En las zonas rurales existen muchas celebraciones. Una de ellas es el fin de la cosecha. Por lo general la cosecha es una periodo que dura cuarenta días y se extiende entre la primavera y el verano. Una vez que se terminan los procesos de cosecha, se junta la gente del pueblo a cantar y danzar. Es un época para ser feliz, incluso si no te fue bien con tus cultivos. Al vivir en pequeñas comunidades, la gente se conocen de toda la vida. Por lo tanto, cuando hay un alguien en necesidad, los más aventajados comparten un poco de su prosperidad. No obstante, esto pasa en Asura, ya que es una de las naciones más estables del mundo. Como no existen problemas (más allá de los secuestros de semi humanos y la venta de droga) todo es muy tranquilo. Por ende, cuando Victoria, Lilia y Kain se presentaron en un pueblo y la gente los recibió con los brazos abiertos. El primer día comieron hasta desmayar. ¿Por qué? Bueno, es de mala educación rechazar una comida. Se ve como una especie de desprecio al anfitrión. Así que como comensal, tienes que comer todo lo que se te ofrezca. Las papas cocidas, las carnes y el vino están a la orden del día. Al final de toda esta jornada, Lilia y Victoria quedaron como trapos. Bebieron tanto que ya no se podían los pies. Así que cuando eso paso, Kain quiso arrendar una casa y el alcalde del pueblo lo ayudo con eso. Caminaron hasta una cabaña a las afueras del poblado. Kain trato de pagarle al alcalde, pero este último no acepto el dinero. Hizo una sonrisa y levanto las manos como preguntándole "¿Qué necesidad hay de eso?". Entonces se dio la media vuelta y los dejo solos.
Kain saco dos sacos de dormir, recostó a sus dos bellas borrachas sobre ellos y reviso la cabaña. Todo era normal y nadie los estaba espiando. Por el flujo de energía, podía decir que todos estaban en los mesones en el centro del pueblo, bebiendo y comiendo. Aunque eran cerca de las tres de la mañana, la gente seguía celebrando. Tenían una alta tolerancia al vino y sabiendo que este evento no se repetiría hasta el otro año. No perderían ni un momento para disfrutar.
Kain cerro la puerta apartándose de todo el ambiente de celebración. Camino hasta la cocina a leña que estaba en el centro de la casa. Lanzo unos cuantos leños y prendió fuego. Una vez que se ilumino, se dio cuenta que el techo tenía telarañas, pero el piso y las paredes estaban perfectamente limpios. Reviso que no hubieran arañas cerca de las chicas. También reviso los muebles, que estaban en mal estado, con las puertas chuecas o a medio caer. Después se sentó frente al fuego y medito en todas las cosas que paso hoy. La gente fue muy amable, mas de lo que alguna vez fueron los extraños con él. Bueno, también esta el poblado donde debe estar Robert viviendo. Kain pensó que de seguro, era por la época del año. Si hubiera sido hace un mes o a lo mejor, dos semanas antes, la gente le hubiera dado con la puerta en la cara. Pero como estaban de fiesta, había que ser feliz y compartir esa felicidad. Ya mañana llegara el momento de apretarse el cinturón y racionar la comida. Así son los pobres, solo existe el ahora y el mañana, bueno, eso se resolverá cuando se despierten al otro día.
Lilia recobrando sus sentidos, se levanto del saco, miro con sus parpados tan cerrados, que no parecía estar despierta. Miro alrededor, vio una sombra sentada frente al fuego. Camino hasta él, le olfateo el cuello y puso una sonrisa. Después hizo su camino hasta sentarse en su regazo y se volvió a dormir. Ella hablaba algunas cosas, pero como estaba borracha, se oigan como murmullos ininteligibles. Kain sonrió, le aparto el cabello del rostro y la llevo a dormir. Lilia algo sorprendida por el repentino movimiento pregunto -¿Kain, eres tu?-
-Sí amor- le respondió Kain
-Hagámoslo, me siento caliente-
-Estás borracha-
-¿Te molesta el olor?-
-Para nada-
-¿Entonces?-
-Solo preguntaba-
Entonces Kain la comenzó a besar. Fueron poco a poco enterrándose en el saco de dormir. Kain pasaba sus manos por todos lados. Lilia por otra parte solo lo abrazaba y entre dormida, hacia el esfuerzo de besarlo. Después de recorrer el cuerpo de Lilia, Kain empezó a desvestirla, bajo por su delgado cuello, después por sus dos grandes montículos, siguió por el obligo y llego a la vagina. Lilia abrió los ojos cuando sintió un áspero tacto en su vagina. Entonces empezó a retorcer su cuello, a mover su lengua y a sentir un cosquilleo que venía de su interior. El sentimiento se fue haciendo mas fuerte, ella dejo salir algunos gemidos y cuando ya no pudo mas, soltó un grito ahogado. Su cuerpo estaba tenso, estiraba hasta los dedos de los pies y cuando la sensación paso. Relajo sus músculos y cayo como si fuera un títere al que le cortaron las cuerdas. Después de unos instantes, se durmió con una sonrisa llena de satisfacción y Kain, bueno, él quedo mirando algo estupefacto. De repente alguien le toco el hombro, se dio la vuelta y vio dos enormes malvaviscos. Era Victoria que lo estaba atacando de forma directa con sus encantos. Victoria le refregó sus enormes senos por la cara y le dijo -ven a mi saco, también estoy caliente pero te prometo no me quedare dormida-. Entonces ella lo arrastro y lo hicieron hasta caer dormidos.
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Tres días habían paso en la localidad y Kain se había acostumbrado al clima. El ambiente se estaba poco a poco poniendo más frio, pero como estaba bajando en el mapa, no había nieve aun. El cuarto día fue el límite para Kain. Tomo sus cosas y dejando atrás, tres sacos de trigo, abandono el poblado. Victoria por supuesto se enojó con esta acción y le dijo que esa era su mercadería. Kain le dijo que no fuera tacaña, ya se había aprovechado lo suficiente de esa gente. Victoria había estado bebido sin parar durante esos tres días. Claro que el tercer día fue regañada, se estaba volviendo adicta. Así que Kain le dijo que nada mas de vino para ella por un mes. Fue molesto para Victoria, pero como alguien que busca mantener su credibilidad, acepto tal penitencia. Ningún comerciante decente se da a los vicios, de lo contrario todo su esfuerzo se va por el desagüe.
En la noche del cuarto día, se detuvieron en la cima de un cerro. Montaron un campamento debajo de tres pinos que estaban alineados. Por otro lado, a lo lejos podías ver tres quebradas que se unían a un gran rio unos dos kilómetros más allá. Victoria soltó su aliento en el aire y se generó una tenue nube de humo blanco. El frio estaba llegando y sus ropas no eran suficientes. Se dio la vuelta y vio como Lilia trataba de prender fuego y Kain llevaba los caballos unos cinco metros más allá, los amarro a un árbol y los dejo pastar. Después volvió a donde estaba Lilia, estiro su mano y creo fuego. La leña que coloco Lilia comenzó a crepitar, empezó a emitir calor y bajo el cielo nocturno, Kain y Lilia se miraban con deseo. Victoria frunció el ceño, se sentó en una roca frente a ellos y los interrumpió -estoy aquí saben-
-Vicky, no seas celosa- respondió Lilia -yo no te digo nada cuando tu aprovechas de tener sexo y yo estoy durmiendo-
-Hmph, no es mi culpa que tu tengas poca tolerancia al alcohol y solo te guste correrte dejando a Kain con las ganas-
-Eso- trato de responder Lilia, pero no le salió ninguna escusa
Kain torno los ojos al cielo y le dijo -no hay problema Lili, estabas media borracha esa vez, pero ten cuidado. Si te emborrachas y yo no estoy, cualquiera se puede aprovechar de ti-
-Esa no es mi intención- respondió Lilia preocupada
-Lo sé, pero eso no detendrá a las otras personas-
-Lo siento marido-
-No hay problema- respondió Kain mientras la abrazaba
Victoria frunció aun mas el ceño y le dijo -Kain, nuestras ropas no serán suficientes, tenemos que comprar nuevas-
-Sí, también me di cuenta. Pero falta bastante para encontrar una ciudad. Así que por ahora se conformaran con esto. Ven Vicky, tu serás la primera, no sé que hice, pero no estés molesta-
Victoria camino hasta Kain, este último la abrazo, le dio un profundo beso y ella relajo su ceño. Entonces Kain le pregunto -¿Por qué estas tan molesta?-
-No es nada- le respondió Victoria
-Ya te lo dije, no he desarrollado ninguna habilidad para leer la mente. Así que dime que te molesta-.
Pero Victoria no respondió, Kain soltó un suspiro, le dio otro beso y le coloco un sello en la frente. Victoria lo quedo mirando impresionada. No sentía frio. Pero antes de que ella pudiera preguntar, Kain camino hasta Lilia he hizo lo mismo que con Victoria. Después de arreglar el problema del frio, Kain les dijo que no le podían decir a nadie lo que él hizo. Era una habilidad especial, así que soltar información solo les traería problemas.
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Con una semana más de viaje a caballo, el grupo por fin llego al pueblo donde debería estar Robert. En todo el tiempo que Kain no vino, el lugar no cambio mucho. Se veían grandes campos arados, pequeñas casas de madera un poco chuecas por el movimiento de la tierra. Algunas vacas pastando en los grandes pastizales y un rio a unos treinta metros del pueblo. Por otro lado, se veían a dos hombres volviendo de cazar. Uno de ellos era un muchacho y el otro un viejo que tenía un bigote similar a una brocha. Ellos se detuvieron delante del grupo. En cuanto Victoria vio al muchacho, se bajó del caballo y corrió con lágrimas en los ojos.
-Hermano, hermanito- grito Victoria
-Vicky- grito el muchacho. Los dos se abrazaron, saltaron, se dieron otro abrazo y lloraron. Un instante después se separaron y Robert le explico al viejo -esta hermosa niña es mi hermana- dijo Robert, después miro a Victoria y le ordeno -saluda a esta señor. Él es mi suegro-
Victoria de forma obediente, hizo una perfecta reverencia y le dijo -mucho gusto estimado señor, mi nombre es Victoria. Le agradezco desde el fondo de mi corazón que haya acogido a mi hermano-
-No hagas eso Vicky, lo vas a poner nervioso, aquí la gente no hace esas cosas- dijo Robert
-Lo siento, es la costumbre-
-¿Oh?- dijo Kain mientras se bajaba del caballo -yo recuerdo que cuando te fuiste a presentar a mi tienda, me llamaste amigo y te comportaste de una manera relajada-
Victoria se dio la vuelta y le hizo señales para que se quedara callado, pero una garra de acero la tomo de la cabeza. Robert con una sonrisa que no lo era, le pregunto -¿tu hermano mayor no te ha enseñado a ser respetuosa?-
-Sí hermanito- respondió Victoria en un apuro
-¿Y?¿que paso con ese tipo de saludo?-
-Pero ustedes son amigos-
-Sí, pero somos nosotros, los que combatimos codo a codo, viajamos juntos, comimos la misma comida y nos enfrentamos al peligro, tenemos esa actitud. Tu eres una mocosa ¿lo recuerdas?-
-Sí hermanito- dijo Victoria en un tono bajo que casi era un susurro
-Lo siento Kain, esta niña aun necesita aprender modales-
-No hay problemas, ella es mi mujer. Pero tu, tu tienes que pagar- le dijo Kain mientras caminaba hasta Robert y le ponía un puñetazo. Robert no alcanzo a reaccionar, así que salió volando por el impacto, cayendo a unos tres metros.
Después de recomponerse, Robert se levanto mientras se acariciaba la mandíbula y le pregunto -¿Por qué me pegas?-
-Puede que no lo sepas, pero me enviaste un problema ambulante a mi casa. Con el tiempo corregimos su sentido común, pero gracias a ella, vino la mujer más fuerte del reino a molestarme durante todo un año-
-¿Y que culpa tengo yo?-
-Ninguna, solo quiero desquitarme con alguien- dijo Kain mientras corría para golpearlo. Robert a su vez lo evito y lo contrarresto con una palanca. Kain cayó al suelo y pero de alguna manera le lanzo un punta pie a la cara. Por otro lado, Robert quedo sin aire y cuando caía, le pego un puñetazo con el impulso de la caída. Con los dos en el suelo, se agarraron a puñetazos y se revolcaron quedando todos sucios.
-Parecen dos niños- comento Victoria algo estupefacta
-Sí- respondió Lilia -como dos niños-
-¿Es verdad que le di tantos problemas?-
-Mas o menos, Vicky. En ese momento no lo entendiste y después no le diste importancia, pero piénsalo bien. Esa mujer Reída es la más fuerte del reino. Si hubiera querido, podría haber matado a Kain en su primer encuentro-
-Entonces ¿Por qué él?¿es solo porque soy la hermana de su amigo?-
-No lo creo- respondió Lilia con una sonrisa llena de confianza -eres joven y puedes cometer errores. Pero eres talentosa y hermosa. Yo creo tuvo tanta paciencia por eso. Así que deja de perder confianza en ti misma y ponerte celosa-
-¿Se me nota tanto?-
-Mucho-
Lilia y Victoria siguieron conversando de muchas cosas. Por otro lado, Robert y Kain dejaron de jugar. Se habían ensuciado con tierra y tenían algunos moretones, pero eran dos guerreros experimentados de alto nivel. Así que este nivel de lesión solo se podía considerar un juego. Después de limpiarse la ropa, Kain se presentó con el alcalde. El viejo de bigote de brocha se llamaba Mitto. Lo saludo con una gran sonrisa y un sonoro abrazo. Le dijo que lo recordaba de aquella época en donde este rufián (Robert) se había encaprichado con su hija. Los invito a su casa. Ahí conocieron a Clarisse, la esposa de Robert. ¿Por qué esposa y no novia?. Eso tiene su propia historia. Hace un mes atrás, cuando había terminado la cosecha, Robert y Clarisse bebieron demasiado en la fiesta y paso lo que tarde o temprano, tenía que pasar. Mitto para no linchar a Robert, le exigió que se casara con su hija. Pero como el par de tortolitos estaban enamorados, no les fue ningún problema aceptar la orden. Incluso conversaron que debieron haber hecho eso desde un principio. Ya que el viejo Mitto quería que pasaran dos años antes de que los dos se casaran.
Mientras ellos se reían y comentaban lo que paso. El viejo puso un rostro cansado los interrumpió -ustedes, los mocosos no saben. Pero uno que es viejo lo ha visto. Viene un tipo de la ciudad, se lleva a una muchacha. Pasan los años y después vuelve la muchacha. Ahora convertida en mujer y con tres o cuatro crías al hombro. Pero del hombre nada, se arrepintió a la mitad del viaje. Cuando se aburrió de cuidar de una mujer que ya no era tan joven como cuando la conoció. Yo soy padre, he criado solo a mi muchacha. Por supuesto que me voy a preocupar de quien pone sus ojos en mi niña. Ella es mi tesoro y si le llega a pasar algo, yo me muero-
Clarisse se acercó a su padre, le dio un abrazo y le dijo en un gentil tono -lo sé papá. Papá siempre ha sido el mejor para mí-
El viejo soltó una risita, le dio un beso algo brusco en la mejilla y salió de la casa. Nadie supo que fue a hacer, pero Clarisse dijo que lo más probable es que fue por leña. Robert trato de ser atento y seguirlo, pero Clarisse lo detuvo. Lo miro a los ojos y Robert asintió. Ellos tenían un entendimiento de lo que pasaba, pero no le dijeron a nadie. Así que forzaron una sonrisa e invitaron a desayunar al grupo.
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Tres días pasaron y Victoria y Kain, conversaron su propuesta con Robert y Clarisse. Esta última estaba un poco confundida, no sabía qué hacer, pero su padre la empujo. Claro que Clarisse, le dijo a su padre que viajara con ellos. Argumento que él estaba muy viejo para vivir solo. Pero el viejo, rudo y firme como él solo, le dijo que él no era ningún viejo de mierda como para que una mocosa lo trate como un minusválido. Clarisse lloro, pero entendiendo que su padre quería lo mejor para ella, no le siguió insistiendo. Por otro lado le pidió a Robert que la dejara venir a ver a su padre por lo menos una vez al año y Robert siendo un hombre de carácter, le juro que vendrían.
Arreglado eso, el grupo permaneció una semana en el pueblo del viejo Mitto. Después de eso, partieron con rumbo a Shirone. En el camino descansaron en varios lugares y a pesar de que estaba llegando el invierno, el aire era templado. Era la región, le dijeron a Kain. Supuestamente se volvería a poner frio una vez que llegaran al reino del Rey Dragón. Así que Victoria le dijo a Kain que no gastaran sino era necesario.
Kain le pregunto si había algo que fuera bueno para negociar en el reino de Shirone, pero eso lo respondió Robert-Cualquier cosa es buena. Es un reino pequeño que se beneficia de la esclavitud. Producen tan poco, que no crecen como nación y por ello siguen siendo un reino vasallo-
Kain asintió y empezó a hacerse ideas de como funcionaba el país. Por otro lado Victoria se mostro obediente. Trato de controlar sus impulsos sexuales, ya que no quería mostrarle ese lado a su hermano. Por otro lado Kain y Robert de vez en cuando acordaban viajar por separado. Acampaban en diferentes lugares para, bueno, hacer sus necesidades con sus mujeres. Esto fue bien recibido por Victoria y Lilia. Que después de haber probado el éxtasi del sexo, era difícil vivir en abstinencia.
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Una vez que llegaron al reino de Shirone, se encontraron con unas destartaladas murallas que cualquiera con un poco de habilidad, podría haber superado. No fue una nación grande, pero tenía algo de orden y solidez. Por supuesto no eran como los pequeños países de la zona de conflicto. No obstante, tampoco se podían comparar con Roa, y mucho menos con Ars. El comercio era escaso para ser uno de los países más viejos de la región. Se dice que tiene más de doscientos años de antigüedad, pero para Kain no era más que una sociedad envejecida. Se pregunto ¿Dónde estaba la cultura?, ¿Dónde estaban las reliquias?, las esculturas, los estandartes y los clanes de renombre. No se veían por ningún lado. Desde los soldados hasta lo civiles se veía una sociedad desgastada. Donde todo funcionaba por que sí y así debía seguir siendo. Por lo menos, Kain no pudo ver la motivación ni las ganas de hacer algo en sus ojos. Solo se quedaron tres días y se marcharon.
Durante un mes estuvieron viajando desde Shirone hasta el puerto del Este. Lugar que conectaba la zona marítima del Continente Central, con el continente de Millis. En el proceso pasaron por los reinos Kikka y Sanakia, pero ninguno fue mejor que Shirone. Eran pequeños reinos vasallos del reino del Rey Dragon. No eran grandes, no eran ricos, no había diversidad cultural y ninguno tenía la energía que destilaba el gran reino de Asura.
Una vez que llegaron al reino del Rey Dragon las cosas cambiaron un poco. En cuanto al clima, se puso más helado. Se podían ver las montañas y sus coronas blancas que relucían con la luz del sol. El aire se volvió más frio y los días más sombríos. Los caminos se volvieron menos transitados entre Sanakia y el Rey Dragon. También se hicieron presente los asaltantes que para su mala suerte eligieron al objetivo equivocado. No vale la pena mencionar cual fue el resultado. Sin embargo si hablamos de estadísticas. El reino del Rey Dragón, tuvo uno de los años con menos asaltos. Siguiendo con el viaje al reino del Rey Dragon. Los caminos se fueron angostando. Desde lo alto de los camino, podías ver el eterno y extenso mar. Había días en que estaba en calma y regalaba la mejor y más maravillosa vista a sus visitantes. Había otros días en donde el cielo era negro y la mar rugía como una bestia herida. Fue aterrador cuando las enormes olas golpeaban la costa y arrastraban árboles.
Una vez que llegaron al reino de Rey Dragon, el grupo fue detenido. Los guardias les pidieron algunos sobornos, pero lo único que recibieron fue una carta de uno de los arzobispos de Millis. Como un acto reflejo, mostraron rostros llenos de descontento. Querían recibir la cuota usual, pero cuando Kain los preciono con su energía, se aterraron y no le hicieron problemas. Una vez que entraron a la ciudad se encontraron con calles atestadas de gente, no al nivel de Ars, pero similar a Roa. Era increíble que el mercado de uno de los países más fuertes del mundo, fuera solo equivalente a una ciudad de Asura. Por otro lado, este mercado fue más descarado que el de Shirone y los otros países vasallos. Podías encontrar desde comida hasta esclavos. Por lo menos en Asura había lugares especiales para este tipo de comercio, pero en este lugar, se llevaba a cabo en plena vía pública. Kain vio a algunos elfos con ojos muertos esperando a ser vendidos. Quiso comprarlos, pero fue detenido por Robert. Este último le dijo que este era el destino y que si quería cambiar el mundo debería ser influyente. De lo contrario, solo estaba tapando el sol con la mano.
Dejando atrás la zona comercial, el grupo busco un hotel. Una vez instalados, se dividieron en dos grupos y no se vieron hasta el otro día. Era claro lo que iban a hacer. No hay que mal entenderlo. Hacerlo al aire libre tiene su encanto, pero siempre es mas cómodo tener una habitación.
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Al otro día, como a la hora del almuerzo, todos se levantaron y fueron a comer. Bajaron al primer y solicitaron algunos platos de la comida local. No obstante, en medio de su festín, los interrumpieron. Vino un hombre de pelo negro, con algunos manchones blancos en su pelo, tenía un rostro imperturbable. Se presento como uno de los generales del Reino del Rey Dragon. Dijo que vino por orden rey. Le entregó una carta a Kain, invitándolo al palacio real. Por supuesto, Kain entendió cuál era la intención. Lo más probable es que los espías del reino comunicaron quien era y a que venía. Así que no era extraño que un reino como este tratara de ganar el favor de alguien fuerte. Haciéndose el ánimo, Kain fue al palacio pero no llevo a nadie. Viajo en un elegante carruaje y lo recibió en la entrada uno de los príncipes del reino. Por supuesto, muchos no creían en los informes. Mucho menos que este elfo fuera tan fuerte como mencionaban los reportes. Estaba la duda, Pero ¿podrían provocar a alguien que podía intercambiar golpes con Reída, la Dios del Agua?, la respuesta era no. Así que tratando de mantener su cordialidad, todos pusieron su mejor rostro. Al final de una larga sesión de saludos, Kain fue invitado al salón del tono. Lo recibió un hombre que decia ser el rey. Su cabello se veía sin vida, su piel suelta y arrugada, como si hubiera perdido vitalidad. Solo sus ojos reflejaban esa capacidad de gobernar, pero a los ojos de Kain, ya había pasado su mejor época. Sin embargo ¿Qué relevancia tenía su aspecto?. Ninguna, solo importaba el puesto y el poder que ostentaba. Así que Kain lo escucho con cuidado. No le dio más importancia de la que se merecía, pero tampoco fue insolente.
El rey con un tono cansado, dijo un pequeño y breve discurso, nada memorable, solo unas palabras floridas. Le ofreció una mansión y le dijo que las puertas del reino del Rey Dragón siempre estarían abiertas. No fue nada excepcional. Kain no se negó a las ofertas del rey, pero tampoco le prometió nada. Para un rey dar y quitar era tan fácil como mover su mano. Si quería, ahora podía declararlo enemigo del reino y tratar de perseguirlo. Ahora que le fuera a resultar era otra cosa, pero no valía la pena. Así que la reunión termino sin pena ni gloria. Después de eso Kain se fue a buscar a su grupo y los llevo a la mansión que el rey le ofreció. Cuando llegaron al lugar se encontraron con una construcción de cinco metros de alto. De roca solida con dos ventanales que hacían juego con la puerta y daban la impresión de ser un rostro. Fue una visión bastante cómica, pero tratando de tomarlo como el regalo del rey, no se rieron. El lugar era bastante espacioso, con habitaciones de cuarenta metros cuadrados. Una vista impecable al mercado y un amplio patio. Sino tuvieran planes para ir a Millis, Lilia le dijo que no sería un mal lugar para vivir. No obstante, Kain conocía el carácter de los reyes, así que le dijo que no era bueno. Este reino mantenía reinos vasallos, así que lo más probable, es que una vez que este rey tenga a alguien fuerte, va a querer conquistar otros reinos.
En la habitación principal, en medio de la cama, estaba Kain con Lilia y Victoria a sus lados respectivamente. Lilia escucho todo lo que le dijo Kain y le pregunto -¿Cuál es la diferencia con Millis?-
-Ninguna- respondió Kain -lo más probable es que también quieren mi fuerza, pero son una religión. Así que nunca se mostrarían hostiles de forma directa. Este reino por otro lado es demasiado descarado y poderoso. No son los más fuertes, pero tienen dominio de la mitad del continente ¿Viste como comercian esclavos?. Eso demuestra que no tienen respeto ni pudor por estas cosas. En Asura se hace lo mismo, pero por lo menos son más disimulados, más preocupados por las apariencias-
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La irracionalidad es parte de la naturaleza humano, tanto o más que la obstinación. Estas viendo que es peligroso, pero aun así lo quieres intentar. Estas viendo que es inviable, que es más un gasto que una inversión, pero aun así lo quieres intentar. Esto se vio reflejado en las ordenes que dio el rey. Una vez que el mar que conectaba el puerto del Rey Dragón y Millis, se descongelo. Ordeno que todos los barcos mercantes empezaran a realizar sus viajes. El intercambio se había estancado durante varios meses gracias a que el mar estaba congelado. Por otro lado, aun se podían ver trozos de hielo, pero la economía era primero. Incluso antes que las vidas humanas. Al menos el rey lo vio así y lo reflejo en sus decisiones.
Por otro lado, parte de la naturaleza humano, es la astucia. Cosa que reflejaron los más experimentados al acatar las decisiones del rey, pero no sin antes prepararse. En medio del mar que conecta El Reino del Rey Dragon y Millis. Se forma un conjunto de islas, llamadas archipiélago. En cada una de estas islas existen puertos provisorios. Así que si se produce algún problema en medio de un viaje, los barcos atracan en esos puertos. No es como si todos los barcos pudieran alcanzar a llegar a esos puertos, pero por lo menos la opción está ahí. Están las posibilidades de sobrevivir.
Dejando de lado la irracionalidad del rey del Reino del Rey Dragon y la astucia de los marineros. Los viajes empezaron una vez que se produjeron los deshielos, pero a la semana siguiente se supo de un accidente. Después hubo dos más, pero a la segunda semana, todo se normalizo. Sin embargo el grupo solo se embarcó a la tercera semana.
Cuando Kain se iba a ir, el primer príncipe lo fue a despedir, emitía un aura de antipatía, como si no quisiera estar aquí con estas criaturas inferiores. No obstante, su padre había dado la orden, así que hizo su mejor actuación. Él era todo amabilidad, palabras floridas e incluso le dio un abrazo a Kain, como si fueran los mejores amigos. Kain solo le siguió el juego, pero tomo nota de este futuro rey y conservo su imagen en su mente. A lo mejor algún día en el futuro, lo tiene que matar.
El viaje por mar fue sin contratiempo. Kain eligió la mejor embarcación que pudo encontrar. Era la más grande del puerto, con una coraza de metal en la proa. Parecía que si chocaba contra alguna iceberg, no se rompería, o al menos esa era la impresión que daba. La nave era dirigida por una viejo lobo de mar, un anciano de apariencia insipiente. Recordando su pasado, Kain se preguntó si para ser capitán tenías que verte así. Bueno, dejando eso de lado, el resto de la tripulación no se veían mejor, parecían piratas. Tenían cortes por todo el cuerpo, como si hubieran sido torturados.
En medio del viaje, Kain salió a la proa. El viento ululaba, la mar rugía y barco rechinaba a cada momento. El mástil se bamboleaba con cada ventisca, generando el pensamiento de ¿iremos a llegar a salvo?. Ante esta visión, muchos de los pasajeros se encomendaban a San Millis y se escondían en sus camarotes. ¿Qué más podían hacer?. La gran mayoría no tenía idea de cómo funcionaba un barco, mucho menos la mar. Así que gracias a esta aterradora visión, no había nadie en la cubierta. Solo el viejo lobo de mar y su fiel tripulación.
Kain se ganó en la punta del barco. Podía ver como rompía las olas y trataba de avanzar a pesar de que el mar tenía la urgencia de retrasarlo. De repente Kain diviso un par de aletas de color verdoso. Eran muy grandes para los peces de la zona. Siguió observando para ver si veía algo más y en un instante, vio una especie de pez con forma de humano saltar. Esto, esto fue increíble en muchos aspecto, se preguntó ¿Qué clase de criatura era eso?.
Un viejo que limpiaba la cubierta se acerco a Kain y dijo en un tono ronco -son gente del mar. Están muy lejos de su zona de confort-
-¿Por qué lo dices?- pregunto Kain
-Ellos por lo general no se acercan a la costa ni a las islas. Puede que los héroes hayan hecho un pacto con ellos en la gran guerra, pero nos tienen miedo-
-¿Cómo sabes que nos tienen miedo?-
El viejo esculpió como si estuviera botando su indignación y le respondió -porque la mayoría de los tontos los cazan. Incluso hay un plato especial que la realeza del reino come, aletas de tritón-. Kain negó sin ninguna palabra que decir ante tal acción. Pero considerando el trato que le daban a los elfos, lo considero normal. El viejo vio ese rostro de resignación y le dijo -muchacho ten cuidado cuando llegues a Millis. Los sacerdotes se visten de blanco, pero con mi experiencia te digo que mejor les queda el rojo de la sangre-
-Lo tendré en cuenta- respondió Kain
El viejo asintió, se dio la media vuelta y volvió a su trabajo. Kain por otra parte, siguió mirando al mar para ver si podía volver a ver los tritones, pero no hubo suerte. Después de una hora de contemplar la mar, Kain se dio la vuelta para volver a su camarote, pero se encontró con una adorable vista. Victoria había salido a la cubierta, llevaba un vestido blanco que le llegaba a los tobillos. Tenía algunos encajes en la parte del pecho y sobre el llevaba un abrigo del mismo color. Su hermoso cabello castaño estaba ordenado en un trenza y sus ojos verdes brillaban con esperanzas. Ella se acercó con tímidos pasos, miro a Kain y se refugió en su abrazo. Kain la contemplo, pensó en que se veía increíble, pero la mirada que le dio después, lo puso alerta. Era una mirada con una pregunta, pero no era cualquier pregunta. Era una que si no respondías de acuerdo a las expectativas, te podías ir a la mierda.
-¿Qué pasa?- pregunto Kain
-Yo, bueno- respondió Victoria -vine porque quiero hablar contigo-
Ella se veía linda, como si pudiera derretir el hielo del mundo, pero Kain transpiraba frio, esto era una mala señal. Ella se vistió hermosa, pero le quiere hacer una pregunta, a solas, en medio de un viaje. Mal, esto es peligroso, pensó que tiene que tener cuidado con lo que dice. Kain trato de sonreír de forma natural y le respondió -¿de qué quieres hablar?-
Victoria levanto la mirada y le pregunto -¿Qué soy para ti?-
¡Ahí esta!, pensó Kain. Si no respondía de manera inteligente, toda la relación que creo durante este año se ira a la basura. Él le dijo -¿a qué te refieres?-
-Yo te escuche que te di muchos problemas en un principio. Pero me preguntaba ¿solo estas conmigo porque soy bonita o porque soy la hermana de Robert?-
-Bien, veras- dijo Kain tratando de hilar las ideas -si te dijera que no me fije en tu físico te mentiría. Todo entra por la vista, pero también está el hecho de que eres hermana de Robert. Tampoco puedo descartar eso. Tu hermano es un buen amigo, por lo menos nunca me ha mentido o me ha traicionado-
-¡Solo por eso!- exclamo Victoria enojada
-Espérame, tengo que terminar. Después de eso esta ese lado tuyo que quiere llegar más lejos. Que quiere brillar por sí misma y buscar nuevos objetivos. Me gusta cuando tratas de crear tu propio futuro con tus propias manos. Incluso me gusta ese carácter loco, que de repente se pasa las monedas de oro por la cara-
Victoria se sonrojo de la vergüenza y le dijo -no era necesario la ultima parte. Eso fue solo porque era inmadura ¿entendido?, así que bórralo de tu mente-.
Kain sonrió y le respondió -borrado, totalmente borrado de mi mente-
-Bien- contesto Victoria mientras emitía una sonrisa -también me gustaste por como te ves. Después esta la opinión de mi padre y mi hermano. También me gusta ese lado divertido y un poco pervertido. Me gusta cuando estas serio y cuando me miras con esos ojos. Siento que puedes ver todo de mi, yo…yo quisiera quedarme contigo. ¿tu-tu lo quieres también?-
-Por supuesto Vicky- dijo Kain mientras la tomaba de la cintura -también te quiero a mi lado. Quiero ver que haces, hasta donde llegas, que logras, que cambias. Quiero seguir viendo como brillas-
-¿Incluso si doy problemas?-
-Incluso si das problemas-
Entonces mientras las olas del mar rugían a su alrededor, Kain y Victoria se besaron para mantener esta promesa. Se prometieron acompañarse el uno al otro durante la vida que les toque. Seguirían brillando y mientras hacen eso, se apoyarían en el proceso.