章 48: Demasiado pronto para tener un novio
Minutos más tarde, Mey bajó del taxi y enseguida se percató del automóvil azul marino que se encontraba parqueado a un lado del camino que conducía a su hogar. Bueno, ella pensó qué alguien visitaba a su familia; era raro ver automoviles parqueado en esta zona boscosa excepto por días vacacionales pero había un lugar especial para estacionamiento.
Sin especular más, ella se encaminó a su hogar con las bolsas de compras y tenía una expresión irritante, fue complicado para ella enfrentar la dura realidad ante su antiguo trabajo.
Sin embargo, no se imaginaría que su hermano Walter, esperaba por ella con una aura sombría.
Llegando a la puerta de su hogar, suspiró. Giro el picaporte y se adentró. Mey pensó que Lou todavía seguía durmiendo.
Sin embargo, cuando se disponía ir a la sala de estar, se detuvo en seco y exaltada al ver a Lou sentado en el sofá con su mirada al frente y entonces lo siguió con su vista y tan pronto vio esa presencia sintió como si un balde de agua fría cayera sobre ella.
Su hermano Walter estaba sentado con una expresión sombría y exasperada. Mey se quedó estática al verlo, no sabía qué hacer o qué decir al respecto.
De inmediato, pudo percibir la atmósfera tensa y fría.
Por otro lado, Lou veía fijamente al hombre frente de él.
<<Otro humano, ¿qué conexión existe con ella?>>, se cuestionó refiriéndose a Mey. Lou sólo podía mantenerse al margen, por ahora.
Era una situación inesperada para Mey, se preguntaba: por qué, cómo y qué tiempo estaba su hermano Walter en su hogar y los más abrumador para ella, fue que Lou; éste ser inmutable, estaba presente.
- Mey, ¿qué hace este hombre aquí? - inquirió Walter con su voz solemne para romper el tenso silencio que se percibía.
No obstante, ella palideció más por esa pregunta muy directa.
Sabía que estaba en un gran conflicto. No pensó que su temor de ayer, llegaría tan pronto de lo esperado pero lo que más ahora le morficaba era que Lou se atreverá o actuará fuera de lo normal.
Walter tenia sus ojos zafiros sobre su hermana Mey, esperando por su respuesta. Internamente, él hacía lo posible para tranquilizar su temperamento voluble.
Era complicado para él creer que su querida hermana mantuviera un hombre desconocido en su hogar. Walter, previamente había evaluado todo el aspecto de Lou y lo único que pudo diferir que era un extranjero aunque tenía un debate si realmente fuera un albino, ya que el color de sus cejas eran grises oscuras al igual que sus pestañas.
Al final, sólo concluyó que no era un hombre cualquiera y lo que le dio mucha intriga fue observar que él tenía una mirada inexpresiva aunque tuviera una cara deslumbrante, inclusive se comparó que éste era más guapo que él.
Mey dejó las bolsas en el piso y con esa pizca de nervios, se dirigió hacia su hermano Walter. Ella solo debía actuar rápido e intentar serenar la situación con su hermano y lo más urgente, encontrar una excusa ante lo qué se avecinara.
Era claro que Mey no le mencionaria a su hermano que Lou era un ser del espacio exterior, por que sino él rápido pensaría que está loca de atar. Peor será enfrentar a su hermano ya que él era bueno con su intuición en psicología, su verdadera vocación, sin embargo, su trabajo como médico consistía en la especialidad en la odontología.
- Er, yo... ¿Por qué no me avisaste que vendrías? - preguntó Mey al mismo tiempo que se sentaba al lado de Walter.
- Las llamadas no entraban. - entonces respondió Walter, frunciendo sus cejas y mirando a Mey, como queriendo decir: "¿Acaso intentas desviar el tema? Qué poco me conoces..."
Mey solo puedo gritar en silencio. Su hermano Walter sí que era muy audaz.
<<¡Aghr! Qué tonta. Olvidé que mi móvil está hecho pedazos.>>
Teniendo en cuenta las habilidades perspicaces de su hermano, ella puso una expresión serena y le respondió con una sonrisa travieza: - ¡Oh! Es cierto, pues mi móvil no funciona jejeje
Mantenía su sonrisa aunque por dentro se invadiera de más nervios. Sin embargo, Walter se asombro a ver a su hermana con una sonrisa y una expresión alegre y que sus ojos esmeraldas tuvieran ese brillo de vida. Él fue testigo como ella se derrumbó en una burbuja de dolor y odio, como ella había perdido su aura brillante de alegría.
Anteriormente, Walter había intentado llamar muchas veces a su hermana Mey pero conociendo ese lado rebelde de ella, lo más seguro que su móvil lo había partió en dos. Tampoco no se había atrevido a visitarla porque ella misma había sido muy clara a que no la buscarán por un tiempo y desde ese día, Walter vio esa mirada vacía, sumida en el dolor.
Pero él, como un hermano protector y preocupon, decidió que era tiempo de verla y saber en qué estado emocional se encontraba para que no diera un paso en falso. Sin embargo, ahora que la veía llena de vida y sin rastro de sufrimiento, fue un gran alivio pero aun así, oculto su asombro para si mismo. Lo más importante para él, era saber quién era este hombre y qué hacía en el hogar de su querida hermana.
Una vez más, Walter pensó que ella dio un mal paso pero en un camino impío pero se contradecía, que ella no sería capaz de hacer una cosa así.
Walter: - Suspiro... Mey, dime, ¿es tu novio? ¿Por qué vive contigo? - preguntó viendo directamente a Mey.
Ella de inmediato se sonrojo y la palabra novio hizo eco en su mente.
Lou sólo era expectante.
Los segundo pasaron y Mey aún seguía pasmada. Así que Walter, agregó: - No sé pero creo que es demasiado pronto para tener un novio.
- Er...no, no, no...él no es mi no-novio... - replicó Mey exaltada y con la cara como un tomate, apretando la tela de su blusa.
Walter, siendo muy perspicaz, vio que ella tenía la cara roja y no pudo evitar reír discretamente.
- Ejem. Entonces, ¿quién es? - volvió a cuestionar Walter pero esta vez con un tono apacible.
Él no quería que su pequeña hermana se molestará pero le irritaba no saber quién sería este ser tan deslumbrante.
Mey jamás se imagino que estaría en una situación tan complicada.
- Solo un amigo. - musito ella con su cabeza encorvada.
Pero Walter no estaba satisfecho con eso, así que volvió a preguntar: - Hum...pero dime, ¿cómo se llama?, ¿cuántos años tiene?, ¿dónde lo conociste?
<<¡¡Aaah Dios Mío!!, a qué vienen tantas preguntas. Solo me abruma más de la cuenta. Y para colmo, Lou parece una estatua viviente. ¿Qué hago...?>>, pensó Mey.
Intentó no parecer tan nerviosa ante su hermano y luego de darle vueltas al asunto, decidió inventar una historia por lo cual le mentiría sobre la identidad de Lou aunque odiara la idea pero no tenía de otra; tenía que hacer algo para que su hermano Walter dejará de cuestionarla.
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