章 12: Fuera de la realidad (parte 2)
Mey estaba en un dilema; si huir o verificar que sucedió con ese hombre misterioso.
Se dio valor.
Soltó un gran suspiro para poder controlar el hilo de nervios que la invadía.
Con su corazón palpitante, movió sus piernas y se dirigió con la delicadeza posible a la tina.
Llegó a unos pasos cerca de la tina. Bajo su vista y observó que había agua sobre el piso y la manta que yacía sobre el mismo.
Apenas vislumbraba lo que su vista le permitía. El pánico no la dejaba tranquilizarse. Temía si se acercaba un poco más.
- ¿L-Lou?. - inquirió, pero no había respuesta.
Trago fuertemente y se inclinó para jalar la manta.
Antes de que volviera hablar... Gotas de agua cayeron sobre su cuerpo, haciéndola respingar.
Lou sacó su cabeza del agua helada, esparciendolo alrededor.
Mey parpadeo numerosas veces al ver la inesperada acción de Lou.
Luo resollaba una y otra vez. Su corazón latía sin control, su cuerpo estaba resintiendo el efecto de sus duros y largos segundos de la tina. Tenía inclinado su cuerpo, el cabello de él, goteaba, comtemplando su reflejo a través del agua.
<<Siguiente paso...>>, pensó Lou.
Mey: - ¡Ahg!. Dios, ¿Qué te pasa hombre?. - dijo exagerada.
Este hombre era imprecendible.
Lou ladeo su mirada hacia Mey, quién se encontraba hincapié a unos pasos de la tina. No respondió a su pregunta. Él no tenía que perder más tiempo. Se llevó su mano hacia su rostro y enseguida percibió una babosidad sobre su piel, poco a poco se fue deslizando esa babosidad traslúcida.
Mey atisbo que Lou se tocaba su cara de manera extraña.
Así que preguntó con ápice de preocupación: - ¿Estas bien?.
Pero Lou ignoro su pregunta; deslizando su mano sobre su pecho, el cual empezó a rasgar esa babosidad de su epidermis y ahí fue cuando la mirada de Mey recayó sobre la forma extraña que Lou se rascaba.
Estaba incrédula ante tal cosa.
<<¿Qué es eso...? >>, se cuestionó sin quitar su vista de esa acción extraña.
Era perturbador, Mey no encontraba lógica a esa rareza que Lou se desprendía.
De pronto, su estómago de ella, sintió un vuelco, repugnancia total le causó. Todo lo que estaba experimentado era anormal, sin lógica, fuera de la realidad. Mey pensó que no era ella, algo le estaba sucediendo su mente por presenciar cosas extrañas.
Su corazón no dejaba de latir por causa del miedo que vivía en carne propia. Lo único era observar perpleja a Lou como se removia esa extraña y asquerosa babosidad de su piel.
Lou no se detuvo, él continuaba deshaciéndose de esa sustancia acuosa falsificada.
No se levantó para remover lo demás porque ya se había desprendido por si mismo.
En la tina ya no era posible ver agua sino toda esa sustancia pegagosa y traslúcida.
Lou: - Como ves, no soy igual que tú, humana. Solo aparento ser uno de ustedes.
Mey: - ¡¡...!!
Mey se quedo más anonadada por las palabras de Lou.
Ella no sabía como procesar ese tipo de información. En verdad que todo era un caos y pensó que se iba a volver loca.
No tenía idea a que responder a eso.
Por otra parte, Lou no esperaba respuesta, bastaba con demostrarle que no era un humano pero eso no especificaba hablar de más para no compremeter su misión.
A pesar de removerse esa sustancia de su epidermis, algo más iba a ocurrir pero eso tomaría su tiempo.
Lou lo tenía en cuenta.
- Ahora, vas a ocultarme y no remetiras ninguna información de mí. Porque si eso sucede, te eliminare. - firme y claro fueron las palabras de Lou.
Él tenía que dejar en claro que nada de esto debería de salir a la luz y que nadie debería saber de él.
Mey sintió que el mundo le cayó encima por tal revelación. Tanto que dejó caer su trasero sobre el frío piso.
Esta pasmada, paralizada por esas palabras. Lo único que rebota en su cabeza "te eliminare", eso último que casi le detiene su corazón.
<<¿Es una broma? Si, si, si debería ser una estúpida broma... >>
- Esto...¿Es una broma?, yo... yo... - se detuvo para encontrar esa palabras adecuadas para hablar.
Ella no creía, más bien, no iba admitir tal locura.
Lou observó a Mey que tenía un rostro petrificado. Él simplemente no iba a decir nada más. Para él había quedado claro su advertencia.
Mey: - Lou... - pauso viéndolo directamente.
- En serio, en verdad, yo no puedo, esto en verdad no puedo creerlo... - finalizó con un hilo de nervios.
En serio que ella trataba de comprender. Pero era imposible a la vez.
Como podía creer esta locura. Sólo eso existía en las películas y series.
Pero esto era la realidad.
<<¡Dios Mio!... Si en verdad no es un humano entonces ¿qué es? ¿Cómo puede existir algo así?.>>
Lou: - El creer o no, eso no me interesa. Lo único que debes es ocultarme. Humana. - comentó.
Mey quedó perpleja ante su firmeza al hablar. Ella no podía ante la absurda situación. Su mente se hundió en un hoyo negro, donde todo lo que escuchaba y percibía desapareció.
Ya no importaba si se trababa de una broma de mal gusto o si era una ilusión.
Apretó con fuerzas la manta que sostenía mientras que yacía sobre el piso.
Se aclaro la garganta para abrir sus labios palidecidos: - Entonces, ¿qué eres en realidad?.
Mey se atrevió a preguntar ante su especulación. Donde se imagino que si no era un humano, aunque pareciera uno, pensó que era "un alien, una bestia salvaje o sino que el mismísimo diablo".
Solo quería una respuesta y que fuera concreta.
Esa simple pregunta de Mey hizo que Lou, se levantará de la tina.
Mey agradeció por lo menos que este hombre estuviera de perfil. Aún así bajo su mirada sobre el piso.
Lou dijo: - No soy de este mundo y no espero serlo de ningún modo.
<<Eso no responde a mi pregunta. Quiero saber que eres. Ya basta... >>
Mey se rindió, si era verdad o no, tenía tiempo para después, lo único que necesitaba ahora era descansar, así que espetó: - Bien. Termina de limpiarte. Buscaré ropa.
Se levanto como pudo del piso y se giro sin esperar nada más de Lou.
Dio zancadas hacia la salida y giro la perilla para marcharse de una vez.
Lou solo observó ver la mujer salir. Ya no tenia nada más que decir. Él tenía en cuenta el comportamiento de la mujer.
Si algo salía de control, Lou ya sabía cómo actuar.
<<¿Dónde estarán ellos? >>, Lou quería recabar información lo más posible para dar con los otros que lo acompañaban: "A79" y "X87".
Quito el tapón de la tina para dejar salir toda esa acuasidad.
Giro el grifo y dejó caer el agua helada sobre toda su piel pálida, removiendo lo último de esa extraña sustancia, y en un segundo, líneas oscuras se destellaron sobre su espalda ancha y debajo de sus costillas, unas líneas delgadas y gruesas.
Esos tipos de líneas que formaban una extraña y enigma figura.
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