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21.49% Suerte y perseverancia / Chapter 201: Capítulo 63 - Conspiraciones y mecanismos

章 201: Capítulo 63 - Conspiraciones y mecanismos

Catalina y Kain se demoraron una semana en llegar a la ciudad de Sharia, lugar que albergaba la Universidad de Magia. Lo primero que hicieron fue buscar un buen hotel y lo segundo, fue contactar a Sylphiette. Por su parte, Kain pensaba colarse con su magia por la universidad, pero Catalina lo detuvo. Si lo llegaban a pillar, que era poco probable, sus oportunidades de alistarse como parte del profesorado se reducirían a cero. Así que solo ocuparon a un mensajero y al día siguiente, llegó Sylphiette al hotel en dónde Kain se hospedaba. Ahora estaba en la puerta, mirando a su tío, el cual la recibía con una gran sonrisa. Su boca tembló por un instante, pero aguanto el dolor que llevaba en su corazón. Entro a la habitación y después abrazo a Kain para ponerse a llorar. Kain solo la pudo abrazar con pena y algunos arrepentimientos en su corazón.

En el informe que le hicieron llegar a Kain, decía que más del sesenta por ciento del grupo de la princesa Ariel murió. Solo quedo ella, Luke, Sylphi, otras dos muchachas que eran sus retenedoras y los dos hermanos que habían enviado de Millis. El resto murió. La escala del ataque que había planeado el primer príncipe del reino estaba sobredimensionada. Incluía a dos reyes de la espada en el grupo. Como resultado, muchos murieron y la misma Ariel se salvó solo porque llevaba el amuleto que le había dado Kain cuando niña.

Kain escuchaba a Sylphiette ahogar su llanto en su pecho. Le rompía el corazón. Quería lastimarse a sí mismo en estos momentos ¿Por qué permitió que su bebé hiciera tan peligroso viaje? ¿era estúpido?. Solo se perdonó a sí mismo pensando en que era la voluntad de Sylphiette. Ella deseaba ayudar a sus amigos, proteger a sus amigos, desafiarse a sí misma, diciéndose que podía lograrlo. Al final, era la tierna e inocente voluntad de Sylphiette, la cual que quería ayudar.

-No llores, bebé- dijo Kain derramando una lagrima. La tomo en sus brazos y se sentó en un sofá de la sala de estar. Después la continuó abrazando mientras Sylphiette seguía sollozando.

Media hora después, Sylphiette dejo de llorar. Se separo aun sintiendo tristeza y se paró sobre sus pies. No obstante, su cara denotaba un poco de vergüenza. Su tío todo el tiempo la llamaba bebé y ella le decía que no lo era, pero mira ahora, realmente se comportaba como un bebé.

-Lo siento- dijo Sylphiette con una voz pequeña, tenía los ojos rojos e hinchados de tanto llorar. Se paro delante de Kain haciendo una carita de pena, mientras jugaba con sus dedos en un gesto nervioso.

Kain aún sentado en el sillón, sonrió y estiro sus manos para abrazarla. Al final, solo sentado podían ser de un mismo porte. Kain le dijo al oído -no estés triste, bebé. Usted sabe que puede contar conmigo- después se separó y Kain se dio unos toquecitos en el pecho con la punta de sus dedos -aquí hay un lugar reservado para mi Sylphiette. Cada vez que se sienta triste puede venir y llorar todo lo que quiera-

Sylphiette se puso roja como un tomate. Tenía mucho que decir, sobre todo que le daba vergüenza, pero no dijo nada y solo asintió con una sonrisa. No estaba sola en este mundo. Tenía un lugar al que volver, un lugar en el que refugiarse, tenía a alguien que lo daría todo por ella.

-¿Ya termino la familia melosa?- pregunto Catalina desde el sillón del frente

-Tía, yo no soy melosa, es el tío- se defendió Sylphiette apuntándolo

Catalina solo se rio y se levantó para darle una abrazo cariñoso -estas muy grande mi niña-

-Gracias tía-

-Ven, siéntate a mi lado, si no este tipo te mantendrá todo el día arrullada como un bebé-

Sylphiette miró a Kain como si lo que hubiera dicho Catalina fuera cierto y le dio una mirada de reproche -me enojare si haces eso- dijo

Kain se rio algo incomodo, parece que sus pensamientos habían sido leídos.

Así que al final, Sylphiette se sentó al lado de Catalina en un sillón de tres cuerpos. Kain quedo al frente, sentado en un sillón de un solo cuerpo con un alto respaldo.

-¿A que ha venido el tío?- pregunto Sylphiette -en la última carta que recibimos, dijo que iba a venir en un mes más-

-Tu tía, aquí- dijo Kain entre resignado, divertido y cansado -se le ocurrió ser profesora de la universidad. Así que tuve que adelantar mis planes de viaje-

Sylphiette se concentró en su tía Catalina y le pregunto asombrada -¿va a ser profesora?-

-Por supuesto, cabecita- dijo Catalina con cariño y le revolvió el pelo

-Tía, ya no soy una niña, no haga eso-

-Jejejeje, las viejas costumbres son difíciles de cambiar. Lo siento, se me olvida que nuestra Sylphi es una señorita-

-Mooo- dijo Sylphiette inflando sus mejillas -si no es el tío es usted-

-Jejejeje, no es nuestra culpa. Desde siempre Sylphiette ha sido demasiado adorable-

Sylphiette tosió, ya no quería seguir aguantando más bromas y retomo la conversación -¿Entonces la tía va a ser profesora?-

-Por supuesto- respondió Catalina dándose con la parte superior de su puño derecho en el pecho. Sylphiette quedo con la boca abierta al ver el movimiento gelatinoso que tuvieron -tu tía es una maga super calificada-

-Tía- dijo Sylphiette tragando saliva -¿Cómo llegaron a ser así?-

-¿Eh? ¡Ah! Mis tetas, no hice nada. Siempre han sido así-

Sylphiette se miró a sí misma y murmuro -tan injusto-

-Jejejeje, no te preocupes, las tuyas también crecerán con el tiempo. Solo espera, las mías no eran tan grandes cuando conocí a este chico malo-

Sylphiette tosió de nuevo y trato de ponerse sería. Se enfoco en Kain y le dijo -la princesa Ariel quiere verlo-

-¿Qué quiere esa niña?- pregunto Kain

-Ella dice que necesita un poco de su asistencia. El amuleto que le regalo esta agrietado-

-¿Ooh? ¿Eso quiere decir que alguien en su carta no me contó toda la historia?-

-Kain, deja a la niña- dijo Catalina

-Pero me está ocultando cosas, a lo mejor fue más peligroso de lo que ella nos contó-

-¿Y qué? Lo hecho, hecho esta. Ella quería hacerlo, así que déjala tranquila. Pareces una vieja entrometida-

-Mm,mm- dijo Sylphiette asintiendo a todo lo que decía Catalina

-Mocosa- dijo Kain meciendo su mano a la altura del pecho -ganándote del lado de tu tía, ya verás-

-La tía está aquí, no me puedes hacer nada- dijo Sylphiette y le saco la lengua

Kain soltó un suspiro y le dijo -bien, dile a Ariel que iré a verla, pero que me consiga una reunión con el director. Es para que tu tía se pueda entrevistar-

-Bueno tío- respondió Sylphi, lo miró un poco nerviosa y continuo -¿no has sabido nada de Rudy?-

-¿Rudy, Rudy?- dijo Kain mirando hacia el techo como si no supiera quien era -¿a ese Rudy te refieres?- pregunto apuntando con el índice y un rostro lleno de duda

Sylphiette puso un rostro molesto -sí- dijo -a ese Rudy-

-¿Tu novio?-

-No es mi novio; aún- respondió Sylphiette en un murmullo y con un leve rubor en las mejillas

-Kain, deja de molestar a la niña- dijo Catalina

-Pero es divertido-

-Te entiendo, pero para. Si no te empezara a odiar-

-Ok, ok, bien. No, no he sabido nada de tu amoroso Rudy-

Sylphiette asintió triste, fue como si su hermoso rostro élfico hubiera perdido su brillo.

Catalina le dio una mirada llena de enojo a Kain, pero este último la ignoro. Ambos sabían que no era así, pero Kain tenía sus dudas con respecto a la agenda secreta que manejaba el mocoso Greyrat. Además de que no le gustaba. Siempre andaba con palabras melosas y segundas intenciones. Lo encontraba demasiado falso.

-o-

Dos días después, tuvo lugar la reunión. En estos momentos todo el mundo estaba en clases, así que cuando Catalina y Kain pasaron por los pasillos del patio de la universidad destacaron demasiado. Muchos alumnos se pegaban a los vidrios del aula para mirar a la hermosa mujer con enormes senos. Por otro lado, las alumnas miraban a Kain embobadas y secretamente se preguntaban si era el hermano mayor de cierto silencioso mago guardián.

-Parece que vas a ser muy famosa- dijo Kain, medió en broma y medió molesto

-No seas celoso Kain. Son niños, cualquier mujer con un poco de tetas es buena para ellos- respondió Catalina con indiferencia

-No todos son niños-

-Bueno ¿y? no sigas. De lo contrario me enojare-

Después de salir de los pasillos de adoquines blancos, entraron al edificio principal. Parecía un enorme rectángulo blanco de tres pisos. En la entrada los esperaba Sylphiette, pero esta vez con su teñida de "Fitt el silencioso". Una cosa que Kain encontró horrorosa pero Sylphiette acepto. Consistía en una capa de color piedra y un uniforme masculino de la universidad. Además de que tenía que llevar su hermoso pelo blanco bastante corto y unas gafas negras. A Kain no le gustaba porque no se parecía a su dulce Sylphiette.

Ella asintió y guio a Kain y Catalina por los pasillos sin proferir una palabra. Una vez que subieron al tercer piso, llegaron a una gruesa puerta de roble y llamaron.

-Deséame suerte- dijo Catalina levantando su labios para que Kain los besara

-No la necesitas, pero suerte. Eres una increíble maga- dijo Kain con una sonrisa y la beso. Al mismo tiempo, Sylphiette que los vio, se sonrojo.

Catalina entro a la oficina y se cerró la puerta. Después de eso, Kain fue con Sylphiette a los dormitorios femeninos. Tuvieron que salir del edificio e ir en dirección contraria a la salida de la universidad. Avanzaron por un largo camino de adoquines pintados de blanco al más puro estilo de Millis y llegaron a otro edificio rectangular. En la entrada del lugar había una mujer custodiando la entrada.

-Señor Fitt- dijo la mujer en su treintena, no tenía ningún encanto, ni su pelo ni su cara, pero parecían desagradarle los hombres, al menos así lo sintió Kain -usted sabe que no se pueden acercar hombres al edificio. Usted es diferente porque es el sirviente de la princesa, pero él- frunció el ceño.

-Él es un invitado de la princesa Ariel, ya tenemos la aprobación del director- dijo Sylphiette entregándole una carta.

La mujer abrió el sobre y estiro el documento para poder leerlo. Con cierta reticencia acepto, pero le dijo en un tono molesto -no se te ocurra hacer algo chistoso en los dormitorios, aquí los forasteros no tienen ningún poder-

Kain sonrió y dejo salir una increíble cantidad de mana, la cual resonó con la tierra alrededor e hizo temblar toda la universidad. La mujer se cayó sobre su trasero y Sylphiette reacciono al instante. Estiro su mano lo más alto que pudo y le jalo la mejilla derecha a Kain.

-Dijiste que te comportarías- dijo Sylphiette

-Lo siento- respondió Kain mientras su mejilla derecha estaba siendo jalada. Al instante corto la emisión de mana.

-Lo siento, Cinthia- dijo Sylphiette, soltando a Kain y haciendo una reverencia -realmente lo siento-

Sin embargo, Cinthia parecía no estar escuchando y solo negaba mientras estaba embelesada.

Después de eso, Sylphiette tomo a Kain de la mano derecha y lo llevo hasta la habitación de Ariel.

-o-

-Como siempre- dijo Ariel sentada en un sillón -su presencia no puede ser ignorada-

Kain sentado al frente de ella solo se rio, pero Sylphiette a su lado, le jalo la mejilla derecha.

-No lo alagues Ariel- dijo Sylphiette molesta -es muy impulsivo. No sé cómo la tía lo trae a la universidad-

-Lo siento Sylphi- dijo Kain con su mejilla derecha estirada -no lo volveré a hacer-

-Mas te vale, o si no le diré a la tía Lilia, a ver si vas a seguir comportándote como un niño-

Una vez que le soltaron la mejilla, Kain se la acaricio y dijo para sí -me pregunto si mis niñas serán tan mandonas cuando crezcan-

-Pobre de ellas, tener un papá tan irresponsable-

Kain soltó un suspiro y le dijo a Ariel -bien, niña. Me dijeron que tu collar estaba dañado-

Aparte de los asistentes enviados desde Millis. Luke y los otras dos retenedoras de Ariel, se molestaron con la ligereza con la que Kain la trataba. No obstante, mantuvieron los protocolos.

-Así es su excelencia. Mire- dijo Ariel quitándose una delicada cadena del cuello, la cual portaba una pieza metálica tallada con extraños caracteres -tiene una fisura en medio-

-Esto es serió, niña- respondió Kain tomando el collar y examinándolo -¿me dijiste todo cuando me enviaste la carta aquella vez?- pregunto en un tono calmado sin apartar los ojos de collar -tienes la mala costumbre de ocultarme cosas-

-Ya aprendí mi lección, su excelencia-

-Eso espero. Fuiste atacada por varias personas y muy fuertes -dijo Kain levantando el collar y moviendo la pequeña pieza de metal con su mano derecha -¿Cuántos?-

-Tres personas-

-¿Cuántas veces?-

-En todo el combate unas diez veces-

-¿Tenían algo especial?-

-Dos de ellos eran reyes de las espada, el otro tenía una ballesta rara. Me disparo dos veces y solo ahí se le hizo la fisura al medallón-

-Fiu- dijo Kain en un silbido -tu hermano no pierde el tiempo. Está creando cosas bastante peligrosas-

-¿Usted cree?-

-No, según mis informantes, encontraron eso en una mazmorra y alguien se lo obsequio a tu hermano. De ahí que tu hermano está tratando de copiar el mecanismo. El problema es que es un idiota, el cual no se le ocurrió nada mejor que pasarle el original a uno de sus subordinados para que te matara. Ahora lo perdió y tiene toda una línea de cien de esos juguetes a medio camino. La pregunta es ¿Quién le paso algo tan sofisticado?- Kain se apoyó en el respaldo del sillón y golpeo con la punta de su dedo índice en el reposabrazos -También soy herrero ¿Sabes?- continuo -y si te soy sincero, podría recrear el mecanismo de esa cosa, pero no me atrevo porque el mundo no está preparado. Cualquier idiota con un mínimo de puntería podría empezar a matar reyes como si nada. Así de peligroso es ese juguetito-

Toda la sala estaba en un silencio sepulcral.

-Lo único provechoso de todo esto- dijo Kain -es que descubrimos de donde saco la inspiración el príncipe para pensar en dejar de utilizar a los magos y espadachines-

-¿Esto no es bueno para el país?-

-Sí y no. Por un lado, si en algún momento viene un emperador o un mago poderoso al que no puedes detener, puedes utilizar esto. Pero piénsalo al revés. Piensa que tu ingenioso hermano tiene un galpón en donde construye estos artilugios y vine un ladrón. Ese ladrón se lleva dos de estos juguetes, algo que no resalte mucho. Entonces lo vende a tus enemigos por unas pocas monedas de oro. Acto seguido, en el palacio hay un baile, de esos típicos que hacen para botar dinero. Entonces viene ese enemigo y te mata. ¿Es bueno?¿Tienes cómo defenderte?-

El silencio sepulcral se intensifico como si hasta el aire se hubiera estancado.

-Primero crea un método de protección y después te daré los planos del artilugio-

-¿Esta bien?- pregunto Ariel algo contrariada

-Ese juguetito ya se ocupó, eso quiere decir que alguien ya lo conoce. Ahora es imposible que no vuelva a aparecer en el futuro. Solo podemos prepararnos-

-Está bien su excelencia, pensare en algo-


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