Después de guardar su odio durante más de 3.000 años, había estudiado como loco para aumentar el poder de su poción, soñando con el día de su venganza. Poison siempre había pensado… si su Séptimo Hermano no hubiera ido a distraer al enemigo… podría haber escapado. Sin embargo, para salvar a Poison, fue a bloquear a aquel inmortal Tuo Lu, sacrificando su vida.
—Lo logré, Séptimo Hermano. Lo hice. Maté a ese caníbal anormal —gritó Poison para sí mismo. Durante aquellos 3.000 años había sonreído y maldecido por fuera, pero el odio siempre había estado dentro de él.
Ahora, su rencor había sido satisfecho.
—Hay uno más.
Poison se volvió violentamente y miró hacia la distancia, donde Tai Wo peleaba contra el inmortal Fu Wei San.
—¡Muere!
Poison le dio una orden a su forma de vida de planta e, inmediatamente, 72 ramas se lanzaron hacia él.
No era solamente él.