—¿Que está pasando?
El Gran Sabio se sorprendió y, de repente, su cuerpo perdió toda su fuerza.
¡Bum!
Múltiples criaturas de acero cayeron al suelo; las llamas espirituales en sus cuencas negras se extinguieron. En pocos segundos, se convirtieron en huesos secos una vez más.
—¡Viejo amigo! —El Gran Sabio se lamentó tristemente. Su conexión con su corcel había sido completamente cortada. En otras palabras, el espíritu de su compañero durante muchos años, había sido destruido, y ya no existía en este mundo.
—¿Quién fue? —Sus ojos se pusieron rojos.
Ese Mago Oscuro y Siley giraron en la misma dirección para mirar a Leylin, quien tenía una expresión de impotencia en su rostro.
—¡Eres tú! —La cara del Gran Sabio comenzó a contorsionarse—¡Miserable basura! Te atreves…