Al caer a un terreno firme sollozaba por que sabía que jamás volvería, pero sabía que me decía la verdad de que siempre estaríamos juntas, así que decidí hacer algo que nos uniera a todos, como era de noche sólo podíamos tratar de buscar refugio y dormir; a la mañana siguiente pudimos ver un lugar muy selvático había plantas de todos los tamaños y frutas variadas, incluso habíamos dormido cerca de un río, cuando iba caminando tropecé con algo que llamo mi curiosidad y era lo que Oráculo había llevado consigo, ropas para todos que no era la gran cosa sino una camisa, zapatos llanos, pantalones y pan.
Luego de lavarnos cada quien por su lado se vistieron los chicos con ropas nuevas, yo quedé con la misma, de igual manera ya me acostumbraba poco a poco, caminamos un buen rato hasta que vimos una cuidad curiosa con muchas cosas de metal, lo primero era saber donde estábamos y de allí buscar un herrero, vimos una gran fortificación de metal que empezaban a construir, ver las personas me hacía sentir como cuando tenía 8 años, eran personas muy altas a pesar de que Elvia para mi era alta a mi lado con 12 años de edad, enseguida notaron que éramos viajeros y nos vieron como amenaza.
Aunque si les daba curiosidad de que ayer no fueran atacados por towils eran como unos hombres altos y con varios ojos, si estaban cerca nuestro no los vimos ya que era de noche y si no se sentían amenazados simplemente nos ignoraban.
Conseguimos un gran herrero de descendencia vikinga ya que eso me parecía a mi por su aspecto físico sólo que la diferencia es que medían sus 3.13 de alto; eso ya de por sí era casi un gigante, al vernos a todos se extraño un poco hasta que vio en Manuel las marcas de las cadenas quemadas en nuestra muñeca, este sin preguntar sólo dice
Herrero: necesitan algo de mi.
Aunque su pregunta era más afirmación que otra cosa, le pedí 2 favores 1 quitarles las cadenas lisas a Franky y Hansen y por último hacernos algunos accesorios para nosotros.