo estaba feliz con las escenas que estaba capturando, estas tomas harían enloquecer a las fanáticas femeninas.
Luego de que el personal lo intentara despertar sin éxito, se giraron para mirar al chico que lo había acompañado, buscando una instrucción sobre qué hacer a continuación, habían escuchado que estos chicos debían partir en unos minutos, por lo que sabían que no podían dejarlo seguir durmiendo.
"Intentaré despertarlo" Zeref les contestó, mientras llegaba hasta la camilla, al mismo tiempo que el camarógrafo se movía para captar un mejor ángulo de la escena.
**
"Asier despierta, debemos ir a almorzar, nos mataran si no aparecemos" Zeref le dijo mientras lo movía de un lado al otro.
El pequeño gatito enojado, comenzó a gruñir "No quiero ir al hospital".
Zeref lo miró confundido "¿Hospital? Dijo almuerzo ¿por qué te llevaría al hospital cuando no estas enfermo?"
**
Asier volvió a gruñir mientras se giraba para lograr una mejor posición, todavía totalmente ajeno a la situación "mueve la operación para más tarde".
Zeref quien no lograba entender porque le decían estas palabras, solo pudo seguir zarandeándolo.
¿En estas situaciones las personas no dicen "mamá no quiero ir a clases" o cosas así?
Luego de cinco minutos más de batalla y una multitud de pellizcos en las mejillas y brazos Asier finalmente se despertó, levantó la mitad de su cuerpo de la camilla completamente aturdido, con el cabello para todos lados y ojos adormilados.
¿Esta no era su habitación?
Miró para todos lados aún con una bruma en los ojos hasta dar con la mirada de Zeref quien aún le sostenía el brazo que había estado a punto de pellizcar, cuando sus ojos se encontraron logró recordar todo lo sucedido, abrió ampliamente los ojos y se levantó apresuradamente.
**
"¿Qué hora es? ¿El almuerzo? ¿No vamos tarde cierto?" Asier soltó un montón de preguntas rápidamente sin respirar "¿por qué no me despertaron antes?"
Todo el personal que había estado presente: … ¡Eso fue exactamente lo que intentamos todo este tiempo!
"Vamos solo unos minutos tarde, intentamos despertarte, pero parece que tienes el sueño profundo" Zeref lo miró con una sonrisa reprimida al recordar la situación y el aspecto de su compañero en este momento.
"Oh" Asier asintió "la próxima vez puedes empujarme de donde esté durmiendo" lo miró seriamente "lo digo enserio, no lograras despertarme de otra manera".
Zeref ya no pudo reprimir más la risa y soltó una fuerte carcajada, el rostro lleno de seriedad de su compañero enmarcado por ese cabello para todos lados lo hacía ver demasiado tierno y divertido, en especial los dos mechones que parecían orejas de gato, le pegaban demasiado bien.
"Está bien" asintió luego de tomar aire y secarse las lágrimas "ahora vamos, aún tenemos que llegar al restaurante, el director no estará nada contento" ambos caminaron a la salida "Oh si, deberías arreglarte un poco el cabello" sonrió.
"¿Mi cabello?" Asier lo miró sin entender.
Sin contestarle, Zeref sacó su teléfono y le sacó una foto.
"Mira" sostuvo el celular frente a su rostro.
**
Asier abrió los ojos y se peinó rápidamente, le gustaría poder hacerse una cola de cabello, pero aún no tenía el largo suficiente.
Llegaron al restaurante luego de cinco minutos, encontraron fácilmente la mesa debido a que todos ya estaban sentados y conversando animadamente, apenas aparecieron los ojos se dieron vuelta hacia ellos.
"Aquí están nuestros invitados estrella, esta es una entrada espectacular" los saludó el director de forma sarcástica.
Asier carraspeo levemente "nos retrasamos un poco por mi culpa".
"¿Encontraste algo más importante que participar en nuestro programa?" les gritó enfadado, las personas frente a él ni siquiera eran famosas y se daban el lujo de llegar tarde, ¿creían que él estaba pintado?
Asier lo miró en silencio sin inmutarse ajeno al silencio que se había hecho en la mesa.
"Supongo que podría verse de esa manera" Asier le contestó seriamente.
Después de todo, dormir era una necesidad básica como comer y tomar agua, por lo que si era más importante que el programa ¿no?
La cara del anciano director enrojeció de ira, ¿este chico estaba burlándose de él?
Zeref consiente de la situación, le susurró ansiosamente en español "Asier, deberíamos sentarnos mejor, ven, antes que el director se enoje más" jalando de su manga para tomar asiento.
Desde una esquina, Hoshino estaba mirando toda la escena mientras tomaba una copa de vino.
¿Qué era tan importante que los había retrasado?
¿Habían tenido algún problema?
Tenía que admitir que estaba un poco preocupado, el pequeño gatito se veía serio cuando decía que había algo más importante con lo que se habían encontrado, no parecía que estuviera burlándose del director, aunque este cegado por la ira no se diera cuenta.
"Tú" gritó furioso el director.
"Siéntate, este problema es mío" susurró Asier en español mientras acariciaba la cabeza de Zeref.
No podía permitir que los niños se vieran involucrados en una pelea de adultos.
Zeref lo miró con ojos suplicantes "Pero…".
"Nada de peros ve a sentarte" lo reprendió suavemente, logrando que se sentara en una silla a un metro de él.
"Ahora" murmuro en voz baja para sí mismo "a encargarnos del dolor de culo".
"Si es tan importante ¿por qué no te marchas?" siguió provocando el director.
"Mmm… pero lo que vengo a hacer ahora igual es importante"
"Oh" exclamó con ironía "¿ahora el programa es importante?, crees que porque vienes de una familia adinerada y tienes un fuerte respaldo puedes pasar sobre todos como en tu pequeño círculo social, te lo advierto, ya no estas allí, aquí eres un don nadie que solo entró con contactos, así que no te vengas a hacer el listo conmigo, soy el director, si quiero te puede echar en cualquier momento"
Asier lo cortó "Hablaba de la comida" este director realmente era un hombre desagradable, es como si le hubieran soltado el tapón de la boca, o le hubieran conectado la boca con el culo, porque seguía soltando pura mier*da.
¿Intentaba asustarlo por ser el menor?
¿O quizás tenía algún resentimiento con él?
No me digas que el Asier anterior conocía a este tipo.
Negó con la cabeza.
No, eso es imposible.
El director quedó sin habla "…".
"Comer es importante, no puedo marcharme sin comer" Asier continuo.
Hoshino quien seguía mirando intentaba reprimir su risa, luego de ver al muchacho comerse más de diez pasteles seguidos sabía que hablaba enserio, este chico debe tener un apetito tremendo.
Bueno, está en crecimiento, debe ser por eso. Hoshino asintió en su corazón, totalmente convencido de sus suposiciones.
El resto de los presentes en la mesa seguían en silencio e incomodos, no se atrevían a intervenir ni a soltar una sola palabra, solo podían mirar ansiosamente la escena.
"¡Tú!" volvió a soltar el hombre.
"Oh, y tengo nombre, no soy [tú]" habló rápidamente Asier cortándolo.
Su nuevo nombre era bastante lindo ¿por qué lo llamaba de tú?, murmuró para sí mismo.
"Sé quién eres, crees que no he escuchado de ti, puede que no seas famoso en el círculo del entretenimiento, pero si en otras partes, eres conocido como un bastardo que usa a las mujeres y luego las bota, una persona desagradable de principio a fin, que se apoya en su poder para oprimir a los demás, al igual que tus hermanos, uno haciéndose el santurrón y el otro un completo incompetente, solo saben apoyarse en su abuelo y madre, son como sanguijuelas viviendo del prestigio de ellos."
Asier quien no había está enojado en ningún momento, y más bien se divertía con la ira del hombre, quedó petrificado por unos segundos.
Hoshino quien también se había estado divirtiendo con la escena también se congeló, nunca había apartado la vista del pequeño muchacho que se veía tan digno de pie frente a la mesa, por lo que mientras el resto de la mesa intentaban por todos los medios hacer ojos ciegos a la escena y no mirar a ninguno de los dos a la cara, él había visto completamente el cambio en el rostro del chico.
No había muchas cosas que molestaran a hacer y lo hicieran enojar, es más nunca le había gritado a otra persona, no porque se contuviera, sino porque nunca había sentido el deseo ni necesidad de hacerlo, solo pensar en gritar lo hacía sentir extraño, como si le hubiera salido una cola o un tercer brazo, era algo que no estaba ni pertenecía a él.
Su irá era mucho más peligrosa que una reacción violenta que hacía perder la razón, era un ira fría y silenciosa pero mortal y sedienta de sangre, como una espada, buscando el punto débil para generar el mayor daño posible, un daño mortal, su nivel de pensamiento y concentración se elevaba a los cielos.
Este fue el rostro que Hoshino vio aparecer, en su mente el gatito se había transformado en un gran depredador, uno que le hacía tener escalofríos por toda la espalda, listo para atacar el cuello de su presa, eran unos ojos sedientos de sangre y sufrimiento de otros. No podía imaginar como un niño en plena pubertad pudiera tener una mirada tan escalofriante, acompañado de una sonrisa que te helaba la sangre.
Sin embargo, la preocupación sobrepasó al miedo momentáneo que le había generado, toda esta situación se había generado porque la otra persona había atacado a su familia, lo había visto, el cambio se había generado en el momento que el director había atacado a sus hermanos, debía detener esto.
El director inicialmente había estado ajeno a lo que había provocado, ya que no estaba mirando a Asier al rostro en ese momento, sin embargo en el momento que un escalofrío le recorrió todo el cuero cabelludo giró bruscamente el rostro hacia él y vio la sonrisa diabólica en el rostro del chico, toda la ira que había estado acumulando a lo largo del día y que había soltado en esta comida se había evaporado, solo dejando el deseo primitivo de huida, quería correr, todo su cuerpo le decía que se alejara, que estaba en peligro, su intento de racionalizar la situación, su mente que intentaba decirle que frente a él solo había un chico de quince años, no lograba mandar la señal a su cuerpo, frente a él tenía a un demonio, uno que no pestañaría al acabar con él.
Hoshino interrumpió la situación "¿Qué quieres comer?" preguntó dirigiéndose a Asier.
Asier giró bruscamente la mirada hacia Hoshino sin entender "¿perdón?".
"Deberías ordenar" continúo intentando parecer indiferente a la mirada oscura que aún permanecía en los ojos del chico y que ahora sin querer se dirigía a él.
Asier lo siguió mirando sin entender ¿lo estaba ayudando?
El director quien se había librado de ser el centro de atención del diablo suspiró aliviado y se levantó rápidamente para ir al baño.
"Deberías ver el menú de postres, hay torta de trufas con chocolate" le comentó pareciendo indiferente, aunque sabía que le encantaban las cosas con chocolate, ¿cómo no saberlo cuando había ordenado solo postres con él?
La mención de la trufa y chocolate hicieron finalmente que Asier volviera a su expresión normal, y sonriera de manera brillante ante sus dos cosas favoritas, las trufas y el chocolate.
Hoshino quien vio el cambio en el chico suspiró aliviado, miró como Asier se acercaba rápidamente a su lado para arrebatarle el menú de las manos y sentar en la silla junto a él.
El resto de la mesa suspiró aliviado al ver que la tensión en la mesa se había aligerado y finalmente comenzaron a conversar entre ellos y a ordenar lo que iban a comer al camarero, incluso los camarógrafos quienes había estado manteniendo el aliento continuaron con la grabación.
"¿Qué desea ordenar caballero?" le preguntó el mesero.
Asier: "Quiero tres porciones de torta de chocolate trufa, un café con chocolate y crema, y un helado de naranja".
Hoshino quien estaba a su lado bebiendo vino estuvo a punto de atragantarse.
¿Qué clase de almuerzo era ese?
¡Solo pediste postres!
¿Tienes el azúcar baja o algo así?
El mesero quedó mirando a Asier por unos segundos, pensando que el joven debía estar bromeando, pero al ver que el muchacho no cambiaba su pedido, lo escribió lleno de dudas en su mente.
¿Era así como se alimentaban los niños hoy en día?
Cercano a Asier también había dos chicos que habían escuchado sus palabras, los reconoció inmediatamente, a su derecha estaba Rainer Khalil, lo había investigado antes de venir como a todos los demás, a pesar de que acaba de hacer su debut hace unos pocos meses a través de la participación en una serie televisiva, era muy famoso y había un montón de información de él, ya que había sido un talentoso jugador profesional de juegos electrónicos por casi cinco que se había retirado recientemente a la edad de 21 años para pasar al círculo del entretenimiento como actor, era un chico delgado y alto cercano al metro ochenta de cabello y ojos negros, con rasgos finos y bonitos.
El hombre junto a él era Liam Yuvenal, un chico de 23 años un cantante solista muy popular entre las chicas debido a su gran atractivo, tenía un cabello hasta un poco sobre los hombros de color dorado y ojos azules, siempre se le veía con camisas ligeras entreabiertas que le daban un aire seductor a su gran porte.
Ambos estaban mirando a Asier en este momento al escuchar su orden con incredulidad en sus ojos.
"Tráiganle el especial de hoy" Hoshino le habló al mesero.
"Por supuesto señor" asintió el mesero.
Al mismo tiempo "¿Eh?" Asier lo miró gruñendo.
"No me mires con esa cara, nadie te quitará todos tus dulces, pero debes comer un almuerzo decente antes, eres un niño en crecimiento, una alimentación a base de dulces no es buena, con razón estas tan pequeño y delgado, tu cuerpo no tiene ningún nutriente" Hoshino lo regañó suavemente, realmente le preocupaba la desastrosa alimentación del pequeño gatito.
Por unos momentos, se imaginó llevándoselo a casa y alimentándolo con comidas fortificadas y balanceadas como a su gato Kiki, sería un buen plan, podría darles de comer juntos y ver satisfecho el crecimiento de los dos.
Sin embargo, Asier no estaba en la misma línea de pensamiento que él "A quien llamas pequeño, soy lo suficientemente alto, mira" dijo mientras se levantaba de la silla, postrando orgullosamente su 1.78 metros.
En su vida pasado había querido ser modelo, sin embargo, su 1.58 metros no se lo había permitido en lo más mínimo.
¡Si hubiera tenido la estatura que tenía ahora podría haber triunfado!
"Oh" Hoshino lo miró indiferente, aunque la risa no podía ocultarse en sus ojos, mientras se levantaba de la silla para hacerle igualmente alarde de su tamaño.
"Mier*da, tu no cuentas, no puedes compararme contigo" gruñó Asier, al poder quedar solo a la altura de su pecho.
¡Ni siquiera le llegaba al hombro!
"Solo come, después de que termines tu comida puedes comerte todos los postres" le contestó Hoshino volviendo a sentarse e ignorando como el pequeño gatito gruñía rabioso, entre más lo miraba más lindo le parecía.
"Bien" contestó Asier también sentándose "pero quiero galletas con chispas de chocolate para comer antes de la fiesta de esta noche" dijo desvergonzadamente.
Hoshino levantó una ceja "¿Estas negociando conmigo?" había una leve sonrisa en sus labios que quería aflorar.
"Por supuesto" asintió con orgullo "además quiero que haya té y pasteles en la fiesta".
"¿Qué clase de fiesta nocturna sirve té?" esta vez ya no intentó ocultar su sonrisa, mostrándole a todos los presentes una hermosa dentadura que los dejó deslumbrados, el único completamente ajeno era Asier, quien estaba maquinando un plan para ganar lo mayor posible de esta discusión.
Asier le arqueo una ceja de vuelta "¿Quieres que beba alcohol? ¿no dijiste hace unos momentos que soy un niño en crecimiento? Debería consumir cosas saludables" sonrió con orgullo.
¿No era demasiado increíble su plan?
"Oh… ¿y los pasteles lo son?" preguntó irónicamente.
Continuó veloz como el viento pensando en excusas increíbles "Soy un niño con mucha energía, necesito azúcar" hasta Hoshino quedó asombrado por su nivel de ingenio.
Finalmente asintió en aprobación "Está bien" de todas formas estaba listo para aceptar desde el inicio, solo quería molestarlo un poco.
Asier quien pensaba que su plan había funcionado, comió en silencio orgulloso de sí mismo.
Hola a todos :) Este capítulo salió un poco más largo de lo normal, espero que les gusto. Nos vemos mañana con un nuevo capítulo :D