La verdad era que Lin Jiage también había estado bastante ocupado durante éste período de tiempo.
Además de administrar los proyectos que había emprendido, tuvo que ayudar con la organización del banquete de cumpleaños de su abuelo y, lo que es más importante, también tuvo que planear su confesión a Shi Yao.
Cargado de trabajo, sus días también pasaron rápidamente. Una semana antes del cumpleaños de su abuelo, recibió una llamada informándole que las cosas que había ordenado estaban listas. Ese era un tema eliminado de su lista de tareas, pero fue reemplazado rápidamente por otra preocupación: ¿cómo podría invitar a salir a Shi Yao después del banquete de cumpleaños de su abuelo?
Mientras estaba irritado por éste asunto, pasaron otros dos días más.
Era el fin de semana y, como el banquete de cumpleaños de su abuelo era justo la semana próxima, Lin Jiage regresó a su casa para verificar si había algo con lo que se necesitara ayuda.