章 267: La barrera de Garfiel. Parte2
_Garfiel: Tengo, miedo… ¿Dices?
_Emilia: Bueno, estás asustado. Estás gritando, dando voces sin control, y golpeando el piso para poder animarte, ¿no?
_Garfiel: Como si tú supieras, algo sobre mí…
_Emilia: Sí sé. Después de todo…
Interrumpiendo la declaración silenciosa de Garfiel, Emilia dio un pequeño respiro.
_Emilia: —Yo también he estado viviendo temiendo constantemente muchas cosas.
La respiración de Garfiel se congeló.
Emilia se palpó el pecho, los dedos confirmaron la ausencia del cristal, una sensación fugaz surgió en sus ojos.
_Emilia: Conseguí llegar hasta aquí a la vez que sentía miedo de muchas cosas. Le confié muchas cosas a Puck, me apoyaba en él… No me di cuenta de que lo hacía, y llegué aquí. Pero hoy, hace un momento, creo que finalmente lo entiendo un poco.
_Garfiel: Cállate.
_Emilia: Aún no sé claramente lo que está bien, o qué tengo que hacer. Pero siento que hay algo. Y que puedo encontrar ese algo en la tumba. No puedo apartarme de tu camino.
_Garfiel: Silencio. Desaparece. No me hables.
_Emilia: … ¿Acaso de verdad no tienes ya ese algo?
_Garfiel: ¡—hg!
Sobrepasando su límite, Garfiel dirigió el rostro hacia arriba. Sus rodillas se doblaron levemente, para que su pequeño cuerpo saliera disparado.
Saltó hacia Emilia con una horripilante velocidad. —Pero justo antes de que pudiera alcanzarla, Subaru se interpuso entre ellos.
_Subaru: ¡Garfiel!
_Garfiel: —¡Tch!
Garfiel se aproximaba, pero Subaru extendió los brazos mientras cargaba para proteger a Emilia. Subaru chocó con el ataque, dando tumbos y haciendo una mueca de dolor al ser golpeado. Después de dar varios tumbos por el impulso, se detuvo boca arriba en el suelo. Garfiel puso las garras en el cuello del caído Subaru mientras le mostraba los colmillos a Emilia.
_Garfiel: ¡Justo ahora! ¡Justo ahora, sal del jodido camino! ¡Si no, pintaré tu ropa con la sangre del cuello desmembrado de este tipo!
_Emilia: Subaru—
Emilia se preparó para la batalla.
Tal vez haya perdido a Puck, pero ella aún era una practicante de las artes espirituales. Ella podría pedir ayuda a los espíritus menores con los que tenía un contrato para usar magia. Dejando de lado si ella podría ganar, lucharía contra Garfiel.
Y por eso, Emilia inmediatamente se movió para juntar Maná—
_Subaru: ¡Emilia, alto! ¡Estoy bien! ¡Él no hará nada de todas formas!
_Garfiel: ¡Silencio! ¡Estoy jodidamente harto de esta mierda! ¡Mis oídos se están pudriendo al escuchar tanta mierda de ti y de esa mujer! Si disloco esa boca tuya y corto tu mandíbula, ¿entonces no podrás hablar nada más de esta mierda?
_Subaru: —gh.
Inclinándose sobre el caído Subaru, Garfiel pasó las afiladas garras sobre su mejilla izquierda. Las puntas se clavaban en su carne, Subaru lloraba en silencio ante el dolor ardiente.
Pero, aun así, sus ojos no cedieron.
_Subaru: Nos sacas de tu camino, destruyes la tumba, ¿Y entonces qué?... ¿Crees que correr y correr y correr te llevará a alguna parte?
_Garfiel: Laméntate solo. ¿Quién mierda puede hacer algo contra eso? Esa cosa no tiene ni la menor intención de dejarnos escapar. ¡Por qué no lo puedes entender!
_Subaru: No, no lo voy a entender, Garfiel. —Ya que tu pasado, tus lamentos, se pueden superar.
_Garfiel: —
Subaru afirmó.
Garfiel y Emilia contuvieron el aliento.
_Subaru: Fue doloroso, sufrí, fue tan abrumadoramente patético que no fui capaz de dar la cara, y me rendí. Pero el único que pensaba que era inútil era yo y, la verdad, no había nada que no tuviera remedio.
Aunque fueran sucesos falsos, falsos padres, y fueran creados a partir de recuerdos.
Subaru se enfrentó a su mayor pesar, y obtuvo una única respuesta, junto a una despedida.
La Prueba ciertamente le confirió a Subaru dolor. Solo recordarlo le hacía crujir su interior, eso dentro de su pecho era perpetuo, y la Prueba había marcado a Subaru con su pasado y con sufrimiento.
_Subaru: Pero, incluyendo el dolor y absolutamente todo, me tragué mi pasado. Me lo tragué. …Pues sí, la bruja es una cabrona, y nunca olvidaré cómo me traicionó cuando intenté confiar en ella.
En su mente apareció el rostro de la bruja blanca, quien siempre sonreía misteriosamente.
No importaba cuánto tiempo pasara, Subaru nunca desentrañaría los complicados sentimientos que tenía por ella.
Pero, no había necesidad de traicionar esos sentimientos que consiguió en ese entonces.
_Subaru: Estoy agradecido a la bruja. Estoy feliz de haber podido enfrentar mi pasado. Yo corría, y corría y corría… pero estoy feliz de no poder escapar.
_Garfiel: —
_Subaru: Garfiel. —¿De verdad piensas seguir huyendo de tu pasado, de tu familia?
_Garfiel: Qu—!?
La cara de Garfiel cambió de color.
Se enrojeció de rabia, y ahora se quedó pálido por el shock.
El chasquido proveniente de sus colmillos fue el resultado del temblor de sus dientes charlatanes.
Con escalofríos, o tal vez temblando, Garfiel miró a Subaru.
_Garfiel: ¿Quién, te habló… de mi pasado?
_Subaru: Básicamente todas las personas en las que estás pensando. ¿Crees que eso es traición? ¿O crees que es otra cosa?
_Garfiel: ue, au, aehu…
La abrumadora furia le impidió a Garfiel hablar mientras respiraba entrecortadamente y vacilando. Su respiración se volvió intermitente. Al ser testigo de esta violenta sacudida que ocurrió ante su rostro. Subaru continuó.
_Subaru: La bruja me dijo que estabas asustado del mundo exterior.
_Garfiel: —
_Subaru: Frederica me dijo que cuando te ofreció que te fueras con ella, la rechazaste.
_Garfiel: —
_Subaru: Lewes-san me dijo que lo que viste en la tumba, fue la despedida con tu madre.
_Garfiel: Ma,dre…
_Subaru: Me enteré de las circunstancias generales de ti y Frederica. Son hermanos de una mujer humana, y de dos diferentes padres demihumanos de sangre mestiza. Ustedes dos, ¼ de sangre, no están ligados a la barrera del Santuario. Frederica abandonó el Santuario para poder crear un lugar para recibir a la gente de este lugar, para cuando la barrera eventualmente se rompa.
_Garfiel: Hermana…
_Subaru: Pero no tomaste la mano de Frederica, y te quedaste aquí. ¿Por qué lo hiciste? ¿Qué es lo que quieres hacer? ¿Con qué propósito, te quedaste aquí?
Su respiración era forzada.
La mano de Garfiel que presionaba a Subaru comenzó a ser más fuerte. Él lo hacía para silenciar a Subaru. Garfiel estaba tan destruido que, si no ponía fuerza en algo y se aferraba intensamente, se desmoronaría inmediatamente.
_Subaru: En la tumba viste tu pasado. Viste cómo tu madre los abandonaba a ambos en el Santuario… ¿Cierto?
_Garfiel: —
_Subaru: ¿Por eso estás evadiendo el mundo exterior?
Su silencio podía interpretarse como un "sí".
Garfiel permaneció en silencio, mirando a Subaru con la mirada más débil que le había mostrado hasta ahora. Era tan débil, que ni siquiera se le podía llamar mirada.
Su semblante era el de un niño pequeño, asustado de que sus secretos fueran descubiertos.
La culpa por abrir las heridas de otra persona surgió en el pecho de Subaru. Pero dominó esa sensación, luchando contra ella, mientras presionaba a Garfiel a decir la verdad. Y entonces clavó el dedo en dicha herida levemente visible, forzando a que el agujero se agrandase, dejando que la sangre fluyese.
_Subaru: Porque tu madre te abandonó. Porque odias a tu madre que te abandonó, porque odias el mundo exterior que se llevó a tu madre, ¡¿por eso detestas el mundo exterior?!
Su teoría que surgió hablando con Lewes.
El consejo de Echidna, diciendo que Garfiel temía el mundo exterior.
La razón fue la despedida con su familia, permaneciendo en el corazón de Garfiel, y hasta ahora, le picaba como un aguijón.
Escuchando el tono asertivo en la declaración de Subaru, Garfiel frenéticamente sacudió la cabeza.
_Garfiel: ¡No! ¡No, nonononononono, estás equivocado! ¡Qué mierda vas a entender! ¡Deja de mover la boca como si lo supieras todo!
_Subaru: ¡Así es! Lo que dije fueron mis imaginaciones, y lo que mi boca dice es basura sabelotodo. El único que puede decir lo que realmente estás pensando eres tú. Si estoy equivocado, ¡¿entonces cuáles son tus verdaderos sentimientos?!
La fuerza presionaba sus pulmones. Subaru no mostraba ninguna señal de dolor al levantar la voz. Bañado con la voz de Subaru, la cara de Garfiel se endureció. Mirando hacia otro lado.
_Subaru: Rechazaste a Frederica quien salió al exterior, te ligaste tú mismo con el deber de proteger el Santuario, y ahora estás interfiriendo con la gente que desafía la Prueba, ¡las cuales intentan romper la barrera! ¡¿De qué estás asustado?! ¡¿Qué es lo que te asusta?! ¡¿Odias el mundo exterior porque sí?!
_Garfiel: ¡Estás, equivocado…!
_Subaru: ¡Así que solo odias a tu madre porque te abandonó! ¡Desafiaste la Prueba, viste cómo fuiste abandonado, y eso es lo que te tiene asustado!
El semblante de Garfiel se torció en angustia.
Levantó su mano que estaba sobre Subaru, enderezándose en un intento de escapar de la persecución verbal de Subaru.
Pero él no podría escapar.
Subaru lo alcanzó, atrapó la parte trasera del cuello de Garfiel, y lo detuvo.
Con la cara horrible y ensangrentada de Garfiel a menos de un palmo de distancia, Subaru lo observaba, presionándolo más.
_Subaru: ¡Respóndeme, Garfiel! ¡De qué estás asustado!
Su teoría nacida de la charla con Lewes, de las palabras de Echidna, de las actitudes de Roswaal y Frederica, de la expresión de Ram cuando miraba a Garfiel—Subaru halló una respuesta que difería a la de todos ellos.
Si tenía razón, si ésta era la verdad, entonces…
_Garfiel: No, mi asombroso ser… mi asombroso…
Subaru: ¡¡Qué es lo que de verdad piensas!!
_Garfiel: Mi asombroso… mi, madre…
Garfiel tragó saliva, miró al cielo, sus colmillos tiritando mientras él dijo,
_Garfiel: …¡Yo quería que ella fuera feliz…!
※ ※ ※ ※ ※
Garfiel: ¡Nos interponíamos en su camino, ¿cierto?! ¡Yo y mi hermana, nos interponíamos en el camino a su felicidad, ¿cierto?!
Se desbordó.
Todo lo que Garfiel había estado manteniendo hasta ahora.
_Garfiel: ¡Pues yo lo sabía! Ella nos abandonó a mí y a mi hermana. ¡Y por supuesto que ella lo haría!
El razonamiento de Garfiel, que había guardado en su corazón, que nunca había revelado a nadie.
_Garfiel: Un par de enanos que nunca quiso, y encima con sangre demihumana… ¡Por supuesto que le impediríamos su vida en el mundo exterior! ¡Dejándonos atrás, desechándonos, que hay de raro en eso… no hay nada… incorrecto en eso!
Incapaz de ocultar su voz vacilante, Garfiel enterró la cara en las manos para ocultar sus ojos lagrimosos.
_Garfiel: Entiendo por qué fuimos abandonados. ¡Así que no le guardo rencor a mi mamá por abandonarnos! ¡Es jodidamente obvio! ¡Yo y mi hermana, le impedíamos vivir a nuestra madre! ¡Ella nos desechó, y abandonó el Santuario para poder ser feliz!
Cuando aún era joven, Garfiel vio a su madre irse mientras los abandonaba en el Santuario.
Él no podía entender lo que sentía en ese momento. Pero ese sentimiento había echado raíces en él, creciendo dentro de él durante un largo periodo de tiempo, floreciendo en una sola respuesta.
La cuál era: su madre los había abandonado.
Sin embargo.
_Garfiel: Pero sabes, esa noche… lo vi. En esa tumba, en la Prueba, lo vi. Lo vi. E-ella, nos abandonó, y se fue del Santuario, y… justo después, justo después de irse, su carruaje se vio atrapado en un derrumbe, siendo tragada por la tierra, para luego morir…
_Subaru: ¡—!
_Garfiel: Mi hermana no lo sabe… Mi hermana piensa que mamá está en algún lugar, olvidándose de nosotros y viviendo una vida feliz… ¡Pero la realidad no es esa! ¡Mamá, en cuanto nos abandonó! ¡Murió!
Fragmentos de la verdad lloraban por la boca de Garfiel.
La dureza de ella abrumaba tanto a Subaru, quien era consciente de las circunstancias, como a Emilia, quien no lo era.
Garfiel permaneció ante los dos silenciados, con la cabeza todavía enterrada entre las manos y la respiración entrecortada por el llanto.
_Garfiel: Ella murió… ella nunca consiguió ser feliz…
Subaru no respondió.
_Garfiel: ¿Por qué? ¿No se supone que se fue al exterior para poder ser feliz?
Emilia no respondió.
_Garfiel: ¿No se supone que nos abandonó para poder ser feliz?
Ni Subaru ni Emilia podían darle a Garfiel una respuesta.
_Garfiel: Nos abandonó, pero si nunca logró ser feliz e inmediatamente murió, entonces…
Las preguntas sin respuestas fluyeron de la boca de Garfiel.
Y seguramente—
_Garfiel: ¿Qué es lo que tenemos que hacer acerca de nuestra tristeza, acerca de este sentimiento de ser desechados?
—Esas preguntas siempre, siempre hacían eco dentro de su corazón.
_Garfiel: ¡Quería que mamá fuera feliz!
El poder llegó a su voz llorosa.
Garfiel apartó las manos de su rostro, apretando los dientes mientras hacía una pausa.
Sus colmillos podrían agrietarse. Sus caninos podrían rasgarse a través de sus labios.
_Garfiel: ¡La tristeza que sentimos! ¡Y la soledad de ser desechados! ¡Tenía significado porque era por su felicidad, eso era lo que quería pensar! ¡Yo quería ser capaz de odiar a mamá!
Habiendo perdido el odio de sus sentimientos hacia su madre, el corazón de Garfiel había quedado atrapado dentro del Santuario.
Sin nada contra lo que atacar, sus emociones habían sido el combustible para mantener en llamas el fuego que consumía su alma.
_Garfiel: ¡Pero mi madre solo murió! Yo y mi hermana, solo tuvimos una mala experiencia y nada más. Mamá no consiguió ser feliz en absoluto, siendo aplastada por las rocas y la arena, para morir en agonía.
Llegando a esa conclusión, entre las cenizas humeantes dentro de él, Garfiel decidió.
Garfiel se puso de pie. Alejándose de Subaru.
Miró a la tumba, y en una voz baja dijo,
_Garfiel: —Jamás iré al mundo exterior.
Su voz temblaba.
Enrabiada, angustiada, furiosa, la llama seguía ardiendo incluso en este momento.
Garfiel se dio la vuelta.
Miró al caído Subaru, y chasqueó sus afilados colmillos.
_Garfiel: ¡Desertar este lugar y salir al exterior no te dará la felicidad! ¡Tratar de cambiar algo implica dolor, y no todos pueden soportar ese dolor!
_Subaru: —
_Garfiel: ¡Hay un montón de personas inútiles haya afuera! ¡Este lugar está lleno de esos! ¡Qué tengo que hacer! ¡¿Sacrificarlos por la felicidad, y darles tristes experiencias?! ¡¿Ser como mi hermana?!
_Subaru: —
_Garfiel: Yo —mi asombroso ser— los protegerá.
Cerró su puño.
Su aullido se detuvo, sus ojos albergaban una determinación tranquila mientras hacía una pausa.
_Garfiel: Mi asombroso ser los protegerá. Todo lo que mis brazos puedan alcanzar, lo protegerá. Proteger, proteger, proteger… nunca perder a nadie… ¡Nunca permitir que alguien pase por lo mismo que pasó mamá!
Ni la ira ni la tristeza hacían temblar el corazón de Garfiel.
Ni Subaru ni Emilia podían moverse ante esos sentimientos de Garfiel.
Garfiel extendió los brazos, dio la espalda a la tumba y gritó.
_Garfiel: ¡Mi asombroso ser será la barrera! ¡Una real, dividiendo el interior y el exterior, una barrera!
_Subaru: Garfiel…
_Garfiel: ¡Por eso! ¡Mi asombroso ser! ¡Va a proteger el Santuario y a todos! ¡Protegeré a nana! ¡Mi asombroso ser es el único que puede hacerlo! ¡Mi asombroso ser es el único que lo sabe! ¡¡Y está bien para ellos no saberlo!!
Garfiel gritó casi a pleno pulmón, su determinación, su resolución.
Enfrentados contra eso, ellos no podían hablar.
Garfiel había fortalecido su resolución totalmente.
Y por eso,
_Emilia: —Subaru.
_Subaru: Está bien, Emilia.
Emilia llamó a Subaru mientras se ponía de pie y daba un paso adelante.
Él hizo un gesto con la mano a la preocupada voz de Emilia, mientras se acercaba a Garfiel.
Los dos se encararon entre sí, ambos al alcance de la mano.
Las palabras ya no detendrían a Garfiel.
Y por eso, solo había una sola cosa por hacer.
_Subaru: Maldito bastardo obstinado e inconsciente…
_Garfiel: —
_Subaru: Entiendo tu determinación. Mis suposiciones habían sido incorrectas. Pero tus suposiciones son incorrectas también. Y por eso… las rectificaré.
Garfiel se inclinó ligeramente, con los brazos colgando a los costados.
A pesar de que podía parecer indefenso, un aura anormal y espantosa emanaba de él mientras tomaba una posición de combate.
Subaru igualmente levantó las manos para tomar su propia postura de combate.
Con Garfiel como oponente, después de haber determinado que las palabras no funcionarían, Subaru peleará en su territorio.
_Subaru: Te obligaré a rendirte totalmente y te enseñaré. ¡—Que eres un idiota amable, débil y estúpido!
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