—Pero, pero…
—¿Cuál es el problema? Es una cama tamaño king; tú puedes quedarte la mitad. ¿Es suficiente?
Cheng You pudo ver claramente la sonrisa en la cara de los recepcionistas. No pudo evitar sonrojarse, por mucho que intentó evitarlo. Después de anotar su número de DNI, la recepcionista lo registró y los invitó a quedarse.
Una vez en la habitación, Rong Rui fue directo al cuarto de baño y enseguida se oyó agua correr.
Su corazón empezó a latir con nerviosismo. Él, él, él… ¡se estaba dando una ducha! Sin embargo, ¿qué debería hacer ella? ¿Debería ducharse también? Dudó por un momento, se quitó el jersey, lo dobló y lo puso sobre la silla. El equipo de climatización de la habitación estaba encendido y ella sintió que por fin estaba cómoda y caliente. Primero, puso su teléfono móvil a cargar y después vio un doloroso recordatorio en la mesita de noche. Había anticonceptivos en el cajón.
Ups…
Al verlos, Cheng You enrojeció un poco.