章 63: Una maravilla sobrenatural e increíblemente deslumbrante
La alerta proveniente de su cerebro de Lou: "Haz algo; hazla sonreír.", fue algo que lo sacó de órbita. El no comprendía exactamente qué hacer. Desconociendo aquello, cerró sus ojos y enseguida su mente empezó a trabajar a la velocidad de la luz.
Solo bastaron unos nanos segundos para obtener una respuesta. Abrió sus ojos y miro a su alrededor. Él se movió al centro del jardín y quedó frente a Mey.
Lou atisbo esas rosas rojas del otro extremo; un color intenso que le llamó la atención. Era un color brillante e hipnotizante a la vista de él.
Sin preámbulo, Lou extendió ambos brazos de lado sobre el aire. Entonces, un poder invisible y potente se hizo presente, absorbiendo el suficiente oxígeno para ellos al mismo tiempo que un círculo como una burbuja invisible se cerraba sobre ellos y cubriendo una gran parte del jardín.
Ese poder inimaginable era para que nadie ni siquiera el diminuto insecto percibiera el poder exponencial y magnífico de Lou.
Con el círculo imperceptible ante otros, Lou volvió a cerrar sus ojos con sus brazos extendidos sobre el aire.
En él se emanaba un poder excepcional y sobrenatural así como la super concentración que ejercía en su interior.
Su vista ciega se dirigió al tramo de rosas rojas y sin más, todos los pétalos de las rosas se desprendieron, levitando al mismo tiempo. Eran decenas de pétalos que levitaban en el aire a dirección de Lou.
Mey quién seguía de rodillas y sollozando débilmente, enseguida sintió una brisa glacial pasar sobre su cuerpo. Extraña y confundida, lentamente hizo a un lado sus dedos sobre su cara y con lágrimas en los ojos vislumbró el calzado de Lou; a unos cuantos pasos donde se escontraba ella. Se confundió más y con sus ojos hinchados y rojizos, levantó su cabeza, dejando caer sus manos sobre sus muslos.
Pero cuando atisbo lo que levitaba alrededor de Lou, quedó en shock.
Instantáneamente dejó de sollozar, el despecho que martillaba en su interior se esfumó al ver cómo pétalos de rosas se mantenían suspendidas en el aire.
Bueno, cualquier se impactaría ante tal hecho sobrenatural al menos que fuera magia sin embargo, esto no se trataba de magia.
Se frotó rápidamente sus ojos y tuvo que parpadear tres veces ante lo que veía y sí, no veía nada mal. Sus pupilas se dilataron mientras contemplaba a Lou con sus brazos extendidos y sus ojos cerrados. Todavía incrédula y aturdida ante lo que observaba, se puso de pie, temblando ligeramente.
<<Esto...¿Acaso estoy en medio de un sueño?>>, pensó con inquietud. Se pellizco su antebrazo y al sentir ese leve dolor en su piel, supo de inmediato que no era un sueño y menos una ilusión. Literalmente, los pétalos rojos estaban levitando frente a sus ojos y el responsable ante esa maravilla era Lou.
Él, inerte al parecer, abrió sus ojos y enseguida atisbo a la chica que estaba de pie, boquiabierta y sin parpadear.
Tan pronto la vio, un movimiento veloz y perspicaz, hizo que todos los pétalos de rosas viajarán hasta ella y en un santiamén la envolvieron, impregnando un aroma floral peculiar de las mismas rosas.
Mey: - ¡¡....!!
Ella se quedó pasmada al sentir la brisa fría que producieron los pétalos que levitaban a su alrededor. Su corazón quedó impresionado así como sus ojos esmeraldas, ni siquiera era capaz de parpadear ante el asombro y enigmático espectáculo que se presenciaba.
- N-No es real...no lo creo... - musigo ella con incredulidad.
En su mente era sumamente increíble lo que veía; procesar dicho acto extraordinario era fuera de la realidad. Sin embargo, recordó que Lou era un alienígena; un ser poderoso, extraño y con poderes sobrenaturales y también recordar el día que curó su mano, fue consciente que Lou cada vez más era difícil de descifrar y tenía mucho que saber sobre él.
Lou bajo sus brazos. Para él fue un misterio que su poder fue más revelador y potente que antes. Supo enseguida que desde el día que ya no partió de la Tierra, la genética de su cuerpo estaba cambiando; sufriendo cambios que desconocía.
El ajustado traje le seguía sofocando debido a su fuerza externa que utilizo y esta cada vez se pegaba más en su cuerpo fornido. Así que, se desprendió los botones de su saco. Y cómo en cámara lenta, Lou se acerco a ella y su saco aleteo ante la brisa que él mismo hizo rodar.
Mey estaba embrutecida ante los pétalos de rosas.
Era una imagen llena de magia y un afecto desconocido que empezaba a desprenderse.
Algo surgió en Mey; se sintió extrañamente feliz al ver la maravilla del poder enigmático de Lou. Simplemente estaba cautivada ante lo increíble y verídico.
Lou ya estaba postrado frente a Mey. Sólo a unos dos de ella al ser impedimento todos los pétalos alrededor de Mey. De inmediato, ella se percató de la presencia de él. Tuvo que levantar su cabeza ante la gran altura de Lou. Seguía pensando que era tan pequeña ante él.
Lou tenía esa mirada de siempre pero sus ojos; ese color mate violáceo que se veía más claro a causa de los rayos del sol que por arte de magia se abrieron paso entre las nubes oscuras, le dieron un toque más deslumbrante y espectacular.
Mey enfocó sus ojos en los de él; un color de ojos subliminal y sin igual el cual se sintió encantada y cautivada pero enseguida se quedó estupefacta al oír las palabras de Lou.
- Ya no estas triste. Tus ojos brillan de nuevo. - pronunció él con la voz ronca y firme. Una voz llena de pura sinceridad.
Mey no pudo creer que Lou le dijera su estado deporable. Era obvio que tenía una expresión melancólica pero que dijera que sus ojos brillaban, ¿cómo podría haberse dado cuenta de eso?
Claro, Lou era un ser muy inteligente, podría ser que miraba más allá de sus espectativas.
Ella quería decir algo al respecto pero lo que dijo a continuación Lou, la dejó peor que antes.
- Quiero que sonrías. Dibuja en tus labios, esa sonrisa tuya; esa expresión tranquila y pacífica. Me siento extraño al verte infeliz...una sensación inexplicable me invade. Es...es por eso que yo...quiero verte sonreír.
'Bum Bum Bum'
Los latidos del corazón de Mey, se incrementaron; se salió de órbita al oír esas palabras del mismo Lou pero lo que más la dejó sin parpadear, fue la expresión que hizo Lou...una expresión de inseguridad. Eso creyó y vio Mey.
Entonces la agonía de su dolor y la tristeza, se esfumaron por arte de magia. Ella no creía que el mismo ser inmutable, él que la amenazó con eliminarla de la faz de la tierra, ahora mismo le estuviera pidiendo que sonriera. Eso simplemente la dejó sin palabras y atónita ante lo increíble que este ser inexpresivo estaba cambiando.
Estaba inmovil con su corazón latiendo como loco. Inclusive sintió como su estómago revoloteaba de alegría.
Una calidez la envolvió.
Jamás se había sentido feliz por unas simples palabras provenientes de un ser alienígena. No sabía si lo decía en serio o no pero no le tomó tanta importancia. Además, no podía negar que dichas palabras fueron un aliento para que dejará de llorar.
Mientras tanto, Lou tampoco descifro por qué eso había salido de su propia boca y de hecho, su mente lo contradecía.
<<¿Qué tipo de cambio es este?>>
No aparto la vista de la chica que seguía aturdida. Pero cuando atisbo que Mey curvo sus labios rosados en una sonrisa fugaz pero evidente, donde dejó ver un puqueño hoyuelo, otra sensación le recorrió y era algo más extraño que anteriormente.
Por algún motivo desconocido, él quería abrazarla.
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