Después de un tiempo Sei estaba al límite de su intenso deseo de tan solo abrazarla fuerte. Bueno, era porque sabía que aún era muy pronto para alegrarse.
Él sabía que lo que había revelado eran palabras que nadie podía solo aceptar fácilmente y que sus palabras eran muy difíciles de pronunciar para él. Ya que en toda su vida, Sei nunca le importó dar explicaciones a nadie. No le interesaba, sin importar lo que la gente pensara de él. Odiaba la idea de razonar por sí mismo solo para que alguien lo entendiera. Eso era debido a que creció siendo dependiente de las habilidades sociales de Zaki y realmente no sabía explicarse de mejor manera.