章 3: Miedo
— ¡Vamos , vamos! — silbaba una y otra vez mientras nos miraba de forma amenazante.
— Tío , llevamos más de cinco minutos, no me jodas — Tony apenas podía continuar, y eso que era muy atlético.
Sus pelos castaños se pegaban a su frente, con sus pecas resaltantes por su cara roja debido al esfuerzo. Me reí al saber que la forma de su cabello había desaparecido ; grave error, porque me entró flato.
— ¿ De qué te ríes? — el pelinegro se acercó corriendo junto a Silvia.
El chico era alto, de pelo negro y ojos azules. Lo tenía corto y rapado de un lado.El flequillo le llegaba por encima de las cejas.
— Nada importante — contesté jadeante y sin poder aguantarlo solté un gemido por el dolor — me ha entrado flato. —
La mirada de Jess lo decía todo y eso me dio miedo. Observando su sonrisa de lado a lado, giré mi cabeza mientras corría, solo para ver al profesor sentado con su móvil. Que bien, de esta no me salvaba.
Noté como me levantaba del suelo y seguía corriendo, yo solo atine a gritar por el miedo a caer, agarrándome a su cuello fuertemente ; el profesor levantó su mirada y nos vio a ambos tras localizarnos.
— ¡Jess Anderson, bajala en este mismo momento y sigue corriendo! — de forma obediente le hizo caso y siguió sus indicaciones mientras se reía en silencio — ¡Qué no se vuelva a repetir! ¡Hombre ya! — su cara demostraba cierta furia.
— ¿Eres imbecil? — al ver que había vuelto a sentarse, le miré, algo divertida. Jess no solía ser tan cariñoso conmigo.
— Lo lamento, hace bastante que no te abrazo — sus mejillas se sonrojaron levemente. Él era una caja de sorpresas. — no fue la mejor manera, pero... Bueno — jadeaba levemente mientras yo le observaba y de la misma forma repetía la acción por el cansancio.
Cuando ya habíamos avanzado bastante y mis pies empezaban a cansarse, Silvia me ayudó a seguir, empujándome por la espalda. Hace rato Jess y yo tuvimos que separarnos debido a la rapidez que cada uno tenía.
— Venga, va, falta poco — su voz jadeante me contagió. Ella era de baja estatura, algo gordita y con un afán por la lectura increíble ; tenía un problema en los pies que la hacían correr más lento, eran planos, parecidos a los de un pato. Pero eso no le impedía continuar para sacar buena nota ; yo la admiraba por ello.
La clase terminó, con todos agotados y algunos bastante desilusionados, por no hacer nada más que correr y recibir regañinas de este profesor cada tres segundos. A ver, Jess tenía razones para haber sido regañado, pero para mí fue un acto bastante lindo.
**********
— Hey, hey, ¿a dónde vas sin mí? — le vi correr detrás mía antes de salir de latín.
Me giré, mirándole atentamente.
— Sabes que mi madre no te deja venir a mi casa, Jess — sentí pena por verle bajar la cabeza. Ella odiaba al pelinegro por el simple hecho de ser chico y aparte de eso no quería verme cerca de ninguno.
Se quedó unos segundos en silencio, rompiendo mi alma por verle en ese estado. Era bastante frío por fuera, apenas demostraba sus sentimientos, pero conmigo solía ser divertido, e incluso hablador ; yo en cambio apenas podía demostrarle algo de afecto, pero siempre que podía le mostraba algo de mi cariño.
— Jess... - me miró con sus ojos algo apagados y suspiré. Era hermoso — ¿Quieres quedar conmigo pasado mañana por la tarde? Seguro que me dejan. — nada más ver aquella sonrisa en su rostro y como su mirada tomaba brillo, volví a sentirme feliz y completa.
— Por supuesto... — cuando estuvo apunto de abrazarme, una mochila chocó contra su cabeza, haciéndole gruñir y quejarse.
— He oído de quedar, ¡me apunto! — el ceño fruncido del de ojos azules no tuvo precio
— ¿Vamos al McDonald's? — podía ver detrás como Silvia apenas terminaba de recoger y cerraba su mochila.
Jess se mantuvo con la cara hecha un cuadro mientras acariciaba su nuca, para luego mirar a Tony enfadado.
— ¿Pasado mañana, no? —
— No, Tony, escucha... — suspiró enfadado tocando su frente y cerrando sus ojos cuando Silvia entró en la conversación.
— Yo también me apunto, pero ¿a qué hora? — Le interrumpió. Observé a Jess disimuladamente y ahogue una risa al ver su cara. Estaba enfadado, pero resultaba gracioso.
— A las seis — respondí.
En cuanto el pelinegro me miró incrédulo, una carcajada salió de mi boca. No era mi culpa que su cara fuese tan expresiva. - ¿Es en serio? -asentí sonriendo.
— ¿ Ocurrió algo? — la de gafas parecía confusa.
— No, no, tranquila — Jess salió del lugar, murmurando , mientras yo sonreía y callaba poco a poco esa pequeña risilla nerviosa.
— Eh, vale... — le siguieron con la mirada, hasta ver que estaba fuera de nuestro alcance.
Estuvo todo en absoluto silencio de nuevo, pero está vez era más reconfortante para mí, pues a pesar de que todavía no entendía la mayoría de mis sentimientos, comprendía alguno.
Me quedé mirando bobamente la puerta a la vez que Silvia y Tony hablaban. Tenía ganas de haber recibido aquel abrazo.
...
— Akira — en cuanto giré mi cabeza, me di cuenta de que ya no estabamos en nuestra clase, si no en el coche de Silvia. — ¿estas bien? —
¿Tanto tiempo había estado pensativa?
Miré por la ventana y luego a ella, sonriendo ampliamente.
— Perfectamente. —
Era extraño como me podía meter en un mundo y no reaccionar en minutos.
Ladeé mi cabeza hacia la izquierda ; Tony dormía tranquilamente mientras en su móvil se había dejado el chat abierto con su novio. Levanté mi mano y la dirigí a este, solo para poder apagar el artefacto y que así no mandase alguna cosa indebida mientras estaba soñando.
Al volver a mirar a Silvia, pude verla leyendo ; no quise molestarla, así que dirigí mis ojos a la ventana.
Volví a pensar mientras veía los árboles y calles pasar a gran velocidad. Todos eramos muy diferentes y eso nos unía aún más. Tony era amable y juguetón, hiperactivo también ; Silvia una hermosa persona con la que podías contar para todo ; Jess, mi pelinegro de ojos azules y mirada profunda, un gran chico y persona. Tímido, frío y serio pero muy divertido al mismo tiempo ; y yo... Era una buena mejor amiga que sabía ayudarlos a continuar hacía adelante cuando me necesitaban.
En cuanto paramos delante de mi casa, me bajé y me despedí con la mano y una sonrisa, siendo contestada por Silvia, pues Tony solo roncaba.
— ¡Descansa Aki! ¡Te quiero mucho, cuídate! —
Sonreí.
Seguía siendo extraño. Mirar a Tony era como mirarse en un espejo ; de vez en cuando nos parecíamos en personalidad. Pero ya se sabe lo que se dice, al estar mucho con alguien, te empiezas a parecer a él o ella.
Me quedé quieta, sintiendo el viento en mi cara mientras suspiraba. Odiaba el olor de los coches, era extraño y me daba náuseas si el viaje era muy largo. Al arrancar este nuevamente, miré a mis amigos y vi como poco a poco iban haciéndose más pequeños a la par que yo me iba caminando.
Sentía ganas de dormir. Unas muy fuertes para ser viernes.
*********
— ¡Mamá, ya llegué! — espere una respuesta, pero todo estaba en silencio.
Empecé a caminar. Mis pasos resonaban y chirriaban en la madera oscura ; fui a mirar en todos los cuartos, incluido el salón, para finalmente descubrir que mi madre dormía en su cuarto.
Cerré la puerta de nuevo y me fui al mio a tirarme en la cama. Estaba totalmente agotada y sentía mis gemelos doler. Al profesor le daba igual si te estabas muriendo, solo quería verte sufrir para un mísero cinco mientras él se sentaba a jugar con el móvil.
Mis ojos empezaron a cerrarse y yo apenas me había quitado los zapatos, así que hice un esfuerzo en mantenerme despierta y hacerlo, para luego dejar la mochila correctamente colocada.
Tumbé mi cabeza en la almohada y suspiré, dejándome caer en los brazos de Morfeo, mientras los míos yacían extendidos a ambos lados de las sábanas.
....
Uno
Dos
Tres
Abrí y cerré mis ojos un par de veces, notando un viento helador por todo mi cuerpo. Todavía no asimilaba nada de lo que estaba ocurriendo,solo pensaba que dormía.
Cuatro
Cinco
Seis
Mis oídos poco a poco recobraban sus sentidos y de forma baja escuché unos toqueteos en mi puerta. Unos nudillos grandes y fuertes aporreaban la puerta con descaro, impidiéndome dormir. Suspiré.
— Mamá, adelante — puse mi mano en mi boca, bostezando y frotando mis ojos a la vez que tomaba el móvil viendo la hora.
Me senté unos segundos, pues no quería recibir a nadie estando tumbada.
Me quedé en shock y volví mi vista hacía la madera, los ruidos habían cesado. Mis ojos estaban abiertos de par en par y mi cara tenía una mueca.
Eran las 3 de la mañana, otra vez.
Con voz temblorosa, la cual no pude controlar por el miedo, hablé.
— ¿Mamá? — pregunté nuevamente. Ella ni siquiera contestaba. Y esta cosa solía molestarme cuando estaba sola.
Revisé mis mensajes en un momento dado tras no recibir ninguna respuesta y me tapé con la sábana hasta arriba.
Último mensaje de Mama:
-Hija, me quedaré hasta mañana en la oficina, no me esperes, tengo mucho trabajo.
Silencio. No había ningún otro ruido. Mi cuerpo no reaccionaba y sentía mis musculos tensos ; lo único que funcionaba eran mis ojos y mis brazos. Con miedo en mi interior, empecé a bajar la sábana, hasta llegar a mi cintura y yo poder ver fuera.
No pensaba con claridad y me asustaba. Al encender la linterna de forma rápida, pude observar el suelo de mi cuarto , donde mi gata estaba sentada en frente de la puerta, totalmente quieta y vigilante.
Las dudas empezaron a atormentarme, pero sobretodo...
¿Quién era esa señora que estuvo en la cama de mi madre?
Sin darme cuenta el sueño volvía a afectarme y yo volvía a cerrar los ojos. Pasé las mangas de mi sudadera roja por mi cara y suspiré. No quería dormir y tampoco que me viesen vulnerable. Sea lo que sea aquello.
Los toqueteos en la puerta empezaron a aumentar poco a poco, llegando a aporrear tan fuertemente que me asusté y volví a tapar. Mi gata reaccionó echándose hacia atrás y metiendo la cola entre sus patas.
¿Qué estaba ocurriendo? Todo era demasiado real y yo no sabía si estaba dormida y era un sueño o la cruda realidad.
Me empecé a pegar a la pared al ver que el pomo de la puerta había girado, cesando los sonidos en cuestión de segundos. Esa cosa iba a abrir la puerta y yo me iba a morir del miedo.
Algo dentro de mí latía con tal fuerza que pensaba que me iba a despojar de mi propia respiración. No soportaba esa presión y la ansiedad del momento. Todo mi ser pedía a gritos levantarse y bloquearla, pero mi cabeza me quería hacer razonar y escapar.
Seguí mis instintos.
De forma rápida me levanté y tiré contra la puerta, poniendo toda mi fuerza con la espalda para que no se abriese. El golpe resonó en toda la casa y fue en ese momento que pensé que todo habría terminado.
Estuve aproximadamente tres minutos forcejeando hasta que todo se calmó, o eso parecía. Pues nada más dejar de poner fuerza, las ventanas de mi cuarto se abrieron, dando paso al fresco y helador aire, haciéndome abrazarme y de esa forma perder la cordura ; y por obvias razones, dejando que la puerta se abriese.Mi sueño se había ido de golpe.
Mis ojos se cerraron, en un intento de calmarme...
Era la peor segunda noche de mi vida y pensaba que iba a morir.
Sentía el aire recorrer todo mi cuerpo, mientras las sensaciones y sentimientos de miedo y terror empezaban a ahogarme en mi propia mente. Mi corazón latía con frenesí, mis piernas dobladas temblaban y mis dientes castañeaban por el frío y horror. Podría jurar que mis ojos estaban dilatados por ello.
Se quedó todo así durante un minuto más y suspiré. Debía saber que estaba ocurriendo.
Pero no ahora, porque sentía miedo. Miedo a morir, miedo al dolor, miedo a ser dañada físicamente o que hubiese algo que me traumase.
Y el mismo susurro de aquella vez, resonó por mi mente de nuevo. Abrí mis ojos sin saber lo que me esperaría, y me quedé de piedra.
— No fuiste al cuarto —
Mi respiración se agitó y me empecé a marear por todo lo que estaba ocurriendo. Esa voz era grave, terrorífica y podría asustar al más fuerte de los hombres.
Por primera vez y de verdad, tenía miedo.
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Aquí el 2 capítulo. Espero que os haya gustado mucho y si es así por favor darle una estrellita, que no os cuesta nada uwu.
Oh sí, este capítulo fue para introducir a los personajes. Por si os resultó confuso xd.
¿Qué estará pasando? ¿Ocurrirá algo o tal vez no?
Darme vuestra opinión y cualquier reclamación de falta de ortografía es agradecida. ¡Descansad!🖤
Nos vemos el próximo fin de semana.
2172 palabras.
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