Ji Ning flotaba allí en el aire, mirando hacia abajo a la Quebrada de los Armamentos. Voló hacia abajo y aterrizó frente a un edificio helado que se erigía dentro de la quebrada. Esta era la verdadera Quebrada de los Armamentos.
Había dos golems vigilando las puertas del edificio.
—Norte Oscuro los saluda —dijo Ning cortésmente.
—Espadacinco.
—Espadaseis.
Los dos golems se presentaron. Ambos tenían auras majestuosas y solemnes de tremendo poder.