Nota del autor (deprimido): Un día estresante, un examen de inglés extraño.... Pero bueno, actualice la lista del capítulo anterior... ¡Y aquí está el 51!
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¡Splash!
El agua cayendo sobre el suelo causó un particular sonido que sacó a Samantha de su ensoñación, la joven abrió sus pesados párpados después de no dormir en 3 días y vislumbró la luz fuera del carruaje...
En este momento se habían alejado bastante de Arcadia, y nuevamente fueron capaces de descansar en las zonas seguras a lo largo del camino, en realidad fue debido a ello que la joven decidió dejar su cargo de vigía y finalmente tener un merecido descanso.
A su alrededor algunas de las chicas que se quedaron vigilando durante la noche abrieron sus ojos, sorprendidas por el ruido, entre ellas se encontraba Elizabeth la amazona.
Samantha se sorprendió un poco cuando vio que la mujer morena había sujetado su arma en el momento de despertar, esto implicaba que si alguien se hubiera acercado a la mujer pudo terminar siendo atacada, pero luego de desviar su atención a las otras mujeres, vio que muchas de ellas tenían reacciones similares.
"Tranquilas, no es un ataque... Parece que dejaron caer un balde de agua..." - Las palabras de Samantha relajaron a las mujeres, estas dejaron escapar suspiros y en su mayoría volvieron a acomodarse para seguir durmiendo, solo Elizabeth se levantó preparada para seguir a Samantha hacia el exterior.
Cuando ambas mujeres salen del carruaje se sorprenden al ver a April totalmente empapada, pero curiosamente con ambas manos sobre su boca para no gritar, probablemente en consideración de las mujeres que estaban descansando.
"¿Estás bien?" - Preguntó Samantha suavemente mientras buscaba en los alrededores algo que pudiera usar para cubrir a la chica, aunque también fue una forma de evitar que todas vieran la pequeña sonrisa que se había formado en sus labios.
"Sí... Estaba llevando un poco de agua para cuando despertarán, es solo que no me di cuenta de que el balde estaba dañado, así que termino por romperse." - Dijo mientras tomaba una pequeña agarradera (manija quizás) de metal, era notable que uno de sus extremos se había doblado por el peso dando como resultado que se quebrara.
"Está bien, no te preocupes por eso, lo arreglaré... Deberías ir a cambiarte o podrías enfermarte." - Samantha se quitó su abrigo y lo coloco sobre la joven, después de todo el agua comenzaba a transparentar su ropa y no eran los únicos en esta zona.
Luego de ello tomó el balde junto a su agarradera (o manija, igual puede tener otro nombre) y comenzó a caminar hacia uno de los carruajes para obtener las herramientas básicas que ahí guardaban, una vez conseguida la caja (de herramientas) y con ayuda de Elizabeth (quien aún seguía a Samantha) ambas mujeres fueron al límite de la zona en dirección opuesta a los carruajes.
En esta parte del lugar Samantha busco un tocón o piedra para sentarse y luego procedió a dejar ahí las herramientas, entonces la joven miró atentamente el metal doblado y comenzó a analizar como arreglarlo.
"¿Sabe de herrería?" - La pregunta de Elizabeth trajo de vuelta a la joven quien al mirarla solo pudo sonreír con un poco de ironía. - "Creo que tengo algunos conocimientos, y hace un tiempo viví con un herrero, así que aprendí viendo un poco."
Naturalmente el herrero al que se refería era Trish, y no mintió al decir que aprendió de ella algunas cosas, pero lo cierto es que sus habilidades quizás no llegarían a las de un principiante, sin embargo, sí tuvo ciertos conocimientos de su mundo original sobre el tema, esto fue por algo aprendido de su abuelo.
"Me gustaría usar fuerza y simplemente enderezarlo, pero no creo que el metal resista eso... No tengo forma de volver a forjarlo e incluso si tuviera equipo dudo ser tan hábil." - Samantha soltó un pequeño suspiro al pensar en ello, entonces comenzó a juguetear con el metal mientras hablaba con Elizabeth.
"Debo decir que es algo inusual, el que hayas decidido venir conmigo." - Expresó Samantha mostrando una pequeña sonrisa.
"Eso es... Sigh... Como sabe soy una amazona, mi gente tiene la creencia de que la fuerza está sobre todo..." - Elizabeth estaba obviamente un poco incómoda, pero aun así siguió hablando con Samantha sobre su gente. - "Cuando nos conocimos creí que usted era sorprendente, sin embargo, eso no llegaba a más que respeto y agradecimiento."
"Usted usa extrañas habilidades, igual que un asesino, es por ello que una parte de mí creyó que usted no era realmente tan fuerte..." - Cuando las palabras de Elizabeth llegaron a ese punto, no pudo evitar desviar su mirada en dirección a Bella quien estaba cepillando uno de los caballos cerca del campamento.
"Ella es increíble... Su fuerza y forma de combatir es similar a la de mi gente, por eso me sentí más a gusto cerca de ella, es una guerrera que podía seguir y admirar..." - Después de eso su vista regresó a la joven. - "Entonces la vi pelear contra ese hombre... Al principio creí que para vencerlo tendríamos que intervenir todas, sin embargo, usted manejó a un guerrero de ese nivel como si fuera un niño."
"Fuerza, velocidad, habilidad y control... Era como si estuviera viendo a las ancianas de mi clan nuevamente, el poder que mostró me dejó deslumbrada..." - Cuando terminó sus palabras el silencio volvió a caer entre ambas, Samantha por su parte bajo ligeramente la mirada hacia el metal en su mano, el cual había sido enderezado.
"Yo... Entiendo... Ejem... Ya he terminado con esto, simplemente falta volver a unirlos y podremos regresar." - La amazona se sorprendió al descubrir que la joven de alguna forma había enderezado el metal, entonces pudo ver que el anteriormente oscuro metal se había tornado ligeramente rojizo, lo que implicaba que Samantha lo había calentado para moldearlo con mayor facilidad, esto trajo una nueva ola de respeto de la mujer por la joven.
Lo que no sabía Elizabeth era que Samantha estaba completamente avergonzada y en su pánico por evitar que descubrieran su sonrojo, había usado magia accidentalmente sobre el metal, lo que a su vez produjo tal resultado.
Todo fue un accidente.
Unos minutos después la joven terminó de reparar el balde y lo regresó al campamento, April se vio gratamente sorprendida y también prometió devolver el abrigo de la joven cuando lo lavara, lo que no esperaba Samantha es que poco después mientras se preparaba para salir y dar un pequeño paseo (con Elizabeth) otras mujeres del campamento se acercarían a ella llevando artículos, trastes, contenedores y ropa dañados con la esperanza de que la joven los reparara.
"Eh... Yo..."/"¡Claro que puede hacerlo!" - Samantha se sorprendió cuando antes de poder rechazarlas vio como enérgicamente Elizabeth aceptaba por ella, poco después le dirigió una mirada brillante llena de confianza, así que al final la joven solo pudo apretar los dientes y aceptar en silencio el trabajo.
[Habilidad Adquirida: Artesanía Nv 1]
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Los siguientes días se volvieron cada vez más ocupados para la joven Samantha, quien durante la noche no solo vigilaba los alrededores en busca de cualquier amenaza, sino que ahora en su tiempo libre se dedicaba a reparar objetos y equipo del campamento, desde conseguir un nuevo mango para un sartén a tener que remendar o coser la ropa de sus compañeras que se había dañado.
Lo extraño de la situación es que muchas de sus compañeras en realidad sabían cocer, pero por algún motivo preferían dejar que la joven lo hiciera, incluso Karen descaradamente le llevo su ropa interior, la cual no tenía ningún daño...
No obstante, también obtuvo algunas ganancias, ya que su habilidad de Artesanía subió rápidamente de nivel y para el octavo día de viaje logro alcanzar el Nv 4, naturalmente hubo muchas cosas que la joven fue incapaz de reparar sin el equipo adecuado, así como algunas que simplemente no tuvo idea de por dónde empezar.
Pero al reparar pequeños objetos y ropa para más de 20 personas, en realidad permitieron que la joven mejorara sus habilidades, llegando a tal punto que por un momento creyó que debería retirarse del combate y en cambio dedicarse a ser una artesana.
El día siguiente un ataque de lobos hizo que esas ideas fueran descartadas... Sin embargo, gracias a su arduo trabajo llego al punto en que nuevamente tenía tiempo libre, así que, pensando en la causa de todo su agotamiento durante los últimos días, (Elizabeth) en realidad se le ocurrió una buena forma de castigarla y al mismo tiempo realizar algo de ejercicio.
¡Bang!
El cuerpo de Elizabeth azoto contra el suelo a unos metros de distancia cuando Samantha realizo su movimiento, la joven amazona intento levantarse, pero al final su cuerpo no resistió más y termino por colapsar en el frio suelo.
Acto seguido otro cuerpo cayo a su lado cuando Samantha se acostó de espaldas junto a ella, entonces ambas mujeres permanecieron en silencio mirando el cielo nocturno lleno de estrellas, esta no fue la primera vez que ambas realizaban esta rutina.
"Sigh... Y pensar que ya ha pasado un mes desde que salimos de la capital." - Comento Samantha al pensar en el largo viaje que habían realizado, que se supone debía haber terminado hace más de 20 días.
Esto fue algo totalmente inesperado para su grupo, originalmente se suponía que su destino era una ciudad en el oeste a cerca de 10 días de distancia, a medio camino se encontraba un puente que permitía atravesar un peligroso río, sin embargo, terminaron sorprendiéndose cuando descubrieron que el puente había sido destruido.
La mejor opción para pasar era usar magia de tierra o de agua y crear un puente temporal, sin embargo, después de practicar unas cuantas veces terminaron por determinar que les faltaba habilidad.
Los trabajadores de la ciudad llegarían en unos días y comenzarían a trabajar en repararlo, sin embargo, el puente tuvo una longitud de cerca de 5.5 km lo que significaba que no sería un trabajo simple o rápido.
Sin otra opción el grupo de Samantha tuvo dos opciones ante ellas, la primera era esperar a que los trabajadores terminarán y con suerte llegar a la ciudad en 2 o 3 meses, y por último estuvo la opción de rodear la zona y usar un camino alterno, esto significaba regresar a Arcadia, luego ir a Cold Creek, de ahí volver a la fortaleza White Steel y luego ir hacia el norte hasta la ciudad... Ruta que tomaría alrededor de 1 mes.
La otra opción era en lugar de volver, simplemente avanzar hacia el norte, buscar el paso por las montañas usado por los enanos en el pasado, atravesar hacia el oeste y viajar al sur a la ciudad.
Una ruta que debería tomar alrededor de 1 mes o menos, luego de considerarlo y sin ánimos de arriesgarse volviendo a Arcadia, el grupo decidió viajar por las montañas del norte, pero este viaje terminó lleno de imprevistos.
Un águila de nieve bajo en picada y se llevó uno de los caballos cuando los estaban alimentando (cada carruaje tiene 2), luego de ello fueron atacadas y perseguidas por una manada de lobos de nieve, y para terminar se enfrentaron a algunas emboscadas de bandidos.
Cada ataque causó que los nervios de Samantha saltarán, ya que, aunque las zonas seguras les permitían dormir y descansar, la joven como una de las principales combatientes no pudo relajarse, pero el mayor problema en su fue el ataque del águila que le trajo desagradables recuerdos.
Sin duda sus compañeras se quedaron totalmente impactadas cuando el ave gigantesca se llevó al caballo, pero fue aún más sorprendente ver a su líder lanzar sin pensar un extremadamente poderoso rayo oscuro y derribar al águila.
Después de ese evento se pudo ver a Samantha observando los cielos con una mirada llena de intenciones asesinas, aunque nada volvió a atacarlos desde ahí.
Curiosamente las mujeres del grupo aprovecharon este tiempo para recibir consejo de las guerreras del grupo y por estas acciones el nivel límite de todas comenzó a subir poco a poco, lo que trajo confianza entre las mujeres.
Básicamente fue un viaje lleno de ganancias (principalmente por lo materiales del águila), pero la líder por el contrario estaba completamente estresada.
"La señora Liza debe ser alguien magnífica..." - Comentó Elizabeth después de que recuperó el aliento y con la intención de desviar el tema.
"Si... Ella es increíble, me enseñó a luchar para que pudiera sobrevivir si algo pasaba, además viajo y atravesó ese maldito bosque solo para poder encontrarme." - Una sonrisa se formó en los labios de Samantha mientras pensaba en la pelirroja, algo que era muy común en ella.
"Mmm nos ha contado esa historia muchas veces, pero no me refiero a ello, sino a la carta que le dio." - Cuando Elizabeth declaró eso, hizo que la joven se quedara completamente en blanco, ya que no recordaba haber recibido ninguna carta de Liza.
"Emm... Quería Elizabeth, ¿De qué carta hablas?" - Preguntó la joven cuando un siniestro pensamiento se apoderó de su mente y su frente se llenó de sudor frío.
"¿Eh? Me refiero a la carta que estaba entre el equipaje, es una de las que usamos para enseñar a las compañeras que no saben leer... Usted nos dio las indicaciones." - Samantha recordó en ese momento que, al salir de viaje, instó a las mujeres a enseñarle a las otras a leer y escribir, ya que era mejor si todas sabían hacerlo, para ello les permitió usar todos los documentos y cartas que había en los carruajes.
"Cof... ¿Po-Podrías decirme que es lo que dice la carta, creo que no lo recuerdo?" - La voz de la joven sonaba un poco quebrada, pero Elizabeth no se dio cuenta de la anormalidad y con ánimo comenzó a decir palabra por palabra el contenido de la carta.
[Carta de Liza]
[Samantha, mi querida Sam... Después de todo lo que ha pasado desde que nos conocimos, creo firmemente que nadie te conoce en este mundo mejor que yo.
No sólo porque eres mi mujer, sino porque tengo confianza en que he podido ver a través de tu naturaleza.
Por eso te perdonaré, sé que al viajar terminaras siguiendo tu instinto y atrayendo más mujeres, sin embargo, no planeo detenerte, por ello simplemente te dejaré en claro por el hecho de que no te detenga, significa que apruebo tu actitud...
Prepárate para ser castigada, por cada mujer que traigas tendrás un día más de castigo...
Y tendrás en claro que al volver tendrás que darme un heredero, en eso no hay discusión.
Aun así, cuando te canses de viajar o te sientas agobiada puedes volver a mi lado, siempre estará tu lugar en mi abrazo...
Recuerda que, aunque tu atraigas a otras mujeres...
Para mí solo existes tu.
Con amor Liza.]
Al terminar de decir el contenido de la carta Samantha se sobresaltó notablemente, incluso hubo un par de lágrimas que se derramaron en silencio, pero al mismo tiempo una sonrisa divertida apareció en el rostro de la joven después de pensar en cómo la taciturna Liza estaba preocupada por ella.
"Realmente la admiro, en mi pueblo alguien con su fuerza no permitiría que su pareja se alejara." - Elizabeth mostró una pequeña sonrisa nostálgica. - "Además también la admiro a usted, sabiendo que será reprendida, en realidad llevará a más de 20 mujeres..."
Al finalizar esa oración Elizabeth continuó hablando, sin embargo, no se percató de que la expresión de Samantha estaba congelada e incluso comenzaba a verse pálida gradualmente.
"E-Espera... ¿A qué te refieres con las 20 mujeres? ..." - Preguntó Samantha con un ligero temblor en su voz...
"¿A qué me refiero?... Las señoras Karen y Ria nos lo dijeron, que, si planeábamos seguir viajando con usted o unirnos a su grupo de mercenarios, eso implicaba que aceptábamos pertenecer a su harem." - Elizabeth habló frunciendo el ceño como si tratara de recordar. - "Fue en la última reunión que hicimos, al principio era un poco escéptica, pero cuando leí la carta entendí que usted era seria sobre esto."
"%#$%#... ¿Q-Quién estuvo en esa reunión?" - Cuestionó Samantha intentando procesar toda la información.
"Estábamos todas las mujeres de la casa, aún recuerdo que la señorita Bella estaba totalmente roja antes de desmayarse con una sonrisa feliz..." - Cuando Samantha se enteró de que incluso Bella participó en esto, no pudo quedarse más tiempo tranquila y terminó dando un salto del suelo...
"Eli, tengo que ocuparme de algunos asuntos, regresa al carruaje primero y descansa, mañana seguiremos practicando." - Cuando Samantha salió corriendo en dirección a las perpetradores, Elizabeth soltó un pequeño suspiro.
"Espero que con esto sea un poco más suave conmigo, realmente amanezco adolorida cada vez que entrenamos juntas y temo que termine volviéndome rara a este paso." - El rubor en las mejillas de la Amazona no era sólo por la agitación del entrenamiento, sino en cambio un efecto después de ser castigada constantemente por la joven, fue por eso que traicionó a sus compañeras esperando ganar un pequeño respiro.
Esa noche se escucharon los gritos de algunas mujeres en aquel campamento...
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A la mañana siguiente el grupo volvió a ponerse en marcha y en unas pocas horas fueron capaces de abandonar las montañas del norte, finalmente saliendo al territorio oeste del reino y acercándose cada vez más a su destino.
Esto indicaba que el tiempo de paz habia terminado.
Aunque esta vez en...
La Gran Ciudad de Aragón.