Rouxi caminaba abrazado al brazo de León, no le molestaba, en cambio, se sentía más a gusto que ir sola. Su corazón estaba demasiado acomplejado, su mente seguía nublada debido a la imagen de su madre, se preguntaba si todavía estaba viva, y de ser así, porque la dejaría.
Tranquila Rouxi, piensa en otra cosa, tienes negocios importantes que atender, no puedes fallar, menos mostrar fallas ante ese despreciable ser, malditos hombres lujuriosos.
Ella comprendía lo relevante que es este negocio para su empresa y para sus empleados, incluso podría darles un buen bono si todo sale bien. Rouxi es una gran jefa, adorada por sus empleados debido a sus grandes capacidades de liderazgos, y claro, su increíble belleza fría.
A los ojos de las mujeres, Rouxi era un ejemplo a seguir y modelo de vida, su belleza e inteligencia eran sobresalientes, a la tierna edad de 20 años tomo el mando de la empresa y con todo su esfuerzo la llevo a la cima.
Los hombres no eran menos, para ellos, Rouxi era una diosa inalcanzable y pura que todos deseaban tener, pero nadie se atrevía a desear, muy pocos fueron los que intentaron coquetear con ella, todos fueron despedidos por ser pocos profesionales.
A ella no le interesa pequeñas conversaciones, pero cuando insisten en un momento de trabajo, se enojaba y no dudaba en despedir empleados, las ganancias son importantes. Puede parecer un tirano a veces, pero a la gente le gusta su forma de ser, ese es el encanto de la protagonista, un aura única que siempre las protege.
Pueden parecer una bruja gritona, malagradecida, una perra sin igual, sin embargo, la amaran.
Rouxi miro el lugar, y asintió satisfecha, ya había venido antes y era de su agrado. La comida era deliciosa, las personas agradables y sobre todo, mucha privacidad, ya que constaba de varios cubículos aislados.
El sitio era muy concurrido por los grandes magnates de las industrias locales, nadie quiere que otras personas oigan de sus negocios, y mucho menos cuando hablan de mujeres, debemos admitir, que cuando varios hombres se juntan, pasan muchas cosas, especialmente cuando se habla de mujeres.
Si alguien los grabara o los escuchara, su reputación caería en picada. La reputación es importante cuando se trata de negocios, y de matrimonios.
Mientras Rouxi entraba por la puerta, acompañada de su galante esposo, otro hombre ya sabia de su llegada, no era otro que Xu Zhihong, que tenía una mirada de odio y obsesión en su cara. Hoy iba a ser un gran día, tendría una cita con su diosa e insultaría al vagabundo de su esposo en su cara.
Lo haría quedar muy mal, como un hombre de poca cultura e incivilizado, indigno de su gran diosa y amante perfecta.
Todo sería divertido, un ganar-ganar. Sin embargo, la vida dicto otra cosa, temprano en la mañana vio a una mujer que rivalizaba con Rouxi, o mejor dicho, era más hermosa y madura, nunca antes vio a una mujer como ella.
No pudo soportar sus deseos, esa mujer tenía que ser suya.
Desde su punto de vista, no sería difícil, la mujer no parecía ser rica, ni de una familia influyente, de serlo, todo el mundo hablaría de ella como una de las cinco flores más hermosas de la región. Con tanta belleza, sería difícil de no reconocerla.
Además, la niña a su lado debería ser su hija debido al parecido, de ser así, la mujer podría ser una noble caída, y repudiad por su familia, lo más probable es que se enamorará de un campesino, y se escarpara con él.
Y como toda historia de amor trágica, el cerdo que quería comer carne de cisne, la abandono luego de saber que estaba embarazada, este acto es muy típico de una mujer noble, es enamorada por la sencillez de un hombre pobre, pensado que él es distinto a todos, y que encontró algo increíble, maravilloso, algo por lo que vale la pena luchar.
Zhihong se reía de estas mujeres, eran ingenuas, creyendo que el dinero no compraba la felicidad.
Zhihong continuo analizando la situación, era muy inteligente, no por nada era un villano con una empresa de millones de dólares.
Él suponía que la familia de la chica no dudaría en usar una mujer tan hermosa, como moneda de cambio para matrimonio político. Cabe mencionar, que Lían, la madre de León, parece muy joven, apenas en sus 25, lo que la hace lucir mayor es su aura maternal que la rodeaba.
Con eso en mente, planeaba utilizar dinero para llevarla a su casa y jugar con ella, si fallaba, utilizaría coerción, tenía una niña pequeña a su lado, se veía que la amaba mucho, una mujer indefensa, no podría luchar contra cuatro matones.
Incluso si gritaba por ayuda, nadie la socorrería, a lo menos que fuera una protagonista, con armadura de trama, todo es posible.
Claramente, todo sus planes fracasaron en un segundo, la niña pequeña le rompió una de sus bolas, y el esposo de Rouxi, le rompió la nariz, aunque claro, de eso no se dio cuenta, hasta ahora. Por eso odiaba mucho a León, le robo su mujer, y le rompió la nariz.
Lo peor de todo, la mujer parecía ser su compañera, no entendía que hacia una mujer así, con un cerdo sin dinero.
Xu Zhihong no apartaba la mirada de Rouxi, sé lamia los labios y tragaba saliva de lo desesperado que estaba. Hoy era su gran noche, y nada lo arruinaría, usaría todos los medios necesarios, para que Rouxi fuera suya.
Al principio quería tomarse su tiempo para conquistarla, allanar su camino hasta la falda de Rouxi. Todo cambio con la llegada de León, no podía aguantar la humillación que recibió por parte de él, tenía que cobrar la deuda a cualquier costo.
Incluso si su diosa lo odiaba, ya no importaba, hoy seria suya, y para siempre, no podrá escapar de sus garras.
León, que charlaba tranquilamente con Rouxi, levanto la mirada y miro fijamente a Xu Zhihong, podía sentir la malicia en él, Xu Zhihong empezó a sudar cuando vio esos característicos ojos rojos mirándolo directamente, se tensó debido al miedo, parecía ser un niño pequeño a punto de ser devorado por una bestia salvaje.
Hairi ball, su guarda espalda y perro leal, miraba a su amo con atención, viendo cada una de sus reacciones, estaba un poco preocupado, su amo sudaba mucho, temblando ligeramente. Debido a los golpes recibidos, fue a medio y recibió un tratamiento rápido, no se quedó mucho, ya que tenia llegar a la cena.
-"¿Está bien joven maestro?"
-"Cállate, prepara todo, y no olvides pagar para que agreguen eso."
-"Joven maestro, está seguro, abajo esta..."
Hairi ball miro a la entrepierna de su joven amo, en realidad quería reírse, solo estaba por dinero, su preocupación era nada más por perder su paga.
-"Todavía sirve, no a máxima potencia, pero servirá para el propósito."
Xu Zhihong, que estaba en el segundo piso, bajo a recibir a Rouxi, con una gran sonrisa de negocios, olvidando todo lo anterior. León se rio en secreto, ni merecía la pena a sus ojos, lo único bueno, es que podría liberar un poco de estrés, y dar un paso más para entrar en el corazón de la fría CEO.
León miró a Rouxi antes de preguntar.
-"¿Esto tardará mucho?, me aburre hablar de negocios."
-"Dos horas si todo sale bien. Si te aburres, juega con tu celular. Lo único que pido, es que no interrumpas cuando se hable de negocios."
Rouxi puso su cara seria, contrario a sus expectativas, León no pudo evitar besarla antes de continuar, su expresión fría solamente agrega encanto a su belleza.
-"¿Y como quieres que lo espante?, si no quieres que hable."
Rouxi frunció los labios, y se tomó un segundo para responder, intentando olvidar el calor de sus labios, los besos de León son como una droga, sabía que estaba mal, pero era muy adictivo. Con todo la seriedad del mundo, respondió, intentando colar sus verdaderos sentimientos.
-"Dame la mano, pon tu mano en mi regazo, abrázame, bésame de vez en cuando, solo no interrumpas cosas importantes, asegúrate de molestar durante la comida. No debería ser difícil ser un sin vergüenza, esa es tu profesión, ¿o no?"
León asintió y no dijo más, no estaba preocupado por Xu Zhihong, todo su interés estaba en la mujer que esperaba en casa, lista para dar su primera vez.
Luego de un minuto, Xu Zhihong llego al frente de Rouxi, se inclinó levemente y saludo con cortesía, sin que su sonrisa desapareciera, ignorando a León con todo la fuerza de voluntad disponible, de nada más verlo se le revolvía el estómago.
Debía de ser paciente, no podía hacer nada en público, pensó Zhihong.
Rouxi frunció el ceño ante el descaro de Xu Zhihong, no le agrado que no diera cara y no saludara a su esposo. Podría ser un imbécil pervertido que la hacía enojar mucho, un hombre vil y descarado, sin vergüenza, tramposo, y muchas cosas más, pero seguía siendo su marido.
Aparte de descarado y poco cordial, ¿qué le paso en la cara y el brazo?, nunca espere que un joven maestro se metiera en riñas, o quizás fue un amante reprimida que no aguanto más. Puede ser, estos jóvenes maestros no tienen vergüenza alguna, aprovechándose de sus empleadas, que no tiene manera de defenderse.
Sin importarle nada, personas como estas, no les interesa la opinión de las personas inferiores a ellos, bueno, no es que me incumba, mientras no afecte el negocio. Espero León no sea igual a estos idiotas, y por lo menos tome la responsabilidad. Pensó Rouxi, intentado no mostrar emociones, y no reaccionar a las lesiones de Xu Zhihong.
-"Joven maestro Xu, es un placer verlo." Saludo Rouxi con su voz plana sin emociones, mostrando su poco interés en su anfitrión.
-"Lo mismo digo Rouxi, espero esta noche sea de su agrado. Tu padre hablo mucho de ti, diciendo que estabas ocupada, es un buen hombre. Es bueno que consiguieras tiempo para verme, es un gran halago para mi persona."
Respondió Xu Zhihong, sin inmutarse y sin muchas palabras dulces, quería entrar rápido para apurar sus planes, no sabía cuanto tiempo más aguantaría las ganas de matar a León, cada segundo a su lado la sangre hervía del coraje.
Rouxi frunció levanto una ceja, parecía que Zhihong lo amenazaba con su padre, y no le agradaba.
-"Espero mi padre no causará muchos problemas, y si debe algo de dinero, se lo devolveré."
-"Para nada, siempre soy quien invita, es un agrada estar a su lado, su padre es un buen hombre, le gusta el vino y buenas mujeres, como todo hombre." Respondió rápidamente, no quería evitar malentendidos, solo quería dejar de perder el tiempo.
Rouxi asintió con su falsa sonrisa, y empujo a León para ponerlo al frente.
-"De ser así, dejemos eso de lado, y dejé presentarle a mi esposo, debería ser honrado, es la primera persona que lo conoce. Incluso, cuando celebremos nuestra boda, será el primero en recibir una invitación."
¡Maldita perra asquerosa!, no tendrás esa sonrisa de mierda mucho tiempo, y ese idiota, no creas que tu matrimonio falso puede detenerme, robaré tu primera vez, ¡y será mía! Pensó Zhihong, sin saber que Rouxi ya no era virgen, él seguía pensado que el matrimonio ni siquiera se había consumado. Nunca supondría que su diosa sería profanada por un hombre tan vulgar.
León ni siquiera sonrió, apenas miraba a Zhihong, estaba más fascinado por la vestimenta de las doncellas del lugar, se preguntaba como se vería Rouxi con uno similar.
El cheongsam es un vestido ajustado al cuerpo que hace relucir la figura de una mujer, y deja al descubierto las largas piernas de una, había algunos más provocativos, con un gran escote y la espalda abierta, de solo imaginar a Rouxi con tal vestido se ponía duro.
-"Nunca espere que Rouxi consiguiera esposo, es muy sorpresivo, de saberlo, hubiera preparado un regalo, no es así, Hairy ball."
-"Por su puesto, mi joven amo siempre es muy cordial con las personas, no dudaría en regalar un auto de ser necesario, o una casa para los recién casados. Si es que no pueden pagarla."
León resopló con la nariz, los insultos eran muy débiles, ¿no poder pagar una casa?, tenía una montaña llena de joyas preciosas, incluso capturo un meteorito lleno de materiales raros para Charsi, dinero le sobraba.
Pero no lo mencionaría, no vale la pena, era mejor actuar como un vividor y aprovecharse de Rouxi, ella quería eso.
La agarro de la cintura y la beso frente a todos, respondiendo con toda confianza:
-"No es necesario, mi querida esposa me regalará un nuevo auto, teléfono y una casa, ves mi ropa, ella la compro."
La pareja de amo y sirviente se quedaron helados, no pensaba que sería un sinvergüenza sin filtro. Ningún hombre que se respete diría tal estupidez, nadie lo respetaría si supieran que es un hombre mantenido por su esposa.
Todos supondrían que en casa manda ella, y que solo puede agachar la cabeza cada vez que su esposa hable. León parecía ser un yerno contratado, y esos no tiene buena fama, basta con leer la gran cantidad de novelas que tienen ese tema.
Rouxi no dijo nada, sonrió como si nada pasara, si se enojaba por cada cosa que decía o hacia León, le saldrían canas antes de los treinta.
-"Ja, ja, ja, que gracioso, que tal si entramos y cenamos." Se rio secamente Zhihong, intentando terminar la conversación, León era demasiado descarado como para insultarlo.
León entrecerró los ojos, acercándose Zhihong, parecía pensativo, como si estuviera recordado algo. Rouxi miraba con curiosidad, preguntándose que haría su esposo, estaba atenta si debía detenerlo, todavía tenía negocios que atender, si quería usar violencia, que fuera después del desfile de moda.
-"Espera un segundo..., ¿no te había visto antes?"
Este imbécil, ¿no creo que quiera revelar la pelea?, nos afectaría ambos, y destruiría mis planes, si Rouxi se va, no podre continuar. Pensó Zhihong con una gota de sudor y el rostro pálido, tener a León tan cerca le traía malos recuerdos y un poco de miedo.
-"N-no, tengo buena memoria."
-"¿Seguro?" Insistió León, acercándose un poco más.
Rouxi se cubrió la boca, escondiendo su sonrisa, le parecía divertido la apariencia demacrada de Zhihong, aunque, no entendía por qué, luego le preguntaría a León, mientras no dañara sus negocios, todo bien.
Viendo que su joven amo estaba a punto de colapsar por el enojo y el miedo, Hairi ball no dudo en intervenir, poniéndose adelante de Zhihong, liberando un poco de su aura para intimidar al sapo que deseaba comer un cisne.
-"Si el joven amo dice no, es no. Mejor sigamos adelante, la comida está lista para servir."
Hairi ball estaba un poco anonadado, a León no parecía afectarle su sed de sangre, seguía parado firme y en calma. Comenzó a dudar un poco, un hombre que vive de su mujer no debería tener un carácter fuerte.
Debería temblar ante la experiencia de la muerte y la violencia.
Este niño..., ¿es normal?, incluso soldados experimentados temblaron ante mi mirada, aunque no fui con todo, todavía debió haberse orinado los pantalones, por lo menos. ¡Thc!, lo pienso demasiado, solo es un mocoso, tuvo suerte. Reflexiono Hairi ball, ignorando sus instintos primarios, era un viejo arrogante, nunca sentiría miedo ante un joven sin experiencia.
Xu Zhihong volvió a sonreír y guio el camino hacia el cubículo privado, Rouxi y León seguían desde atrás, Hairi ball estaba al lado de su amo. El lugar era amplio y elegante, las damas de etiquetas, que estaban encargadas de dar belleza e indicaciones en el lugar, parecían sacadas de revistas de modelos.
Todas eran bellezas inigualables, suerte para ellas, León no demostró interés, aparte de su ropa, no valían la pena. Comparada a sus mujeres, todas las doncellas eran mediocres, una de sus mujeres podría gobernar un continente entero si se lo propusieran, incluso mundos enteros.
Tardaron un minuto en llegar, la habitación tenía una mesa y dos sillas, Xu Zhihong quería dejar en claro que León no era bien venido, no podía decirlo claramente, por temas de etiquetas, no quedaba más que dar sutiles señales.
León agarró una silla y sentó, agarro la cintura de Rouxi, que no lo esperaba, y la puso sobre su regazo.
-"¡¿Eh?!"
-"No hay más sitios, no quieres comer de pie, ¿o sí?"
-"Tos, Hairi ball, trae otra silla. Disculpa Rouxi, no esperaba otro invitado."
Rouxi agitó rápidamente su mano, para indicar que no importaba, no quería que vieran su rostro sonrojado, y que León metió ágilmente su mano dentro de la falda, no podía creer lo rápido que era, corrió las bragas a un lado y acaricio sus labios inferiores.
Quería levantarse y patearlo por ser tan descarado, una cosa es que toque sus muslos y la bese, ¿pero tocar su zona íntima?, no le interesaría si están en casa y en su habitación, pero estaban en público y con su socio de negocios, no deseaba problemas.
León siguió burlándose de Rouxi, puso una barrera para que el dúo maestro y sirviente no viera nada, además los cubría la mesa, ellos no merecían ver la suave piel de su esposa. Nadie merecía ese derecho.
(Continuara)