Huo tenía un soporte para el iPad, pero de todos modos quería que ella lo sostuviera.
A Lu Zhaoyang no le molestaba que él estuviera haciéndole las cosas más difíciles a propósito. Las cosas le serían más fáciles tanto en el trabajo como en casa si su humor mejoraba.
Huo Yunting se tomó su tiempo para terminar el desayuno. Luego se recostó en su silla y cerró los ojos.
Lu Zhaoyang pensó que iba a tomar una siesta, por lo que dejó el iPad y empezó a caminar hacia la casa.
—A dónde vas? —dijo Huo Yunting en el momento en que ella comenzó a caminar.
«¿Él no está dormido?».
Lu hizo puchero y reaciamente se volvió hacia el hombre.
—¿Por qué lo apagaste? —preguntó el hombre, no muy contento, al mirar el iPad.
— La película terminó. ¿Quieres mirar algo más? —Lu acababa de apagar la pantalla. Huo Yunting la reactivó, se veían pasar los créditos finales.
—¡No!
La película era solo para pasar el tiempo.