章 50: Capítulo 50

Corriendo más rápido hasta no sentir los pies, la parte humana de Mary, se da cuenta de lo que pasa alrededor suyo. La noche resplandece oscura y rojiza. La chica corriendo sudando y dando saltos muy elevados hasta trepar árboles enormes. El cuerpo le duele y pesa, sobretodo la espalda. Siente su cuerpo arder, por lo que no aguanta más y mientras corre entre el mar de arboles sin fin, se desviste al punto de quedarse desnuda. Sin poder ver lo que ocurre tras ella, la espalda le daña, se hace un poco más grande, el pecho se abulta más. Sin saber cómo, huele su propia sangre, rebaja un poco la velocidad, pero siente que algo se mueve dentro de ella. De pronto un dolor insoportable le da a la espalda. Es como si la cortaran con cuchillo y la abrieran. Grita. Sufre. No sabe lo que ocurre. La joven está asustada, solo quiere llorar, pero por otro lado, siente poder, furia, ira, ganas de volar. Poco a poco el dolor se vuelve más intenso. Siente cosquilleos enormes dentro de la espalda como si algo saliese. De pronto, sin controlarlo, un gran árbol se topa en frente junto una roca enorme, sus ojos lo captan todo y con un gran impulso y fuerza Salta sobre encima y a la luz de la luna roja se ve una figura femenina, a lo alto del mar de árboles, con dos grandes alas negras que son capaces de llenar la luna llena.

Trevol y Salamandra deciden ir en busca de la chica. Deciden avisar a los aldeanos, sobretodo a los pequeños que se cuiden. Casandra prepara la habitación para la invitada. Los dos jóvenes se, marchan.

_No se si podríamos encontrarla, el grito ha sido provocado desde muy lejos - suelta la chica de pelo rojo.

_Espero que no sea muy tarde - el chico la mira a los ojos preocupado - Separemos nos, así será más fácil y rápido. Suerte- Salamndra preocupada, le da un pequeño beso en los labios, sabiendo que puede que ocurra algo grave. Y lista para separarse, comienzan a correr. Trevol Salta por encima de los árboles ya que tiene más experiencia para poder observar mejor.

A lo alto de los árboles, Mary observa algo corretear por debajo. Tiene mucha hambre. Pero su parte humana, tiene miedo de que sea un humano. Su parte vampírica, es mucho más fuerte que la humana. La supera y hace que su parte humana, desaparezca. Puede que ya para siempre. O no. Cansada y hambrienta, además de enfadada, decide ir en busca de su nueva presa. Las alas de gran fuerza, la tapan y y la hacen ir como una bala a toda prisa. Como un gran asteroide a punto de aterrizar.

En la casa, Ethan decide ir a visitar a Mary a su cuarto. Ya es demasiado tarde para quedarse aún en el lago. Pero a la misma vez, piensa que quizás ya esté dormida. Ahí, encontrado enfrente de la puerta del cuarto de la joven, a punto de tocarla. Se detiene pensativo. ¿Por qué nos pasa esto a nosotros? Se pregunta a si mismo. La echa de menos. Su piel, su pelo, sus labios.... Y la rabia que le da no poder hacer nada. La boda aún sigue en pie, pero ni hace caso a aquello, más aún cuando su trabajo está por encima de ello. Parado enfrente de la puerta, se da media vuelta, apoyado en esta y tirado al suelo, pensando en muchas cosas. La luz de la luna lo alumbra, su bello rostro brilla más que nuca y sus ojos están llenos de lágrimas incapaces de caer. No es fácil guardarse todo lo que tienes a dentro. Ni tampoco es bueno. No puede parar de pensar en ella, es como si estuviera hechizado por su belleza y personalidad. Pronunciando en sus labios carnosos su nombre...

_Mary.....- piensa en ella, abrazado la con los brazos desnudos, bajo el agua, como aquel día. La desea, desea hacerla suya. Pero no puede, además de respeto, por el resto de cosas que debe hacer. Es un hombre prohibido, tanto él como ella. Nunca podrán estar juntos por más que lo desean. Cerrando los ojos, poco a poco se queda dormido, hasta que a los pocos minutos, una de las criadas deambulando, lo encuentra y lo manda a la cama. No está de ánimos. Solo quiere verla.