Lisa
Nos quedamos dormidos luego de haber estado juntos innumerables veces. Desperté antes que Akira por el sonido de la cortina del avión.
—Siento mucho interrumpir, señorita. Quería informar que ya hemos llegado a nuestro destino.
—Gracias.
La azafata se fue y miré a Akira. Se ve muy lindo mientras duerme. Acaricié y besé su mejilla, ahí fue cuando abrió los ojos.
—Corderito—me abrazó contra su pecho y sonreí.
—Llegamos, Akira.
—Quedémonos un rato así.
—Akira, tenemos que llegar a la casa para vestirnos y que vayan los dos al hospital.
—Estaremos bien, princesa, solo necesito de ti ahora.
—Estás dormido todavía, por eso dices esas cosas.
—No es cierto. Despierto o dormido, te necesito conmigo, mi amor.
—No digas más — traté de levantarme, pero Akira me agarró fuertemente hacia él.
—Lo digo en serio. Regresa conmigo, por favor. Yo dejaré todo como te prometí, empezaremos de nuevo nosotros. Sé que otra vez los arrastré a esto, pero te juro que yo me dedicaré a ustedes y trataré de enmendar todo lo malo que he hecho.
—No hagas esto más difícil, Akira.
—Yo te amo, lisa. No quiero estar más sin ti. Sé que te he prometido muchas cosas y ninguna las he cumplido, pero te aseguro que hablo en serio cuando digo que te amo y que daría todo por que seas mía de nuevo. Dame una última oportunidad, les demostraré con hechos, lo importante que son para mi, pero dame la oportunidad de hacerlo, te lo ruego — se veía más débil y vulnerable que nunca. Últimamente llora con más facilidad. Verlo llorar me destruye, me quema, me lastima, él no tuvo la culpa de lo que pasó esta vez.
—Akira, ¿Por qué no demuestras las cosas primero y luego hablamos de nuestra relación? Ahora lo más importante son nuestros hijos.
—La haré, princesa — entrelazó su mano en mi pelo y me besó. Quisiera que todos los días fueran así, qué me traté de esta forma y me acaricié así.
—¿Interrumpimos algo? — escuchamos la voz de Lin y nos detuvimos. Me dio algo de vergüenza que nos viera de esta forma—. Veo que han arreglado sus diferencias.
—¿Para cuándo otro hermanito?— preguntó Kaori asomándose.
—¿Qué estás diciendo, Kaori?— los tres rieron.
Nos bajamos del Jet y Akira alquiló un auto, no tenía un teléfono para llamar a sus hombres. Estábamos todos vestidos en batas blancas. Nos llevó a la casa de seguridad y sus hombres le apuntaron al auto. Akira se bajó y ellos se calmaron.
—Sr. Akira, no sabíamos que vendría.
—Quiero que vayas a comprar ropa para todos nosotros. Te daré la información de lo que necesitas comprar y te quiero aquí pronto.
—Sí, señor.
Cuando terminó de hablar con sus hombres, todos nos bajamos y entramos a la casa. Akira buscó un teléfono y se fue hacer llamadas.
—¿Estás mejor, Lin?— le pregunté.
—Sí, mamá, estoy mucho mejor — a pesar de que responde, no me mira a la cara.
—Tan pronto tu papá termine, quiero que vayan los dos al hospital.
—No creo que sea necesario, mamá. De la droga estoy mejor y del hombro también.
—Es bueno que los revisen para estar completamente seguros.
—Mamá, ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Sí, Lin.
—¿Hablaste con Kanji?
—No, no he hablado con él, ¿Por qué?
—Debe estar preocupado por ti. La última vez que lo vi, estaba algo preocupado y herido. Creo que deberías llamarle y decirle que todo está bien.
—Es cierto, mamá. Deberías hablar con él y dejarle las cosas claras, decirle que volviste con papá.
—Yo no he vuelto con Akira.
—¿Y qué esperas para hacerlo?
—No comiencen, chicos. Las cosas no son así de fáciles.
—Nosotros queremos verte con él, mamá. Si vamos a empezar de cero, esa es la mejor manera de hacerlo.
—Lin tiene razón, mamá.
—¿Cuándo se pusieron de acuerdo ustedes dos?
—Las circunstancias nos hicieron pensar en ello. Los dos queremos que sean felices. Después de eso que pasó entre los dos, lo mejor sería que vuelvan.
—¿Eso?
—Lo del avión — ambos sonrieron y me dio algo de vergüenza.
—Una cosa no tiene que ver con la otra, no es que vayamos a reconciliarnos solo por eso— tartamudeé.
—Se aman, tienen ese tipo de cosas, ahora no hay impedimentos, ¿Qué estás esperando? ¿Qué alguien más se enamore de él y lo conquiste?
—Si que eres muy cizañosa, Kaori, ambos son iguales a Akira.
—¿Hablaban de mi?— escuché la voz de Akira a mi espalda y me paralicé.
—Sí, papá. Estábamos hablando de su reconciliación. ¿Por qué no salen los dos y arreglan todas sus diferencias? Mamá dice que el sexo no es la forma de reconciliarse, así que tendrás que esforzarte, papá.
—¡Kaori!— mi cara quería caerse de la vergüenza.
—¿Así que eso le dijiste a nuestros hijos? — me agarró por la cintura —. Eso podemos arreglarlo esta noche.
—Akira… — me soltó y sonrió.
—Van a traer unas mudas de ropa para nosotros ahora, ya luego iremos al centro comercial a comprar lo demás. Tengo algo que hablar con su madre, espero nos disculpen un momento.
—Adelante, papá.
—Suerte — comentó Kaori antes de irse con Lin.
—Tenemos que hablar sobre el hijo de mi hermano, ¿Qué me aconsejas hacer con él, lisa? Lo puedo dar en adopción a alguien que si lo pueda cuidar, llevarlo a un orfanato, adoptarlo nosotros o… — se quedó en silencio.
—¿O qué?
—Acabar con su sufrimiento.