Aunque el poder del Límite de los cuatro tótems ya estaba muy disminuido y no podía sellar completamente el Poder Divino de Fénix Oscuro, la intervención de Eva consiguió coger desprevenida a Fénix Oscuro mientras daba a Marvin la oportunidad de recuperar el aliento. Éste aprovechó con precisión esta oportunidad y una vez más, mató a Fénix Oscuro, ¡justo cuando su cuerpo se reconstruía!
Sus dagas bailaban alocadamente, y Fénix Oscuro aullaba miserablemente mientras su sangre dorada salía disparada a chorros. Ya había muerto no menos de treinta y tres veces. De ellas, treinta y dos habían sido causadas por Marvin y la última era obra de Eva, la Valquiria.
Tras su última muerte, la Fuente Divina de Fénix Oscuro comenzó a debilitarse a una velocidad fácilmente perceptible.
—¡Enciérrala una vez más! —gritó Ding a todo volumen—. ¡Esa mujer ya no puede resucitar!