Era medianoche cuando Mu Yuchen tomó el ascensor y bajó las escaleras después de salir de la habitación.
La medianoche en Nueva York era tan encantadora como siempre. La ciudad todavía estaba llena de gente a pesar de que ya era tarde en la noche.
Mu Yuchen estaba de pie junto a la escalera del club mientras se arreglaba la camisa ligeramente arrugada. Su expresión era tranquila, pero había algunos signos de frustración en sus ojos.
Extrañaba a su mujer en casa, especialmente en un momento como éste.
Levantó la cabeza y miró las coloridas luces de neón mientras su mente se adormecía por un momento. Después de un rato, bajó la escalera y pasó las farolas amarillas para ver a Li Si y a los demás esperando junto al auto.
—La noche acaba de comenzar. No es como si te fueras tan temprano. —la voz de Zhou Zimo lo alcanzó desde atrás, con un tono descarado que coloreaba su voz.