章 89: Un hecho inhumano
En el Bosque Darkness...
7:35 a.m.
El Sheriff Andrew, anteriormente encargado del caso sobre el incidente de la nave desconocida que se estrelló en el mismo lugar, se encontraba junto a Caleb, caminando a medio kilómetro donde surgió dicho accidente. Se dirigían más al fondo del Bosque Darkness.
Muy a primera hora, recibieron una llamada anónima. Unas personas que admiraban la bella naturaleza y oscura del bosque, luego de una caminata, se percataron de un mal olor. Pensaron que se trataba de un animal muerto pero la sorpresa que se llevaron al investigar por ellos mismo que no se trataba de un animal, sino de partes humanas. Restos de una persona en estado de descomposición.
Los dos hombres que hicieron el macabro descubrimiento, quedaron perplejos que decidieron huir y llamar a la policía. Desde luego, en la estación de policía, le pareció extraño escuchar una denuncia escalofriante. Ya que nunca antes habían tenido un reporte así.
El guardabosques Caleb fue en compañía del Sherrif Andrew para investigar por sí mismo si eran restos humanos. Pensaban que sólo se trataría de una broma pesada.
En todo caso que fuera cierto, los forenses especialistas se encargarian de la escena del crimen.
Mientras caminaba a la dirección donde reportaron los restos humanos, Caleb por dentro tenía un mal presentimiento. Era extraño en él sentirse ansioso.
Hace días que el otro guardabosques llamado Noa, el encargado de la zona donde exactamente ocurrió el incidente, desapareció sin dejar rastros.
Sus familiares habían reportado su desaparición, pensaron que luego del incidente él se vio involucrado pero no fue así. Literalmente Noa desapareció de la nada.
Sin ninguna pista de su ubicación.
Tanto como su familia y compañeros de trabajo, temían lo peor.
Caleb rara veces cruzó palabras con el joven chico. El Bosque Darkness es inmenso por la grandes montañas a su alrededores. Hay divisiones donde cada uno de los seis guardabosques se encargaba de cierta zona para vigilar.
Siempre habían personas que sólo iban por pura diversión y acampar cuando no era temporada de vacaciones. Algunos de esos jóvenes solo pasaban el rato bebiendo cerveza y causar disturbios entre ellos mismos. Era inconscientes que dejaban basura por doquier y hasta en ocasiones encendía fogatas y ocasionaban menores incendios.
El guardabosques Noa, en dos ocasiones reportó este tipo de situaciones. Siempre al pendiente del medio ambiente y hostil ante cualquiera que dañara el ambiente.
Claro, Noa era conocido de Mey.
Entonces Caleb, lo supo de inmediato. Todo esto tenía cierta conexión y pensó en Rubí. 'Ella debe saber algo.' fue el pensar de Caleb.
Al llegar a la zona específica donde reportaron el suceso; el olor a putrefacto era abundante.
El Sheriff Andrew y Caleb se cubrieron sus narices con un paño.
Al dar otro paso más, no creían lo que miraban. Era claro a simple vista que eran restos humanos. Extremidades de un cuerpo mutilados que yacían en el suelo.
El Sherrif Andrew detuvo sus pasos. El olor y lo que veía eran demasiado para él.
Caleb no se inmutó para nada. Él dio otro paso al frente y abrió bien sus ojos al atisbar más de cerca el cuerpo y el uniforme verde militar que resaltaba entre las hierbas. No quería deducirlo ya que no miraba el rostro de aquel cuerpo, pero ese podría ser...Noa.
El desconcertado y en shock era el Sheriff, en toda su carrera como oficial no había visto un caso como este. Nunca supo de una muerte en el Bosque Darkness.
¿Qué rayos pasaba? ¿Quién ser inhumano mutiló ese cuerpo?
Piernas y brazos se encontraban separados del torso. La mutilación fue con precisión y cautela. Caleb estaba inspeccionando a detalle. La cabeza de la víctima tenía rastros de sangre seca pero no podía ver sus facciones. Él no podía distinguir si verdaderamente era Noa.
Era una escena escalofriante y macabra. El olor era nauseabundo. Las moscas rondaban el cuerpo mutilado.
Caleb tomó valor. Recordó que Noa siempre usaba una pulsera artesanal en su muñeca izquierda. Los brazos del cuerpo estaban en cada extremo del torso. Es como si alguien lo hubiera acomodado con firmeza. Eso sin duda le causó molestia a Caleb. Sin más preámbulo, Caleb camino y buscó el brazo izquierdo, el cual no le tomó tanto tiempo encontrar.
Solo se acerco, soportando el olor putrefacto y sus ojos zafiros, vieron esa pulsera artesanal.
Era Noa.
Él enseguida se puso de pie con un semblante estoico.
No basto decir quién era. El semblante de Caleb decía todo. Y el Sheriff Andrew lo supo de inmediato.
- ¿Q-Quién...pudo hacerle eso...?. - inquirió el Sheriff con un tono doloroso.
Noa era un joven de 23 años. Un novato en el puesto gracias a la ayuda de su padre. Un joven optimista y protector del medio ambiente. Siempre le sonreía a cualquier con amabilidad.
¿Quién le quitó la vida de esa forma macabra? ¿Por qué su cuerpo apenas apareció luego de diez días?
Caleb sólo empuño con fuerzas sus manos. Él ya tenía la certeza que esto no era un siempre homicidio.
Tuvo la impresión que Rubí debía saber qué pasaba. —aunque negaba creer el hecho que ella fuera un alienígena. Eso no estaba dentro de sus posibilidades.—
Se hizo creer a sí mismo que ella tendría la respuesta al igual de aquel hombre que conocío ese día en la casa de Mey.
Por ende sospechó más, era la zona que se encargaba Noa. Buscaría en primer lugar allí, en la casa de Mey. Sus ojos zafiros radiaban oscuridad al ver el cuerpo de su compañero. Era muy joven para haber muerto.
- Pronto se descubrirá. - musitó él con la voz llena de frialdad.
No quería que alguien inocente saliera lastimado por una causa desconocida. Fuera lo que sea que estuviera pasando, haría lo mejor posible para descubrirlo.
Hablaría directamente con Rubí.
La otra noche se abstuvo hablar con ella porque tenía fiebre pero esta vez no lo dejaría pasar.
No perdonaría la muerte de este joven.
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