章 866: Mundo Shinobi - Clones verdaderos - 530
Eran las cuatro de la tarde cuando terminaron las negociaciones en una mesa con varias taza de té, copas con vino y otros licores. También había todo tipo de postres y aperitivos, pero a esas alturas, nadie podía comer o beber más sin salirse de los márgenes. En realidad, esto ya era bastante caótico para el estándar, pero gracias a eso la reunión se llevó a cabo en un ambiente más amigable.
—Muchas gracias por esta oportunidad, Tsuchikage-sama— dijo Mizusu —saber todo estas cosas nos ayuda a tener una mejor visión de como funcionaran las cosas en el futuro. Espero contar con su colaboración—
—Los mismo digo, Hoshino-sama— dijo Onoki
—Por favor, llámeme Mizusu, mis amigos me llaman así—
Onoki se ruborizo, pero era mitad por la bebida y mitad por la vergüenza de que una mujer tan hermosa le pidiera que la llamara por su nombre —bueno, como usted diga, Mizusu-sama— respondió
Mizusu llevó la mano a la boca y dijo —tan formal—
Onoki soltó una risita avergonzada y Mizusu respondió de la misma manera.
Por su parte, Kain estaba sentado a la cabecera, mirándolos con un habano en su mano izquierda y una copa de vino rosa en la mano derecha. Él le dio una profunda calada al habano y observó a los asistentes de ambas personas. Onoki solo utilizaba a un shinobi, hombre maduro y canoso. Por otra parte, Mizusu utilizaba a un hombre y una mujer. Todos estaban escribiendo sobre los contenidos hablados en la reunión.
Kain entendió la previsión de Mizusu, ella utilizaba civiles, por eso dos personas. Ella estaba entendiendo bastante bien la diferencia que producía el chakra ¿O solo era la imagen de Kain en su mente? ¿Quién sabe? Al menos, Kain todavía no podía leer la mente. Él sonrió, le dio una profunda calada a su habano y soltó el humo hacia un lado.
—Kain ¿Me puedes llevar con mi esposa e hijo?— preguntó Onoki
—Claro, en cuanto estes listo, tú me dices y te llevo— dijo Kain, él miró al tipo que era el asistente y continuo —hay habitaciones en el hotel. Te podemos asignar una, no debería haber problema. Solo recuerda que tu chakra está restringido en ciudad Tengu—
El asesor, un hombre canoso, miró a Kain y asintió. Después él miró a Onoki y este último asintió en señal de aprobación. De lo contrario, hubiera tenido que volver a la fría fortaleza de la cordillera Ansu.
—Bien, hablare con Yasmin para que prepare todo— dijo Kain
—Kain-sama, yo quisiera quedarme aquí, pero mi okaa-sama y mi imouto— dijo Mizusu
Kain la quedó mirando y asintió —no te preocupes, ya lo tengo cubierto. Solo disfruta tu estadía en el hotel de ciudad Tengu. Mañana van a continuar con las reuniones ¿Verdad?—
Mizusu asintió y miró a Onoki —todavía debemos ajustar algunos detalles de los futuros acuerdos— dijo
—Así es— asintió Onoki
—En ese caso ¿Por qué no traes a tu familia al hotel?— preguntó Kain y miró a Onoki
—¿No habría problema?—
—No hay problema, tengo varias habitaciones reservadas para mis amigos. Si todo sale bien, Kurotsuchi te amara, amigo mío— dijo Kain
—En ese caso, estoy confiando en ti—
—Claro, no hay problema—
Media hora después, Kain llevaba a Mizusu a su habitación. Los asistentes habían sido conducidos a los pisos inferiores.
Kain observó a Mizusu, ella tenía un ligero rubor en las mejillas, mitad producto del vino y mitad del calor. Su kimono era grueso y estaba pensado para abrigarla en un ambiente más frio. Como dijo Kain, era primavera en la nación del Rayo.
—¿Más tarde vas a ir a buscar a mi okaa-sama y mi imouto?— preguntó Mizusu con un tono de voz educado
Kain sonrió y le dijo —claro, no te preocupes por ellas, están bien. Sin embargo, ambas tienen algunas cosas que hacer, así que no te acompañaran—
—¿Eso?— preguntó Mizusu y agacho la mirada
—Voy a viajar al Círculo Dorado y tu madre me presentara algunas personas de influencia. Por otro lado, Honoka tiene las amígdalas inflamadas, así que la llevare a un lugar más tranquilo para que se recupere—
—Ella vive aquí, en este hotel ¿No cree que sería lo mejor?—
—¿Y aburrirse mirando las mismas paredes que ve todos los días? No lo creo, sería demasiado aburrido. La llevare a otro lugar, más tranquilo y relajante. No te preocupes, ella estará bien—
—Usted— dijo Misuzu con cierto recelo —será mejor que atesore a mi imouto o ya verá. Ella no es como el resto de las mujerzuelas que lo rodean—
Kain se detuvo y Mizusu también lo hizo, ella lo miró a los ojos con desafío en la mirada. Kain le sostuvo la mirada, se fijó sobre todo en el azul del iris. Él asintió suavemente, pero no dijo nada. Lo que incomodo a Mizusu y también asintió, ella se dio la vuelta y continúo caminando.
—Aquí es— dijo Kain
Mizusu casi se tropieza porque, en primer lugar, ella no sabía dónde estaba la habitación y pensó que Kain se había detenido porque estaba impactado por su advertencia. Ella miró hacia atrás y vio a Kain apuntando con el pulgar a la puerta blanca de madera con una chapa dorada.
Mizusu se dio la vuelta y camino hasta Kain, él camino hacia la puerta y la abrió. Entonces él señalo con la mano y Mizusu entró. Kain la siguió y cerró la puerta.
Por su parte, Mizusu se sorprendía por la elegancia y la amplitud de la recepción del departamento. Al fondo se veían un juego de sillones frente a un largo ventanal con vistas a ciudad Tengu. Ella avanzó sin preocuparse por nada y se detuvo frente al ventanal. Entonces ella vio las áreas verdes, los edificios y las casas que se estaban construyendo como si fueran una mancha de concreto que se extendía alrededor.
—En estos momentos, ciudad Tengu tiene siete kilómetros de diámetro— dijo Kain deteniéndose a un lado de Mizusu y mirando la extensión de ciudad Tengu. Fuera de los limites todo era verde, colinas, bosques, pastizales y lagos. Era una tierra prospera que antes estuvo abandonada porque no había nadie que la trabajara —en términos simples para que sea entendible, ciudad Tengu tiene un cuarto del tamaño de la capital—
Mizusu miró a Kain, ella se mordió el labio inferior y asintió. Después se dedicó a mirar por el ventanal, sintiendo su respiración, escuchando sus latidos, siendo consciente del metro de distancia que la separaba de Kain. Él podía estirar su mano, ponerla sobre la de ella y tratar de besarla ¿Ella se podría resistir?
Por su parte, Kain sacó un habano, lo encendió y le dio un par de caladas. Después dijo —como has estado aquí, ya sabes cómo funciona todo. Llamas a la recepción y ellos prepararan lo que tú quieras. Eres mi invitada, así que siéntete libre de pedir lo que quieras—
Mizusu miró a Kain, se quedó pensando en sus palabras, ella se mordió el labio inferior y dijo —entiendo, gracias—
—De nada ¿Para qué están los amigos?— preguntó Kain, la miró a los ojos y sonrió.
Mizusu lo quedó mirando a los ojos y asintió, pero no añadió nada más.
Kain le dijo —me voy, todavía tengo que traer a la familia de Onoki y ver otras cosas. Mañana no creo que necesiten ayuda ¿Cierto?—
—Desde un principio no necesitamos su ayuda— dijo Mizusu y miró a Kain a los ojos con seriedad. Ella guardó silencio durante unos segundos y continuo —pero se agradece su ayuda. Sin usted las cosas hubieran sido rígidas e incomodas—
—Está bien, me gusta ayudar a las personas— dijo Kain con una sonrisa astuta —nos vemos, Mizusu-sama, cuídate y que todo te salga bien—
—Gracias, Kain-sama— respondió Mizusu y realizo una profunda reverencia.
Kain asintió, se dio la vuelta y camino hacia la puerta.
Mizusu enderezo su espalda, miró el cabello de Kain, blanco, largo y liso, se mecía al compás de sus pasos —Kain-sama— dijo
Kain se detuvo, se volteó y la miró a los ojos —¿Sí?— preguntó
—Yo, ah, esto ¿En serio somos amigos?— preguntó Mizusu
—Claro ¿Por qué no?— preguntó Kain con una sonrisa astuta —¿No te gusta?—
—No, no es eso—
—En ese caso, todo bien— respondió Kain —¿Esa era toda tu duda?—
Mizusu lo miró, se mordió el labio inferior y asintió —sí— dijo —de nuevo, muchas gracias por todo—
—Claro, hablamos— dijo Kain, se dio la vuelta y camino hacia la puerta, la abrió y salió del departamento.
Mizusu soltó un suspiro, ella miró un sillón, vio un cojín esponjoso hecho de cuero café y se sentó en el sillón. Ella tomo el cojín y lo abrazo con fuerza para después enterrar su rostro y gritar con todas sus fuerzas. Ella se calmó, continúo abrazando el cojín y miró por el ventanal. La ciudad que el hombre más inteligente del mundo había construido y que era el esposo de esa mujer tan fría y altanera.
—Ella no lo merece— dijo Mizusu mientras recordaba a Naomi, a pesar de que había aprendido mucho de ella, no le agradaba, para nada, sobre todo su altivez y frialdad.
Por la tarde, Kain volvió a la fortaleza Ansu.
Kain podía ser laxo en su trato con las personas, ser lógico y tomar las mejores decisiones, pero no todos pensaban igual. Onoki era estricto, pero si Kain le pedía un favor, él lo podía conceder como algo para un amigo. No habría problema, pero Iori no era amigo de Kain, era estricto y era un veterano. Por ende, él no perdono a sus hombres que se alejaran de su puesto de vigilancia y se dedicaran a comer y beber la comida que supuestamente era para la reunión del kage con la representante de Banco Hoshino.
Todos los shinobis que participaron en el banquete, estaban en la calle, en posición de montar, con las manos extendidas hacia adelante y sosteniendo una gran bloque de hierro. Algunos estaban al final de sus fuerzas ¿Quizá cuantas horas llevaban así? Al ver a Kain, ellos lo miraron con rostros suplicantes. Kain sonrió en respuesta, pero no les dijo nada porque no podía pasar a llevar la autoridad de Iori. Sin embargo, podía hacer otra cosa.
Kain camino al municipio, de paso se encontró a Ishin esperándolo en la misma esquina que lo encontró al medio día.
—Ishin, llegas temprano— dijo Kain con una sonrisa amigable
—Lo mismo usted, señor— dijo Ishin
—No, no es lo mismo. Lo siento por decepcionarte, pero voy a ver al capitán—
—¿Está pensando en ayudar a los shinobis?—
—Así es—
—¿Le molesta que lo acompañe?—
—No, para nada— respondió Kain y camino junto a Ishin con dirección al municipio.
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