—Huo las peló solo para usted, señorita Lu. Ahora deben saber incluso mejor, debería probarlas —dijo Ye Zhiyu con urgencia.
Huo Yunting, quien seguía ocupado pelando, le lanzó una rápida mirada de aprobación.
Hacer feliz a Lu Zhaoyang era una tarea difícil. Él se había visto forzado invitar a su amigo y a la novia de éste como apoyo.
Seguro que ahora se comería la comida que él le preparó, ¿verdad?¿No le había gustado tanto cuando Huo Chen le peló las gambas la otra noche?
Ya había media docena de gambas peladas en su plato cuando Lu Zhaoyang tomó los palillos.
Tomó una y la probó. Era deliciosa e, ignorando el hecho de que Huo Yunting lo había preparado, la comida estaba perfecta.
—¿Está bueno?—preguntó Ye Zhiyu expectante.
—Lo está —respondió Lu Zhaoyang con una sonrisa. Finalmente se dio cuenta de la intención de Huo Yunting.