章 694: Mundo Shinobi - Mokujin CIA. - 359
Kain de pie frente a los representantes de los clanes, miró a Danzo sentado en el cojín de asesor del hokage, sobre la tarima que se elevaba treinta centímetros por encima del suelo.
—Danzo— dijo Kain —por favor, ven aquí y explícanos en detalle. Por supuesto, nada confidencial, pero el trabajo de hokage a grandes rasgos. Creo que tienes algo que compartir con nosotros—
Danzo asintió con ese rostro tan serio que lo caracterizaba. Resaltaba su cabello pincho y la cicatriz en forma de X en su mentón. Danzo se levantó de su cojín, bajo de la tarima y camino hacia donde estaba Kain. Era un poco más bajo que él y su rostro no se veía tan amigable. Se detuvo al lado de Kain y miró al representante.
Kain dio un paso al lado y uno atrás, de esa manera Danzo quedó por delante y todos le pusieron atención.
Danzo tomo una profunda respiración y dijo —todos saben que Koharu, Homura y yo, como amigos y discípulos de sensei, hemos estado apoyando su decisión y como ejemplo de eso, siempre hemos estado con Hiruzen. Desde el primer día lo ayudamos con todo lo referente a ser hokage y lo asesoramos, como dice nuestros títulos. Por eso puedo contarles con sinceridad en que cosiste ser hokage…—
Danzo comenzó a enumerar lo que significa ser hokage y todas las labores que debía cumplir, desde reunirse con los clanes, revisar la designación de misiones y preocuparse en especial por las misiones de alto rango. Asistir a este tipo de reuniones, ya sea con los clanes, o en la capital, con los nobles y el daimio. Era un trabajo abrumador en muchos sentidos si solo lo hiciera una persona, pero como Hiruzen tenía sus asesores, todo se volvía más aceptable.
Danzo termino de dar su explicación y el resto de los participantes se quedó en silencio, sintiendo un poco de empatía por Hiruzen. Sin embargo, eso era algo que Kain no quería.
Kain dio un paso al frente y dijo —bueno, mayor razón para acortar el tiempo de hokage. Nadie puede tolerar una vida tan cansada por tanto tiempo—
Danzo miró a Kain y asintió.
Kain miró a los representantes y les dijo —ahora, tomando en consideración todo el desgaste que tiene hokage-sama y la gran carga que significa su cargo ¿Quién está de acuerdo con los diez años de mandato?—
Uno a uno se miraron los representantes y los más ancianos levantaron primero la mano con cierta duda. Eso ocasiono que los más jóvenes se sintiera más seguros y levantaran la mano.
—Bien, está decidido— dijo Kain, miró a Koharu y Homura y les preguntó —¿Pueden redactar un documento en este momento para que lo dejemos firmado?—
—¿Ahora?— preguntó un anciano en medio de los representantes de clanes
—Claro, lo mejor es cerrar los temas de una vez por todas en lugar de estar postergándolos por la eternidad. Es una mala cualidad postergar los deberes—
El anciano se quedó callado, pero como ya había apoyado la idea, no se atrevió a contradecir a Kain.
—Kain-kun— dijo Sasuke Sarutobi en la primera fila, junto a Biwako Sarutobi —por mientras que confeccionan el documento, quisiera hacerte una pregunta—
—Claro, adelante— respondió Kain con tranquilidad
—¿En quién piensas tu para hokage?—
—Bueno, considerando que Hiruzen solo lleva cinco años en su cargo, pienso que es una pregunta fuera de lugar— respondió Kain
—Considerando que falta tanto, es solo una pregunta a forma de opinión. Un caso hipotético, como si mañana fuera la reunión para designar al siguiente hokage—
—Mmm— dijo Kain sujetándose el mentón y miró a todos los representantes como si buscara un candidato. Los representantes enderezaron la espalda y arreglaron sus ropas como si trataran de generar una buena imagen, pero los ojos de Kain solo pasaron por ellos sin elegir a nadie. Los ojos de Kain por fin cayeron en Danzo, este último se puso nerviosa y miró a otro lado. Kain miró a Sasuke y puso su mano en el hombro de Danzo —creo que una persona leal, trabajadora, educada por un gran shinobi y que tenga experiencia en el campo de batalla, es la mejor elección—
Kain apartó la mano del hombro de Danzo. No lo dijo de frente, pero era obvio que había dado argumentos válidos para que todo el mundo lo pensara. No por nada, Danzo era discípulo de Tobirama y había sido general de tropas en la guerra shinobi.
Sasuke lo quedó mirando algo extrañado —¿En serio?— preguntó —¿No alguien de tu clan?—
Kain miró a Kenzo y este último, se puso nervioso —no, por ahora no, quizá en el futuro, cuando Uchihas y el resto de los clanes se unan como una verdadera villa— dijo. Miró a Sasuke, el anciano con la túnica dorada y la apariencia de un buda sonriente —ahora que lo pienso, tengo algunas ideas con respecto a la policía militar—
Eso genero una gran conmoción y comenzaron a murmurar. Los dos puntos que había conversado Kain habían significado tomar fuertes decisiones. Se preguntaron qué sería esta vez.
Sin embargo, Kain sonrió y continuo —pero por ahora, dejémoslo como un punto a tratar en el futuro. La policía militar es algo que puede afectar a todo el mundo, sobre todo a los Uchihas, pero primero me gustaría tratar estos temas y después de ver el resultado, tratar lo de la policía militar—
—¿Por qué tanto secretismo?— preguntó el pequeño anciano Nara
Kain lo miró, sonrió y dijo —soy un hombre que se preocupa por la villa. Ya sea porque me crie aquí o porque simplemente era el sueño de mi tío, el dios shinobi, así como todos ustedes lo nombraron. Me gustan los cambios, me gusta el progreso y la evolución, pero poco a poco. Mucho cambio sin planificación puede generar caos y nadie quiere caos ¿Verdad?—
La gente parecía hipnotizada por Kain y asentían a sus palabras como si estuvieran bajo un fuerte genjutsu. Sin embargo, aquí no había shinobis jóvenes salvo Kain, Kaoru Hyuga, Kazuhiko Hyuga y Kenzo Uchiha. Todos los demás eran hombres y mujeres con más de treinta años de vida y camino shinobi. Habían hecho circular su chakra varias veces para ver si estaban bajo un genjutsu, dudando de sus propios pensamientos y sentimientos, pero no, no era ningún genjutsu o trampa habilidosa. Era la convicción, las palabras sabias con fuertes argumentos. Esto a su vez los había hecho sentir tristes, porque alguien como Kain sería un excelente hokage. Al mismo tiempo, ellos pensaron que Hiruzen solo se podría considerar mediocre y cobarde al haber abandonado el gran salón para no escuchar el proyecto de Kain. Claro, sin contar como Hiruzen lo había retrasado de forma torpe. Ahora las otras villas y naciones iban un paso por delante de Konoha. Todos como shinobis entendían que la inactividad era mala y los ponía en una posición de desventaja.
Koharu y Homura confeccionaron un documento para que cada clan pudiera leer lo que decía y aprobaran el cambio en el periodo de mandato de un hokage. Además, Koharu confecciono el documento para el proyecto de Kain y se lo entrego en persona para que él lo revisara.
—Por ahora entreguen el documento del periodo de mandato del hokage— dijo Kain con los documentos de su proyecto en su mano —yo revisare esto y después se los entregare a los representantes—
—Yo puedo hacer eso, Kain-sama— dijo Koharu con una hermosa sonrisa. Era joven, con el cabello negro y ordenado en un moño. En tan solo una mañana había cambiado tanto su percepción de Kain que ahora lo encontraba atractivo y no la amenaza que profesaba tanto su sensei.
—Gracias, Koharu, pero por ahora, hagan lo que les pedí— dijo Kain
Koharu asintió, se dio la vuelta y le fue entregado a cada representante de la primera fila un documento para que lo revisaran.
Al mismo tiempo, Homura paso después de ella y fue entregando pluma y tinta para que los representantes de cada clan firmaran el documento.
Kain miró el documento en sus manos y vio que todo estaba en orden. La inversión era más grande de lo esperado, pero después de recibir su parte de las utilidades en las otras naciones, además del negocio que mantenía Naomi, Kain tenía dinero suficiente para poner su parte del aporte. Con esto, la escasez de trabajo y pobreza no golpearían tan fuerte a los shinobis. Eso a su vez, limitaba los problemas y el posible inicio de una guerra solo para generar trabajo para los shinobis. Aunque claro, nada era cien por ciento seguro en este mundo.
—Te has vuelto muy bueno, jugador— dijo Sasuke desde la primera fila mientras su nuera Biwako, leía el documento que le entrego Koharu.
Kain miró a Sasuke, el buda sonriente. Al menos tenía ese aspecto, con la túnica dorada, la cabeza calva y el enorme vientre como resultado de una vida de lujos. Kain sonrió y le dijo —¿De qué hablas? Yo no soy solo un jugador. Por otro lado, un trabajo hecho a medias como la broma de un mono, sería divertido en el momento, pero después de que pase la broma todo el mundo se daría cuenta de lo inútil que fue. En ese aspecto, yo soy mejor, soy el hombre que hace posible las cosas. Soy la persona que toma las ideas y las transporta al mundo físico. Las vuelvo sólidas y viables, no solo una ambición, pero lo real, lo tangible, lo verdadero y confiable—
—Entiendo— dijo Sasuke —y por eso te digo que te has vuelto bueno—
—Aprendí del mejor y lo superé—
Sasuke soltó una risita y sus ojos se achicaron generando patas de gallo en la comisura de sus ojos. Ahora de verdad parecía un buda sonriente. La gente lo miró y después miró a Kain, trataron de traducir lo que habían conversado, pero solo lo entendieron como que Kain había aprendido a hacer negocios de Sasuke. Sin embargo, este último sabía que Kain no se refería a él.
Kain hablaba de Tobirama y como al final, lo supero y lo mato. Toda la anterior guerra fue un plan muy elaborado de Tobirama. Ahora Kain había hecho lo mismo, pero en otra dirección. Toda la futura paz y prosperidad solo se debería a Kain Uchiha y el resto de las naciones y villas danzarían en su mano.
Al mismo tiempo que Sasuke se reía como un buda sonriente, Koharu termino de entregar los documentos a los representantes de clanes y volvió con Kain —¿Qué le parece el documento, Kain-sama?— preguntó
Kain la miró, sostuvo el documento con la mano izquierda y le hizo el gesto con la mano derecha para que ella se acercara. Koharu se acercó, pego su hombro al de Kain y este último le explico algunos cambios en las palabras. Koharu ni siquiera se dio cuenta que Kain ponía algunas frases poco precisas como para generar vacíos en el contrato, por si algo podía ser utilizado en su contra. Ella solo estaba fascinada por Kain y su capacidad.
Koharu fue a cambiar el documento y Kain se dio la vuelta para volver al cojín que debería utilizar el hokage. Él subió la tarima y se sentó.
Al mismo tiempo, Kaoru se levantó de su cojín, junto al de su hermano y patriarca del clan Hyuga, Kazuhiko. Ella camino hasta Kain, se sentó a su lado, sobre el piso de madera y por la falta de cojín, se vio más pequeña todavía. Kaoru miró a los representantes leyendo los documentos, a Danzo en su cojín mirando la actitud de las personas y aprendiendo una que otra cosa de Kain. Finalmente, Kaoru miró a Kain y le dijo —Kain-sama es bastante bueno con las palabras—
—Sí, se podría decir— respondió Kain con ligereza
—Lamentablemente eso no funciona con los cultivadores—
Kain sonrió y la miró —¿Esos cultivadores no hablan?— preguntó
Kaoru se quedó sorprendida por un momento, pero después rio como un ángel y respondió —ellos hablan, Kain-sama—
—En ese caso, hablar siempre funcionara, porque no se trata de engañar a las personas, sino de sacar lo mejor de todo el mundo, juntarlo y combinarlo para hacer algo con lo que todos estén conformes. Dime, Kaoru-chan, si ese mundo del que hablas es tan conflictivo, seguro hay muchas muertes— Kaoru asintió con una hermosa sonrisa, le gustaba este Kain más que cuando era Tytos y solo sabia solucionar las cosas intimidando o golpeando a otros. Kain continuo —en ese caso, dime ¿Cuántas personas llenas de potencial se perdieron? ¿Cuántas veces te preguntaste por sus secretos y las nuevas posibilidades que hubieran llegado a tus manos? Es fácil matar, Kaoru, realmente. Incluso si eres capaz de aprender de la situación y evitar que otro te engañe ¿Eso te deja preparado para afrontar de nuevo el mismo problema? Lo más probable es que no, porque solo puedes afrontar las cosas de la manera más burda, como una tortuga que se oculta en su caparazón, pero nunca podrías sacarle el mejor resultado. Bueno, ahí estoy yo— Kain estiro su mano derecha y le acaricio la mejilla —tomándolo todo y convirtiéndolo en algo beneficioso para todos. Incluso si soy hábil con las palabras, mi capacidad de tomar las cosas y convertirlas en algo grande es lo que me hace impresionante. Míralos, Kaoru, ellos me aman, y como tu dice, fui bueno con las palabras—
Kaoru miró de soslayo y pudo ver a los representantes de clanes conversando y riendo de buen humor, como si estuvieran en una gran fiesta y estuvieran conformes con las decisiones que tomaron. Kaoru sintió un escalofrío y miró a Kain, de cabello blanco y ojos azules, tenía una sonrisa en sus labios. No era la maldad ni nada por el estilo. Era más, la sonrisa generada por un trabajo bien hecho.
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