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0.5% El yerno del rey dragón / Chapter 4: Capítulo 4: La Casita En La Playa

章 4: Capítulo 4: La Casita En La Playa

編集者: Nyoi-Bo Studio

Después de deshacerse de la misteriosa niña, Hao Ren subió al segundo piso de la biblioteca para buscar algo de información. Al terminar, tomó prestados algunos libros que le parecieron relevantes y salió de la biblioteca. Tal como esperaba, la pequeña niña no estaba a la vista cuando salió.

Viendo hacia el cielo tenebroso, Hao Ren aún pensaba acerca de todo el incidente que involucraba a la niña. Se preguntó si estaría condenado la semana siguiente. Si sus padres realmente venían a verlo al respecto, eso sería muy molesto… Era completamente culpa de ella por perder su pertenencia. Y aun, ella lo culpaba a él sólo para poder zafarse de cualquier responsabilidad.

Cuando regresó a la habitación del dormitorio, sus compañeros estaban todos preocupados por las causas y los resultados del incidente. Sin embargo, todo lo que Hao Ren les dijo fué que todo se había resuelto sin problemas y evadió entrar en detalles. No quería arrastrar a sus compañeros a algo problemático y molesto.

—La pequeña niña es muy ruda. Solo dale unos cuantos años, definitivamente se convertirá en la chica más popular de cualquier escuela —Zhao Jiayi suspiró en admiración mientras daba unas palmaditas al hombro de Hao Ren tratando de animarlo.

Claro, era bonita, pero también era muy problemática. Por lo tanto, lo más inteligente que podía hacer era evitar cualquier contacto con ella.

—¿No tenías que ir a casa este fin de semana? ¿Terminaste de buscar toda la información que necesitabas? —preguntó Zhao Jiayi.

—Sip, sólo estoy terminando de prepararme para irme a casa ahora —Hao Ren colocó los libros que tomó prestados de la biblioteca en el escritorio y agarró otra mochila vacía.

—Vuelve un poco más temprano mañana, ¡así podremos jugar cartas en la tarde! —Nuevamente, Zhao Jiayi dio unas palmadas al hombro de Hao Ren mientras hacia el amistoso recordatorio.

—Seguro, lo haré. Gracias por tu ayuda hoy —Hao Ren se despidió de sus compañeros de dormitorio al marcharse. 

En el autobús camino a casa, Hao Ren no pudo evitar arremangar su manga para examinar nuevamente su muñeca. Las marcas verdes eran muy similares a las escamas de un dragón. Gracias a frotarse vigorosamente, el color se había aclarado bastante.

Se imaginó que, si su abuela viese esto, seguramente pensaría que había estado pasando tiempo con los grupos equivocados en la escuela y se había hecho un tatuaje… Hao Ren dejó salir un suspiro pesado. Al abrir la ventana, una brisa fresca entró y gentilmente le acarició el rostro. Gradualmente, se quedó dormido.

Cuando Hao Ren despertó, el autobús ya había viajado por más de una hora, ya estaba casi en casa. Con sueño y desorientado, tomó su mochila y bajó del autobús. Comenzó a caminar a lo largo de un amplio camino de concreto.

De tanto en tanto, autos caros y elegantes pasaban junto a él. En contraste, mientras caminaba cargando con la mochila y a pie, Hao Ren parecía un poco miserable.

Le tomó exactamente treinta minutos caminar hasta un área donde había casas.

Si los compañeros de Hao Ren hubiesen visto esto, definitivamente estarían sorprendidos. El hogar de Hao Ren estaba de hecho ubicado en el área de la bahía que tenía las mejores vistas del océano en la Ciudad del Océano del Este. Más aun, incorporada entre el grupo de casas, la suya era la de dos pisos de apariencia ordinaria que se ubicaba a solo doscientos metros de la playa.

—¡Abuela! —Sintiéndose un poco exhausto, Hao Ren gritó mientras empujaba la puerta tallada en hierro. 

—¡Ren, regresaste! —Una anciana de aspecto amable y benigno salió de la casa y le dio la bienvenida a Hao Ren con una sonrisa imperecedera.—¿Por qué llegaste tan tarde hoy?

—Jeje, tengo una tarea pendiente para la próxima semana, así que tuve que buscar un poco de información antes de poder salir —Siguiendo a su abuela al interior de la casa, Hao Ren preguntó—: ¿Cómo estuvo tu semana, abuela?

—Lo mismo de siempre: limpié un poco la casa, hice algunas caminatas a lo largo de la playa, atendí a las flores y el césped, e hice algunas operaciones en la bolsa también. El tío Wang* no está este fin de semana. Deja que la abuela haga alarde de su cocina esta vez —respondió la abuela con una risa.

—¿Operaciones en la bolsa? ¿Cuánto ganaste esta semana? —Hao Ren preguntó a la ligera.

—No es un negocio donde simplemente puedas hacer dinero todas las semanas. De hecho, perdí seis mil Yuan esta semana. Pero tú sabes, esto no es algo de lo que se preocupe la abuela estos días. De hecho, hubo noticias de Noruega, tus padres están a punto de terminar su expedición y es posible que puedan volver a casa el próximo mes —explicó la abuela a Hao Ren mientras caminaba hacia la cocina.

—Oh, ¿el mes siguiente? Eso es pronto —Hao Ren la siguió a la cocina para ayudarla.

De hecho, habían contratado a un cocinero: el tío Wang. De esa manera alguien cocinaría para la abuela y le haría compañía aquí en la casa. Ya que los padres de Hao Ren se encontraban en el exterior y Hao Ren debía ir a la escuela durante la semana, podría resultar aburrido y solitario para la abuela.

De cualquier manera, el tío Wang tuvo que irse a casa este fin de semana debido a algunos asuntos familiares. Por lo tanto, aunque no había mucho que hacer en casa para Hao Ren, tuvo que volver a casa para asegurarse de que su abuela tuviera compañía. Además de sus padres que eran elusivos y rara vez estaban en casa, él era el más cercano a su abuela.

—Abuela, hay una pregunta en la que he estado pensando hoy —Mientras cortaba los vegetales, Hao Ren preguntó—: ¿crees que los dragones existen?

—¿Dragones? —La abuela pareció interesada en tal tema. Sus ojos se iluminaron mientras pensaba.— Aparentemente, algunos residentes de la Ciudad del Océano del Este tuvieron encuentros con dragones aquí en los viejos tiempos.

—¿En serio? —Ahora Hao Ren estaba genuinamente interesado también.

—Sí. De hecho, yo misma tuve un encuentro. Era joven entonces, estaba en mis veintes. Un día, estaba trabajando en el campo, y una tormenta cayó sobre nosotros de la nada. Una buena amiga mía y yo intentábamos encontrar un lugar donde refugiarnos. Fué entonces que vi un trozo de una nube extrañamente gruesa descender a baja altura…

Al igual que la historia de su abuela, Hao Ren sintió como si su corazón también hubiese quedado suspendido en el aire. La urgió: —¿Entonces qué, abuela? ¡Continúa!

—Bueno, en el momento, vi el resplandor de un rayo en forma de dragón sobresalir de la nube y nadar a lo largo del cielo por un rato. Estaba aterrada. Después pensé que había sido una ilusión. Sin embargo, cuando lo pensé un poco más, la nube tenía un color grisáceo casi blanco, muy diferente a las otras nubes en el cielo que eran negras como el carbón —La abuela parecía profundamente perdida en sus pensamientos mientras recordaba el incidente.

—Rayo… Supongo que se trató de un fenómeno natural después de todo —dijo Hao Ren.

—Eso fue lo que me dijo tu padre también. Pero sabes, él nunca tuvo ningún interés o tolerancia hacia los fenómenos supernaturales. Sin embargo, esa buena amiga mía después me dijo que de hecho vio a un dragón blanco salir de la nube y empezar a beber el agua del lago. Ella también vio un grueso chorro de agua ascender hacia el cielo desde el lago. Le pregunté si era cierto, y ella dijo que estaba absolutamente segura al respecto y que ella nunca me mentiría.

La descripción de la abuela era tan gráfica y detallada que le provocaba escalofríos a Hao Ren. Si los dragones realmente existían, entonces…

—¿Por qué querías preguntarme acerca de los dragones tan de repente? —la abuela le preguntó a Hao Ren al salir de su reminiscencia.

—Oh, solo tenía curiosidad —Retrayendo su expresión sorprendida, Hao Ren bajo su cabeza y continuó cortando vegetales.

—Aquí en la Ciudad del Océano del Este, se dice que muchas personas han visto dragones en el pasado. También, de acuerdo con las leyendas del pasado, se supone que hay un palacio de dragones cerca. Supuestamente, la Ciudad del Océano del Este obtuvo su nombre por esa razón —añadió la abuela.

—¿Como el Palacio del Dragón del Océano del Este de las leyendas? —Hao Ren se volvió y preguntó.

—Jaja, tal vez —Al terminar de lavar los vegetales, la abuela los colocó en la olla.

—¿Cómo es que ya no vemos más dragones entonces? —preguntó Hao Ren.

—Puede deberse a los cambios en el ambiente. Con el deterioro del ambiente, muchas criaturas se han extinguido —La respuesta de la Abuela dejó sin palabras a Hao Ren.

Y así, los dos hablaron intermitentemente sobre varios temas y terminaron la cena. Después de ver la TV juntos un rato, se fueron a sus respectivas camas.

Después de ir a su habitación, Hao Ren tuvo problemas para dormir. Abrió a ventana y vio el espléndido cielo estrellado. Sumado al sonido de las olas en la distancia, pensó en la historia que su abuela le había contado anteriormente. Había desarrollado un deseo intenso por averiguar si los dragones existían en este mundo o no.

Levantando su muñeca, las marcas de color verde en su brazo eran aun evidentes. Mientras más las miraba, más le parecía que el patrón recordaba a las escamas de un dragón.

—Ay, probablemente estoy pensándolo demasiado…—Cerró la ventana, apagó la luz, y procedió a dormir.

*Como mencionamos en el capítulo anterior, es común en las culturas orientales el dar varios usos a los títulos familiares. Mientras más informales sean pueden expresar tanto cercanía y cariño, cómo pueden expresar que se tiene poco respeto por la persona. En este caso, "tío" es un ejemplo de familiaridad, en otros capítulos el término tío expresaría poco respeto.


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