Si bien Marvin esperaba la llegada de algunos refugiados, no hubiera creído que el Valle del Río Blanco fuera a atraer a tanta gente al principio de la Calamidad. Un aumento tan repentino de más de mil personas era demasiada presión para el territorio.
Aunque aún quedaba mucha comida en los Bueyes de Oro, el consumo también había aumentado por la gran cantidad de recién llegados. Y aún más, aquel era el inicio de un inminente desastre. Marvin estaba seguro de que cada vez más gente escaparía al Valle del Río Blanco. Ya era hora de establecer nuevas reglas para esta nueva etapa.