章 971: Hermano Tong Cheng, ven, siéntate con nosotros

¿Qué es ese olor?

¿Se equivocaron de puerta? ¿Ese lugar no es un restaurante? ¿Es un baño en su lugar?

Los cuatro aún no habían preparado sus mentes cuando abrieron la puerta, así que, al oler el espeso hedor, se sorprendieron muchísimo.

Los músculos de Xuanyuan Xiahui temblaron, y no pudo evitar retroceder.

Xuanyuan Xuan, que estaba a su lado, no pudo evitar usar su mano para cubrirse la boca.

Aunque Mu Liuer pudo soportar el olor, su sonrisa había desaparecido hace tiempo. A regañadientes revisó la invitación que tenía en la mano para ver si había ido al lugar equivocado.

La cara del director Chen se había vuelto aún más oscura. Cuando exhaló, unas venas verdes emergieron de su frente, haciéndolo parecer un barril de dinamita.

Los espectadores que los siguieron se sorprendieron. Entonces, sus miradas cayeron sobre el restaurante.