—¿Mataste a Ala de Serpiente?
Ji Yichuan miró a su hijo sin poder creer sus palabras, Yuchi Nieve lo miraba incrédula también. Sabían que su hijo no era la clase de persona que mentía, pero esto era simplemente demasiado, pues ni siquiera cuando los expertos de las Cinco Prefecturas del clan Ji lucharon contra el monstruo fueron capaces de vencerlo.
—Padre, por favor ve esto —dijo Ji Ning rápidamente.
Movió la mano y de pronto surgió ante sus ojos una cosa enorme cubierta de heridas en la piscina que estaba junto a ellos. Las enormes alas escamosas, la sangre verde, todo confirmaba la identidad de la criatura.
¿Ala de Serpiente? ¿Es Ala de Serpiente? Se preguntaban sus padres mientras observaban el cadáver que yacía frente a ellos. No pudieron evitar intercambiar miradas.