"No hay problema. Déjala ir primero", respondió Su Yu rápidamente.
"Su Yu, ¿crees que soy un niño? ¿Por qué la dejaría ir antes de ver un helicóptero y tener el dinero?" Jian Tong estaba arriesgando todo. Sabía que su relación con Su Yu no podía repararse. Solo necesitaba salir del hospital. Si continuaba quedándose, ni Su Yu ni Huo Mian ni Qin Chu la dejarían vivir.
No tuvo más remedio que quemar todos los puentes...
"Me conoces desde hace mucho tiempo. Debes saber que nunca miento". Su Yu parecía enojado.
"Eso fue antes. ¿Por qué debería creerte ahora? Estás dispuesto a matarme por esta mujer y su hijo. Entonces, no me digas que confíe en tus caminos, solo creo en mis propios ojos. Dinero, mi pasaporte, y un helicóptero. Date prisa, quiero irme de aquí inmediatamente. De lo contrario, la llevaré conmigo al infierno". Jian Tong estaba acorralado y desesperado.