Naomi y Kain salieron del cuadro pintado y volvieron a la mansión en la nación del Rayo. Sin embargo, en ese momento estaba lloviendo como si el cielo se fuera a caer. Así que Kain tomo a Naomi y Lilith y las llevo a Konoha, en la nación del Fuego. Era mediados de otoño y el clima era templado, con algunas ráfagas de viento ocasionales, pero todavía se podía sentir el calor.
Kain y Naomi fueron a ver a los bebés. Naomi no era muy aficionada a las mujeres de Kain, pero le agradaba Rei-chan y los bebés. Puede que estos últimos porque ahora ella iba a ser madre.
Kain, Naomi y Lilith caminaron por el pasillo.
Era miércoles en la tarde, así que Tsunade y Nawaki estaban en la casa. Su voz era audible desde la habitación en donde tenían a los bebés. Tsunade era tranquila y apacible, siempre corrigiendo al joven Nawaki. Tsunade tenía once años y Nawaki seis años. Ambos jóvenes y saludables. Tsunade iba a dar su examen chunin este año y Nawaki estaba cursando la Academia Ninja. Nawaki era como su padre, un hombre talentoso dentro de la mayoría, pero promedio dentro de los mejores. Así que se esperaba que terminara la Academia a los diez u once años para convertirse en genin.
Kain llegó a la habitación de los bebés, la puerta de corredera estaba abierto. Él miró al interior y vio a Tsunade y Nawaki conversando con Miyuki, en su cuna. Por otro lado, había tres kunoichi supervisando a los bebés; dos mujeres de avanzada edad y una relativamente joven:
Una kunoichi Sarutobi para Hashirama, hijo de Rei-chan.
Una Hyuga, para Miyuki, hija de Aoi.
Por último, una Uchiha para el pelirrojo Mugen. Como Tsubaki era Uzumaki y aparte de ella, Mito, Nagisa y Kiyomi, no había más, Kain tuvo que recurrir a Naoko. La noticia se esparció y una simple solicitud se volvió un problema. Al final, todo se solucionó cuando Mana Uchiha (madre de Kenzo, actual patriarca del clan) se ofreció.
Kain le había preguntado ¿Por qué? No eran amigos, solo se conocían por pura coincidencia. Sin embargo, Mana lo miró a los ojos y le dijo "usted me enseño una vez que esto se llamaba virtud. Usted me ayudo con mis hijos a pesar de que usted debería tener rencor hacia ellos por lo que le hizo mi difunto marido. Sin embargo, usted fue un hombre virtuoso y en vez de pagar mal por mal, corrigió el pasado y fue bueno con mis hijos. Esto es lo mínimo que puedo hacer por usted".
Kain no le creyó mucho, pero lo acepto porque dentro de todo, Mana era una mujer inteligente y fue madre de dos niños, así que tenía experiencia. Sobre todo, considerando el carácter de Kenzo (conflictivo y orgulloso).
Kain quedó mirando a Mana Uchiha. Esta última tenía el cabello oscuro y rizado, la piel clara, un rostro bonito como la mayoría de las mujeres del clan. Esbelta como princesa y curvas moderadas. Ella estaba sentada en un cojín mientras leía. Era el trabajo más fácil de todos. Mugen dormía la mayor parte del tiempo y solo se despertaba para comer, tomar un baño o jugar un rato con sus hermanos.
Mana Uchiha levantó la mirada al escuchar los pasos, lo miró con seriedad, se puso de pie y realizo una profunda reverencia en señal de saludo.
Kain asintió en respuesta y miró a las otras dos nodrizas. La kunoichi del clan Hyuga Natsuko era una mujer de mayor, tenía el cabello cano, de actitud suave y amigable. Ella miró a Kain con esos ojos color malva y asintió con una actitud afable. Al mismo tiempo, Natsuko cuidaba de Tsunade, Nawaki y de la inteligente Miyuki. Esta última estaba de pie, apoyada en la baranda y mirando los niños. Miyuki sonreía con ternura y eso era suficiente incentivo para que Tsunade y Nawaki hicieran todo tipo de cosas para hacerla feliz.
Kain solo estaba esperando que Miyuki aprendiera a hablar para divertirse con una niña tan astuta.
Por último, Kain miró a la kunoichi del clan Sarutobi. Una mujer mayor madura llamada Noriko. Estaba a mediados de sus cuarentas, pero tenía el peor aspecto de las tres nodrizas. El cabello un poco desordenado, ojeras y una mirada cansada. Por otro lado, el joven Hashirama Uchiha dormía de lo más bien en su cuna, como si fuera un ángel del cielo. Sin embargo, su sexto sentido (radar de papá), lo despertó.
Noriko soltó un gemido de angustia, como si ya no pudiera más con el niño y miró a Kain con ojos suplicantes.
Kain sonrió, negó con la cabeza y camino hacia Hashirama mientras Naomi y Lilith lo seguían. Al mismo tiempo, Tsunade y Nawaki se dieron cuenta de su presencia y lo miraron.
—Hola, Noriko-san— dijo Kain con una mirada apologética, ya que conocía bastante bien a su hijo. No era un mal muchacho, pero era demasiado enérgico y el resto no le podía seguir el ritmo, incluso su propia madre —¿Cómo se ha portado Hashirama?—
—Bien, señor— dijo Noriko, tenía el cabello castaño y mechones canos a los costados —lo siento, Kain-sama, pero me siento incapaz de seguir con esta tarea—
Kain abrió la boca como queriendo poner una buena palabra, pero considerando el rostro suplicante de Noriko, soltó un suspiro y asintió —lo entiendo, Noriko-san, no sé preocupe, conozco a mi muchacho, no es su culpa—
—Gracias y lo siento de verdad— dijo Noriko poniéndose de pie y haciendo una profunda reverencia a forma de disculpa
Kain asintió y le dijo —no se preocupe, yo soy el que debería disculparse—
—Sin embargo, me gustaría darle una recomendación—
—Cuénteme, la escucho— dijo Kain y en su mente hizo una mueca incomoda, esperando un consejo para corregir a su hijo inquieto.
—Tengo una sobrina, se llama Megumi— dijo Noriko —es una muchacha muy alegre, pero lo esencial, es que ella también fue como Hashirama-sama en su niñez. Ella es imparable, a lo mejor, ella podría dirigir toda la energía de Hashirama-sama en la dirección correcta—
—¿Ella es kunoichi?—
—Sí, ella está realizando misiones con su equipo, pero quiere aplicar para ser profesora de la Academia Ninja. Su madre también es profesora y su abuelo es el director. Como podrá imaginar, Megumi lo lleva en la sangre—
—Entiendo, si es su recomendación, tráigala mañana y la entrevistaremos con Rei-chan. Con respecto a sus honorarios ¿Los podemos ver mañana? Yo vengo recién llegando y tendría que revisar cuánto se le adeuda ¿Le parece bien?—
—Claro, ningún problema— dijo Noriko, un poco culpable por no haber podido dar abasto con el niño.
Kain asintió, Noriko hizo una pronunciada reverencia y él asintió en señal de entendimiento. Después ella se apartó, fue a despedirse del resto y se fue mientras Lilith la escoltaba a la salida.
Por su parte, Naomi miró en todo momento la situación y frunció el ceño. Aoi, Tsubaki y Rei-chan habían accedido a contratar a estas nodrizas por sus habilidades y por su edad. Esperaban que el estado físico fuera una limitante para que Kain no pusiera sus manos sobre las nodrizas. Solo aceptaron a Mana Uchiha por su actitud fría, casi taciturna, dando la impresión de que no estaba interesada en Kain o en cualquier otro hombre. Se decía que había guardado el luto de su anterior matrimonio durante todos estos años.
No obstante, una de las nodrizas había caído y había recomendado a su sobrina. Por la descripción, Naomi se temía que fuera una muchacha joven, cerca de los veinte o algo así, si es que la sobrina de Noriko iba a postular para profesor de la Academia Ninja.
Naomi soltó un suspiro y se acercó a Miyuki. Tsunade y Nawaki la miraron. Naomi asintió con una sonrisa amable y miró a la bebé en la cuna. A Naomi le encantaba Miyuki por lo hermosa y refinada que se veía para ser un bebé. Mugen era demasiado grande y perezoso mientras que Hashirama era demasiado inquieto y eso la ponía nerviosa. Le daba la impresión de que en cualquier momento el niño se iba a caer de cabeza.
Miyuki era perfecta, refinada, hermosos ojos azules como los de su padre, un cabello oscuro como el de Naoko, su abuela. Una mirada inusualmente inteligente y una sonrisa divina.
Si Naomi pudiera escoger, esperaba que su hijo/a fuera como Miyuki. Hashirama y Mugen eran un poco demasiado.
Por su parte, Kain fue a donde estaba Hashirama. El pequeño sabio rey mono se había sentado y agitaba sus brazos mientras sonreía como si estuviera llamando a Kain, como si lo apurara para que venga lo antes posible. Kain soltó una risita, se acercó a la cuna y tomo a Hashirama por las axilas, lo levanto y lo apoyo contra su pecho.
—¿Qué hiciste bandido?— preguntó Kain con una enorme sonrisa mientras miraba a su hijo. Para Kain, Hashirama era exquisito. El cabello castaño oscuro como su madre y los hermosos ojos azules. Kain pensaba que él niño tenía los ojos de su madre, pero todo el mundo le decía que había sacado sus ojos. Rei-chan también tiene bonitos ojos, pensó. Por otro lado, los ojos de Hashirama emitían un brillo chispeante, rebosante de felicidad y energía. Su boca sonreía mostrando sus encías rosadas y pequeños dientes de conejo en la mandíbula superior.
Hashirama solo balbuceaba cosas, miraba de aquí para allá, distrayéndose con todo lo que había a su alrededor. Después miraba a Kain y balbuceaba más cosas.
Kain solo sonreía como un padre idiota y lo abrazaba.
—¿Qué vas a hacer?— preguntó Naomi
—Nada en especial— dijo Kain —mañana va a venir la sobrina de Noriko, la vamos a entrevistar con Rei-chan y si nos gusta, la contratamos. Por otro lado, y de ser negativa la respuesta…—
—¿De la muchacha?—
—No, de Rei-chan. Si es negativa su respuesta, Hashirama va a pasar una divertida semana con papá. Ya preparé un pequeño traje para mi muchacho, nos vamos a divertir mucho—
—Kain— dijo Naomi con tono firme. Kain la miró y vio que ella le daba una mirada solemne. Naomi continuo —es tu hijo, no un experimento ¿Entendido?—
Kain miró hacia otro lado, sonrió y miró a Naomi —claro— respondió —¿En qué estabas pensando? Nunca trataría a mis hijos como un experimento—
Naomi lo quedó mirando con el ceño fruncido, llena de desconfianza. Si él le pedía a ella que ocupara ese traje, quería decir que Kain no tenía ningún reparo en ocupar el traje en sus hijos; nadie se lo impediría. A lo mejor, solo lo utilizaría para medir sus niveles de chakra, si tenían alguna enfermedad o como estaba su desarrollo, pero eso no quería decir que fuera bueno que los tratara como experimentos.
Kain le dio la espalda a Naomi y converso con Hashirama en sus brazos —quizá que criatura desalmada piensa tu tía Naomi que soy yo. Cierto que no, papá es el mejor del mundo—
Hashirama sonrió y soltó un chillido lleno de felicidad como si confirmara lo que decía Kain.
—Sí, claro— dijo Naomi con cierta desconfianza
—¡Kain-sama!— dijo Rei-chan desde el pasillo
Kain hizo memoria de inmediato, pero no recordaba ningún compromiso como para que Rei-chan venga con esa actitud. Kain soltó un suspiro y dijo —agenda—. Al instante se desplego la agenda del mes en su interfaz visual. Kain puntualizo —día— y la agenda se movió a hoy. Era miércoles y en el listado de eventos había una cita, hace cuatro horas.
Kain miró a Naomi y le dijo —Naomi, necesito que me defiendas—
Naomi tenía a la pequeña Miyuki contra su pecho. Al mismo tiempo, Tsunade y Nawaki pasaron su mirada de Miyuki a Kain. Este último parecía incomodo. Naomi se volteo para mirarlo y le preguntó —¿Qué hiciste ahora? No me digas que te comprometiste con Rei-chan—
—Eeeeh, técnicamente no me comprometí a nada, pero Rei-chan y Akane me obligaron a algo ¿Qué te puedo decir? Estábamos ocupados—
—No me digas que por eso me invitaste a Boletaria—
—No, jamás te ocuparía como excusa para evitar algo molesto, nunca en la vida—
Naomi frunció el ceño y lo miró con desconfianza. Al mismo tiempo, Rei-chan entró a la habitación de los bebés. Parecía tranquila, pero tenía una sonrisa que no lo era.
Kain sonrió, giro a Hashirama hacia afuera, mirando hacia Rei-chan y lo ocupo de escudo. Hashirama al ver a su madre sonrió con mayor intensidad, casi parece que iba a estallar de tanta felicidad. Lo que funciono para Kain y también para Rei-chan. Esta última bajo varios niveles su enojo y sonrió de forma natural.
—Hola, cariño— dijo Kain con una sonrisa amigable
Rei-chan aparto su mirada de Hashirama y le dio a Kain una mirada penetrante.
Por supuesto, Kain entendió que estaba en problemas.