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—La razón por la que Pequeño Fan pudo ser salvado hoy fue porque llegó a tiempo. ¡Si no fuera así, me habría quedado sin palabras, sin tener la menor idea de qué hacer!
Cuando el Emperador escuchó la voz de la Emperatriz, una sonrisa apareció en su rostro. No es de extrañar que la Emperatriz dijera que conocía una cura alternativa. ¡La persona en sus aposentos debe ser un Doctor Divino que ha traído!
Justo cuando el Emperador iba a empujar la puerta para entrar una vez más, otra voz salió flotando que congeló la sonrisa en su cara.
—Su Señoría envió la noticia con tanta urgencia, ¿cómo me atrevería a demorarme en lo más mínimo?
Esa voz, era claramente la voz del hombre que había asistido al Emperador durante más de una década, ¡el actual Primer Ministro de la Corte Imperial!
¿Por qué iba a aparecer el Primer Ministro aquí en las Cámaras de la Emperatriz?