Como había llegado hasta ahí, Lu Xinyi se aguantó y cerró los ojos, concentrándose en el sabor. A medida que el líquido borboteaba al otro lado de su boca, pudo sentir vegetales como brócoli, coles de bruselas, repollo, berza, rábanos y rúcula. Sin embargo, había una capa de acidez y amargura combinada que no podía distinguir.
Dejó de lado los sabores que ya conocía y se concentró en el sabor desconocido. Estaba totalmente segura de que no era un vegetal. ¿Podría ser una fruta?
Pensó mucho en lo que podía ser e intentó recordar algunas frutas y bayas que cabían en la descripción de tener un sabor ácido y amargo. Había varios que se le ocurrían, pero solo los arándonos le habían dado la misma impresión.
Los arándanos frescos eran tanto ácidos como amargos. Tenían menos de cuatro por ciento de azúcar. Si uno probaba un arándano fresco o intentaba beber jugo de arándano puro, sabría que apenas es apetitoso.